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Psicosas: La Razón Valiosa

viernes, 01 de diciembre de 2006
Los veía llegar al término de su destino, transfigurados; sudorosos, sí, renqueantes a veces, maltrechos a menudo, aferrados a su bordón como si de él colgaran los últimos vestigios de sus fuerzas, pero en todas las miradas brillaba la luz de la victoria, la emoción de la aventura, la placidez de la llegada.

Él, muchas veces, se había planteado la posibilidad de recorrer El Camino, desde Roncesvalles hasta Santiago de Compostela. Algo en su interior lo impulsaba a emprender la marcha pero la cautela de sus pensamientos acomodaticios siempre echaba mano de algún argumento racional, de alguna razón irrebatiblemente realista y acababa por echar por tierra sus ímpetus aventureros.

Aquella tarde, uno de los peregrinos, ya entrado en años, se dejó caer -más que sentarse- con un suspiro en el mismo banco desde el que él contemplaba la entrada de la catedral. Aprovechó para estudiarlo discretamente: el viajero no parecía alguien crédulo o supersticioso; más bien tenía aspecto de ser alguien culto e instruido. ¿Qué motivos podía tener un hombre como aquel para lanzarse a recorrer el camino de Santiago? Cuando el peregrino hubo recuperado el aliento, la conversación surgió espontáneamente:

- ¿Ha sido muy agotadora la marcha?
- Maravillosa –respondió el peregrino-; ha sido realmente maravillosa.
- Pero se le ve agotado.
- Bueno, sí; eso es cierto. Al final del primer día me salieron unas ampollas en los pies que apenas me dejaban caminar; el segundo día, las agujetas casi me dejan clavado en el sitio. El tercer día ya me sentí algo más repuesto y empecé a marchar con buen ánimo... lástima que me torcí un tobillo y tuve que parar. La tormenta del cuarto día me hizo coger un buen resfriado y, al quinto día el calor casi me hace perder el conocimiento... pero lo peor fue al llegar a las montañas del Cebreiro...

Estaba horrorizado escuchando toda aquella sarta de penurias. Por lo que se veía, su mente razonadora y acomodaticia tenía razón al prevenirlo contra la idea de emprender aquella aventura.

- Pero, por lo que me cuenta, su peregrinación ha sido un infierno.
- Oh, no, en absoluto. Ha sido el viaje más maravilloso de toda mi vida.
- Perdone, pero no puedo entenderlo; todo ese sufrimiento que ha pasado, y usted me dice que ha sido maravilloso...
- Bueno, creo que la cosa es bastante sencilla: Primero, para ponerse en marcha, es necesario tener una Razón Valiosa para hacerlo. Luego, a medida que uno va caminando, empiezan a surgir los inconvenientes. Entonces, mientras uno se sienta para curarse las ampollas, es el momento de decidir si el motivo para seguir adelante sigue siendo realmente valioso. Si la respuesta es afirmativa, hay que aprender a echar en la mochila los problemas que van apareciendo; así se puede seguir andando. Al final, la satisfacción por el viaje no es el resultado de la acumulación de los placeres que uno se va encontrando en el camino sino el hecho de hacer el propio camino a pesar de las adversidades, y por las razones personales que cada uno tenga.

Una razón valiosa... Se quedó pensativo mientras observaba al peregrino subir las escaleras de la catedral. Entonces, encontró su razón valiosa: Sí, el también haría el camino... por la sencilla razón de que esa era su libre decisión. Se levantó del banco y, mientras pensaba en las ampollas, agujetas y mojaduras que le aguardaban, sintió cómo en su cara se abría la más amplia de sus sonrisas.

TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO
Una nueva tendencia se está abriendo camino con fuerza en la práctica de la psicoterapia: la Terapia de Aceptación y Compromiso. El movimiento, iniciado ya hace unos quince años en USA por Steven Hayes, se está imponiendo en los cinco continentes con una fuerza arrolladora. En síntesis, su planteamiento es sencillo: la vida no es una enfermedad, el dolor es inevitable. A menudo, nuestro empeño en evitar todo tipo de sufrimiento nos mantiene paralizados impidiéndonos que vivamos nuestra vida. Por eso, si queremos vivir plenamente, es necesario que nos comprometamos con nuestros valores personales y aceptemos la eventualidad de tener que enfrentarnos a molestias para que prevalezcan nuestros valores.

BIBLIOTERAPIA
A finales de año, con todo el trabajo de balances vitales y propósitos de año nuevo, es el momento ideal para hacer una “cura” de desintoxicación psicológica. Por eso, vamos a proponer un combinado de dos elementos sencillos para estos días:

Título: "Eclesiastés" (No es necesario comprarse una Biblia entera; existen ejemplares del libro de forma individual en formato económico).
Composición: Cordura, realismo y amplias dosis de sabiduría nada esotérica.
Indicaciones: estados de desánimo, confusión vital, atascamientos emocionales.
Contraindicaciones: No se han descrito.

