Blancanieves y los siete 'Nanitos'

(“NANOTECNOLOGÍA", la niña prodigio de la ciencia)

Junto a la extraordinaria y ya avanzada tecnología nanológica, que tiene como objeto efectuar diversos tipos de operaciones en el ámbito espacial de lo microscópicamente pequeño, ahora la ciencia se halla en proceso de obtener imágenes tomadas en fragmentos temporales, también infinitamente pequeños, a fin de hacerlas perceptibles.

Imagino que unos pocos pero significativos ejemplos bastarán para capacitarnos en la comprensión de los efectos científicos derivados de estos cuasi quiméricos, por no decir alquímicos, de estos procedimientos supertecnológicos.

Resaltaremos para empezar, pues, su valiosa aportación al estudio y operatividad en el ámbito de la anatomía humana. Muy pronto al interior del cuerpo humano será factible enviar los primeros dispositivos nanotecnológicos diseñados a fin de efectuar variadas estrategias y ensayos de manipulación genética y médica, en general, de tanta trascendencia como la del esbozo de nuevos métodos destinados, por ejemplo, a la limpieza y conservación de la red arterial o la reparación de los diferentes tipos de tejidos orgánicos en mal estado o defectuosa conservación (tejidos cerebrales dañados, alzheimer, parckinsong, etc..., así como también para la destrucción o extirpación de células malignas y tumorales, etc…).

Sin embargo, la verdaderamente portentosa importancia de estas técnicas de congelación del tiempo adquirirán toda su relevancia al hacer materialmente posible la captación del flujo del mismísimo pensamiento humano e, incluso, la percepción y estimación de su vital proceso de evolución y envejecimiento, lo que no deja de ser como para echarse a temblar de estupor y más que nada susto.

Es, en fin, evidente que para las experiencias y análisis de los procesos neuronales carecemos en la actualidad de cualquier otra tecnología capaz de competir con la presente aludida de los ”7 nanitos”. De hecho, ya se han iniciado revolucionarias experiencias en la utilización de los tales nanos: como, por ejemplo, las de las filmaciones capaces de mostrarnos el proceso de crecimiento de las células nerviosas, así como la pugna entre varias de ellas por alcanzar el determinante objetivo final de la conexión sináptica con otra “célula destino”, en lo que puede considerarse como una dramática y tensa batalla “en directo”, en la que las células perdedoras que apostaron caro su fracaso, tendrán que pagarlo, ni más ni menos, que con la pérdida de su propia vida.

De innegable interés, como es patente, todas estas aplicaciones y procedimientos nanotecnológicos ya nos han llegado a poner de relieve la gran trascendencia de algunos de los recursos y funcionalidades cerebrales, tal que la de que es a base de la práctica de innumerables selecciones cómo el cerebro conforma su aprendizaje evolucionando a partir de la experiencia todo tipo de hábitos y actividades (juegos, conductas, el aprendizaje del propio habla, etc).

Por otra parte, y como a pesar de todo, las velocidades de muchos cuerpos o elementos de carácter dinámico se hallan condicionados por la dotación de unas infinitamente imperceptibles magnitudes (la velocidad, por ejemplo, del electrón en su órbita alrededor del núcleo atómico es de 24 atosegundos, lo que equivale a la trillonésima parte de un segundo; es decir, 1 seg dividido por 1000.000.000.000.000.000), se han comenzado a llevar a cabo en la actualidad investigaciones técnicas para el estudio de la utilización de luz lasser en estas prácticas, única energía lumínica capaz de adecuarse a los protocolos que este tipo de procedimientos de captación de imágenes nanotemporales extremas exigen; imágenes de elevadísimo nivel científico y coste, a efectos de conseguir la “congelación” de las mismas por medio de fogonazos de una duración aproximada de no más de 200 atosegundos. Y esto significa que con tales técnicas llegarán a poderse captar con perceptible nitidez cada uno de los diferentes fragmentos y elementos integrantes de la estructura del átomo y, en definitiva, a revelársenos finalmente la verdadera configuración material del todavía rudimentariamente conocido sistema atómico.

Para habernos involucrado en este escueto repaso a la nanotecnología, sólo nos ha movido la pretensión de evaluar, hoy por hoy, la relevancia científica -a ojo de buen cubero, naturalmente- de esta importantísima rama de la última tecnología científica. Mostrándosenos como obvio, que el liliputiense cosmos de los 7 nanitos de Blanca Nieves ha comenzado a consentirnos la entrada en su ya inmediato y extraordinario futuro, colmado como ha podido apreciarse de los más prodigiosos y revolucionarios descubrimientos y sorpresas.

Mis más cordiales y afectuosos saludos a los amigos y paisanos colaboradores de esta espléndida página web, a la que he querido prestar mi propia colaboración con este pequeño artículo de divulgación científica.