«Cómo el Leicester representó la mayor sorpresa de la historia del deporte» es el título escogido por el blog The Economist explains, encargado de aclarar en la web del semanario las causas de algunas tragedias mundanas. En la tragedia que nos ocupa los personajes protagonistas son: un equipo de fútbol del montón (del montón malo, el curso anterior ascendió a la Premier League), unos aficionados acostumbrados a sufrir, muy conscientes de sus limitaciones, y un campeonato que los últimos veinte años se han repartido cuatro clubes: Chelsea, Manchester City, Manchester United y Arsenal. El Leicester tenía menos probabilidades de quedar en los puestos altos de la tabla (5.000 a una en las casas de apuestas), que Jeremy Corbyn de encarnar al próximo James Bond (1.000 a una), según los datos que recoge este blog de The Economist. A pesar de que ganaran una y otra vez y de que The Foxes [Los Zorros] se convirtieran en el elemento exótico de la temporada, nadie pensó que la victoria pudiera llegar a ser real. ¿Por qué nadie lo creyó? Aquí señalan tres razones.
1. Guerra de guerrillas. Una casa de análisis de estadísticas reveló en diciembre que si bien el Leicester no era brillante en los ataques lentos, era implacable al contragolpe. El centrocampista NGolo Kanté ha interceptado más balones que ningún otro jugador de la Premier League esta temporada. La virtud que Claudio Rainieri inculcó a sus defensores fue la paciencia. Ceder la pelota, aguardar al fallo y entonces, abalanzarse sobre el rival.
2. Equilibrio en la plantilla. El equipo casi no sufrió lesiones y descansó mientras los grandes equipos participaban en competiciones europeas. Solo 18 jugadores formaron parte de las alineaciones para empezar los partidos.
3. Ausencia de rivales. El Chelsea, campeón de la pasada temporada, ha vivido una pesadilla; Manchester United, Liverpool, Manchester City y Arsenal combinaron falta de consistencia en las victorias con períodos de transición en los banquillos. Solo el Tottenham plantó cara hasta el final.
Nunca antes en la historia del deporte se había producido una victoria tan improbable, apunta The Economist en su blog. Recuerdan ese 5.000 a uno al principio de la liga y rescatan de la memoria deportiva algunas sorpresas cómo la que Buster Douglas dio al mundo al noquear a Tyson cuando las cifras le daban un 42 a uno en contra para el boxeador contra la estrella. Cuando Grecia ganó la Eurocopa en 2004, las apuestas eran de 250 contra uno. Los corredores de apuestas ya han corregido su previsión de 5.000 a uno y dan a los Foxes un margen de 20 a uno de cara al próximo campeonato, cuando jugarán también la Champions.
