El invierno está cada vez más cerca y es mejor equiparse. Lamentablemente, con la crisis económica subieron los índices de pobreza energética, y tras los números se esconden personas que pasan frío o cocinan lo mínimo para poder hacer frente a la factura de la luz, además de a todos los demás gastos.
A la hora de decantarse por una otra opción para crear un hogar cálido y confortable, hay que detenerse a pensar en qué es lo mejor, en base a una serie de criterios. Las calderas de condensación son un tipo de caldera a gas que funciona de una forma simple y eficiente.
El calor que se genera a través de los gases que se producen por la combustión es luego reutilizado para calentar el agua. Esto hace que los propios gases salgan a una temperatura más baja que en otros sistemas, por el calor no se ha reconcentrado, sino que ha sido reprovechado. Lógicamente eso se traduce en rendimiento. El agua condensada, por su parte, se expulsa a través del requerido desagüe.
Así, las calderas de condensación presentan dos importantes ventajas.
1. Contribuyen al ahorro
Las calderas de condensación consiguen un ahorro de hasta un 25% de energía, según empresas especializadas, en comparación con las tradicionales. Es cierto que tenerlas requiere una inversión mayor, pero la diferencia se va amortizando poco a poco, con el uso. Sucede de forma similar en los electrodomésticos marcados con la A+++ son bastante más baratos que los que traen una G en su etiqueta energética, pero con ellos está garantizado el consumo eléctrico mínimo.
Por el ahorro que presentan, pues, este tipo de calderas podrían suponer la mejor opción para familias que deben vigilar al máximo el consumo de electricidad, las mismas que, como decíamos más arriba, han aumentado durante y después de la crisis económica. Según las empresas especializadas, la inversión inicial se podría amortizar en tres años aproximadamente, un plazo que se podría incluso acortar si se cuenta con una infraestructura específica, como el suelo radiante.
2. Son más respetuosos con el medio ambiente.
El ahorro energético se ha convertido en obligatorio, en una práctica que habla de un ciudadano responsable. Cumbres ambientales de primer nivel han incidido en su importancia, y en muchos países se legisla en base a los acuerdos alcanzados, aunque en opinión de los expertos, todavía no de forma suficiente.
Los conceptos de eficiencia energética y de menos contaminación son muy tenidos en cuenta por empresas del sector de la energía, que investigan constantemente para sacar al mercado productos adecuados en, por ejemplo, en sistemas para calefacción.
La tecnología de las calderas de condensación permite que se reduzcan hasta un 70%, nada más y nada menos, las emisiones a la atmósfera de óxido de nitrógeno. A bajos niveles, está sustancia puede irritar órganos como los ojos, la garganta o la nariz. A altos niveles, las consecuencias pueden ser todavía peores, mencionando en este caso incluso quemaduras.
El éxito de las calderas de condensación
El Plan Renove calderas Barcelona, basado en subvenciones, es una muestra de como los organismos públicos se están implicando en aumentar la eficiencia energética y reducir los niveles de contaminación. Muchas familias, con criterio, están invirtiendo en
calderas de condensación a la venta, y que se pueden encontrar fácilmente en establecimientos como esta tienda online de calderas en Cataluña. Eso sí, los consumidores tienen que tener claro que el objetivo es beneficiarse de un ahorro energético a medio y largo plazo, así como contribuir a la protección del medio ambiente.
Páginas especializadas como Ecoconstrucción consideran que el de las calderas de condensación es el mejor sistema de calefacción gracias no solo a estas subvenciones dadas por parte de organismos públicos. Las mismas publicaciones ofrecen sus ránkings de marcas en función de la calidad, siendo modelos muy aclamados la caldera Ferroli Blue Helix Pro 25 C, la caldera Vaillant EcoTec Plus o la Baxiroca Platinum Compact 24/24 F.
Lo mejor, en estos casos, es contar con la ayuda de profesional de confianza que ayude a sacar el máximo rendimiento de la inversión realizada, como en cualquier otro electrodoméstico. Hemos de recordar que detalles como las dimensiones de la casa o el número de duchas son importantes, y no solamente el precio.
