El día 12 de diciembre se celebró en el Real Casino de Madrid un acto organizado por el Real Casino de Madrid y la Fundación Paz y Cooperación centrado en El 68 Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Al que fueron invitados los siguientes ponentes: la Embajadora de Chipre en España, Doña Koula Sophianou quien basó su discurso acerca de los Derechos Humanos y los Conflictos Regionales, el Director de Asuntos Internacionales de INDRA, el Embajador don Íñigo de Palacio quien disertó sobre los Derechos Humanos y Diplomacia, el Teniente General del Ejército, Luis Feliu quien se explayó sobre los Derechos Humanos y las Fuerzas Armadas en las Misiones de Paz, el Jefe de Protocolo del Arzobispado de Madrid, el Teólogo Alfonso Ramonet quien abordó los Derechos Humanos y las Religiones y el Presidente y Fundador de Paz y Cooperación y Vicepresidente de la Federación de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, Joaquín Antuña quien hizo referencia a los Derechos Humanos y Sociedad Civil.
Los Derechos Humanos es un tema recurrente objeto de discusión y controversia desde hace muchos años, no solo en los países sino también en la comunidad internacional en quien recae la responsabilidad y el deber de proteger a todas aquellas personas en situaciones de vulnerabilidad con el fin de vivir una vida digna, esta es la esencia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Los constantes conflictos armados dificultan su observancia y fomentan el desamparo de los ciudadanos lo que fomenta la ansiedad, el miedo y alimentan el odio, la intolerancia y el egoísmo.
Los mensajes de los panelistas citados con anterioridad, nos han recordado que aún hay mucho por hacer, que debemos seguir trabajando para proteger a las víctimas, los DDHH han ido evolucionando y paulatinamente se han ido reconociendo nuevos derechos que actualmente consideramos implícitos en nuestra sociedad. Empero existen poblaciones en el mundo quienes aún no son conscientes de estos derechos.
Como novedoso merece destacarse la defensa de los bienes culturales cuya responsabilidad es proteger el patrimonio universal visto no solo como parte de nuestros derechos culturales sino como parte de nuestro legado histórico y en definitiva de nuestra civilización. La embajadora de Chipre hizo un llamado para denunciar la venta de objetos extraídos de estos sitios arqueológicos y evitar ser partícipe de su pillaje.
El embajador de Palacio nos mostró los entresijos del Consejo Internacional de los Derechos Humanos de Ginebra, mostrándonos su complejidad y subrayando que gracias a la intervención española se consiguió la cooperación entre los países en defensa de los mencionados DDHH. Impartió toda una lección magistral sobre el día a día de las misiones diplomáticas.
Tal vez lo más llamativo de este relevante acto fue la intervención del teniente general Feliu ya que en actos de este tipo es muy extraño que participen las Fuerzas Armadas que siempre están en entre dicho por los pacifistas. Manifestó su horror por la guerra. Hizo una revisión histórica de este fenómeno tan antiguo como el mundo. Señaló las muchas misiones humanitarias en que su país ha participado cifrando en 100,000 los militares españoles que han tomado parte en estas acciones al servicio de las Naciones Unidas. El ejército tiene el monopolio de la fuerza pero según Feliu no puede emplearla a su capricho. Dató el derecho humanitario desde la fundación por Henri Dunant de la Cruz Roja después de la Batalla de Solferino.
Alfono Ramonet se remontó a la biblia e incluso a los tiempos pretéritos para justificar que las religiones no son fuente de guerra y que no se puede invocar la violencia en nombre de Dios, mencionó a varios pontífices en aserción a su discurso.
Joaquín Antuña basó su intervención en la disyuntiva entre las víctimas y los verdugos, resaltando que los DDHH deben estar siempre al servicio de las víctimas, aunque amparen también a los verdugos, citó como ejemplo lo ocurrido en Alsasua donde un grupo de 50 personas, mejor sería decir barbaros agredieron cobardemente a unos guardias civiles que estaban de paisano con sus novias, pues bien días después esta localidad se manifestó a favor de los agresores porque se les había privado de libertad y no a favor de quienes habían sufrido las consecuencias. Esta pequeña parábola casera según Joaquín retrata la desconfianza que la ciudadanía tiene cuando se habla de derechos humanos ya que tienen la sospecha de que se apoye siempre a los verdugos.
Asistieron muchos casinistas y hubo participación diplomática por parte del Embajador de Palestina, y miembros entre otras de las legaciones de Chipre, Rusia y Sudáfrica.
