Cuando conocí a Petra Kelly

Los verdes alemanes supusieron una gran revolución en la política. Se salio del rígido esquema liberales y socialistas.Simplificando Adam Smith contra Marx y Engels. Clases medias emergentes contra la clase trabajadora. Es cierto que los hijos de Smith se ramificaron en partidos de raíz religiosa y los marxistas tuvieron sus escisiones en sus internacionales, que abocaron en la socialdemocracia dejando a los comunistas la dictadura del proletariado. Los verdes pretendían ser una nueva Weltanschaung basada en el medio ambiente, en la ecología como concepción de vida en un nuevo panteísmo sin Dios, con una divinidad mutada en naturaleza y con una nueva sensibilidad hacia los temas de género, con la igualdad de la mujer y el sexo socializado sin barreras y hacia los animales que devenian humanos, una Cultura de la Paz basada en la No Violencia y en el Pacifismo. Alemania que a parte de ser un pueblo de bebedores de cerveza y de comedores de salchichas es un país de filósofos surgió este vigoroso movimiento, cuya estrella rutilante fue Petra Kelly, una gran militante y activista que bebió en las aguas kennedianas, en los torrentes de los hijos de las flores californianos y de los sesudos filósofos como Hegel y Freud, abrazando el Zeitgeist o espíritu de los tiempos de la nueva sensibilidad ecologica, con gran entusiasmo y acierto siendo la Juana de Arco de los nuevos tiempos. La conocí en Madrid cuando estaba en los escarceos de los verdes españoles después de la reunión en la sevillana Dos Hermanas y de una posterior reunión en Madrid. Era un momento de fuerte pacifismo alimentado por la confrontación entre los misiles americanos y sovieticos. Coletazos finales de la guerra de Vietnam y grandes marchas por los derechos civiles en Estados Unidos. Como yo era el único que hablaba alemán actúe como intérprete con Petra Kelly y su general, un hombre que debía tener una poderosa arma secreta por sus historias de amoríos y matrimonios rotos. Era un hombre muy serio, con aire de no haber sido joven y ser mayor toda la vida, al estilo del viejo profesor Tierno, pero sin ironía y si con poderio. Petra era mujer frágil que cuando hablaba escupía fuego. Llevaba a cuestas el peso de la púrpura de su creciente fama, la apelaban la Lady Di verde. Nos reunimos en el Eurobuilding y Petra desgranó su credo y nos transmitió su fuerza, pero el desmadre de siglas y egos reinaba en aquella banda feliz, donde todo era democracia participativa y horizontal hasta que había que elegir a alguien y aquí surgía la ferocidad de la politica tradicional, el arte de cortar las cabezas de tus amigos y nos sumergimos en la extravancia del tipo de ganados de Carmena y sus famosas ocurrencias. No había un sistema económico que pudiera ser compatible con un país en plena expansión y transformación como era España, pero lo peor fue la irrupción de los nacionalistas, con su defensa de idiomas y de identidades "nacionales" y su oposición a lo que todos ellos llamaban nacionalismo español y el remate lo dieron los chicos de la ETA atentando, asesinando, por pretextos ambientales, como el tema atómico o las autopistas y trenes de alta velocidad. La utopía verde no violenta de Petra Kelly, cuyo lado muy positivo era la creatividad, era inaplicable en España. La misma vida y pasión de Petra que la condujo a un final trágico asesinada por su amante, que la frio a balazos y se quitó la vida, mientras la Kelly cuya popularidad estaba en la pendiente no fue descubierto su cuerpo ya descompuesto hasta dos semanas después de su muerte. Una utopía verde que se apagaba a sangre y fuego. En España su fantasma sigue vivo en los círculos y asambleas ahogado por la creciente violencia de sus epigonos, que utilizan lo que ellos llaman derechos humanos para imponer su ideología reaccionaria y querernos sumergir en otra enfrentacion fratricidad.