Título: "El Diario Íntimo".
Autor: José Vicente Bonet. Editorial:DDB, 152 pág. 9 €.
Composición: indicaciones para la confección de un diario personal con revisión de hitos importantes de la historia individual, examen del impacto de personajes y acontecimientos, etc...
Indicaciones: Para salir de atascos vitales, como guía de futuras direcciones vitales, planificación de metas y control del camino recorrido.
Contraindicaciones y efectos secundarios: En individuos especialmente perezosos y fatalistas puede producir rechazo inicial. Los síntomas desaparecen en la medida en que cada uno se implica en la realización de su propio diario personal.

NIÑOS: Hacia el nuevo año.
Parece que se han alcanzado los topes de la “deseducación”. Las alarmas sobre la violencia escolar, el lamentable espectáculo de los botellones semanales a los que se apuntan chavales cada vez más jóvenes y los vomitivos ideales de vida que las televisiones-basura ofrecen desde sus pantallas. Las familias se preguntan angustiadas por el sentido de la educación y se afanan en buscar pautas a partir de las cuales afianzar la edificación del carácter de los niños. En este contexto, de cara al nuevo año que comienza, es bueno recordar algunas de las bases seguras de todo intento de educación razonable. Así, podemos afirmar que EDUCAR ES:
- Desarrollar hábitos: establecer rutinas adecuadas (de horarios, de orden, de tareas, de comportamiento)
- Establecer límites (especificar lo que se puede y lo que no se puede hacer, quién hace qué, establecer las consecuencias...)
- Aprender a tolerar la frustración: frustración es lo que más abunda en la vida. Los pequeños deben aprender a saber esperar, a valorar las consecuencias a largo plazo, a distinguir lo importante de lo irrelevante.
- Expresar las propias emociones: Una educación sincera debe favorecer el contacto con los propios sentimientos y, recíprocamente:
- Desarrollar empatía hacia los sentimientos de los demás: entender el punto de vista emocional de los otros.

PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO
Este año, mejor que una lista de buenas intenciones que siempre quedan sin cumplir, vamos a tratar de clarificar nuestros compromisos con la vida. La propuesta de ejercicio consiste en dedicar estas últimas semanas de diciembre para definir nuestros valores, las “razones valiosas” que queremos situar como guía en cada uno de los ámbitos de nuestra existencia: RELACIONES ÍNTIMAS, FAMILIA, AMISTAD, TRABAJO, SALUD, OCIO, DESARROLLO...

ACEPTACIÓN Y COMPROMISO
Como complemento a este boletín de Psicosas y, al mismo tiempo, como materialización de nuestros mejores deseos para el año 2007, adjuntamos nuestra felicitación de Navidad. Se trata de un pequeño ideario que intenta resumir el espíritu de la Terapia de Aceptación y Compromiso. En realidad, expresa nuestra visión personal de la vida y la terapia y lo hemos adoptado como nuestro propio ideario.

FELIZ AÑO NUEVO
Aceptación, Compromiso: unidos como luz y sombra. Comprometerse con la propia vida es aceptar lo que la vida es. Aceptar las condiciones vitales que nos han tocado “en suerte” es comprometerse con la construcción del propio destino.

Porque me COMPROMETO con el CAMINO de mi vida,
ACEPTO las fatigas que produce el caminar
ya que quiero asegurarme de que mi itinerario vale la pena.

Porque me COMPROMETO a AMAR a quienes amo
ACEPTO las frustraciones que, a veces, enturbian el amor
ya que quiero fraguar un amor a prueba de desencantos.

Porque me COMPROMETO con mis METAS
ACEPTO la posibilidad del fracaso
ya que del fallo puedo cosechar una experiencia más madura.

Porque me COMPROMETO con mi TRABAJO
ACEPTO las exigencias de un sano perfeccionismo
ya que quiero que toda obra mía sea digna de mi firma.

Porque me COMPROMETO con mis VALORES
ACEPTO la sobrecarga de angustias y miedos
ya que sólo son niebla que entorpece pero no impide la marcha.

Porque me COMPROMETO con la VIDA
ACEPTO lo que la vida me depare
Ya que hay tanta vida en un instante de placer como en uno de dolor.

Porque quiero COMPROMETERME con un camino realista, me esforzaré en cambiar lo que esté en mi mano que sea cambiado, en aceptar lo que no pueda ser cambiado y en aprender a discriminar la diferencia.
Álvarez, Ramiro J.
Álvarez, Ramiro J.


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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