Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

¿Quo vadis, Pedro?

martes, 27 de septiembre de 2016
El secretario general del PSOE, don Pedro Sánchez, está dando desde el inicio de su mandato claras muestras de padecer una preocupante desorientación político-ideológica, manifestada por una preocupante ausencia de ideas, de dirección y de objetivos, síntomas que se han visto agravados durante las últimas semanas. Pretender alcanzar el gobierno, primero con 90 y ahora con tan solo 85 diputados, el peor resultado de los obtenidos por el Partido Socialista desde la transición, se antoja más como una demostración obscena del apego al poder y a la poltrona que como una muestra de respeto hacia las mayorías y hacia la propia Democracia.

Pese a todo y tras haber fracasado en su primer intento, el líder socialista, parece estar convencido de que tan pírrica representación parlamentaria puede resultarle suficiente para llevar a cabo el asalto a la Moncloa y trata de hacerlo arropado y pactando con una miscelánea de grupos políticos de lo más variopinto, en el que no faltan comunistas, antisistemas y separatistas de todos los pelajes, algo que no parece tan solo estar en contra de la lógica política, sino de la más mínima coherencia ideológica, virtudes ambas que a lo que parece están en horas bajas entre los actuales dirigentes del aparato socialista.

La escasa talla, intelectual, ética y política de la que hacen gala algunos de nuestros dirigentes, unida a unas ambiciones personales y un ansia de poder desmesurada, puede llegar a provocar en algunos personajes una ofuscación intelectual y ética de tal magnitud que les impide ver la ilegitimidad de desempeñar un cargo para el que el pueblo español, único soberano, no les ha respaldado en la única revalida posible: la de las urnas.

Estas mismas urnas son las que nuevamente y por enésima vez se han pronunciado el pasado domingo en Galicia y en el País Vasco, colocando al Partido Socialista en sendos parlamentos regionales y, por ende, a sus dirigentes en una posición irrelevante, alejándolo de la posibilidad futura de ser una opción real de gobierno, algo que debería hacer recapacitar a sus responsables acerca de la deriva política que han adoptado.

Si a todo lo anterior añadimos la espantada estratégica, que no definitiva, de Rajoy y el ofrecimiento envenenado de Pablo Iglesias, nos encontramos al líder socialista deshojando la margarita de intentar un pacto con distintos grupos políticos con los que su partido no comparte ni ideologías ni objetivos estratégicos de gobierno, deslizándose por el peligroso sendero de su ambición personal y política, un sendero cuyo destino final le reserva consecuencias que se presumen muy graves, tanto para su partido como para España. Por ese camino, Sánchez se convertirá, más que en un líder nacional, capaz de dirigir a este país por la senda de la coherencia, el crecimiento y la justicia social, en un vulgar líder tribal de una miscelánea política de lo más diversa y, lo más paradójico, en el macho de mantis religiosa, con todas los boletos para ser devorado por su pareja de gobierno, el líder de Podemos, Pablo Iglesias.
Durán Mariño, José Luís
Durán Mariño, José Luís


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICACIONES