3 argucias publicitarias en las que no debes caer cuando contrates una tarjeta
Pese a la fuerte apuesta de la banca por los medios de pago electrónicos,
las tarjetas de débito y de crédito siguen siendo uno de los productos más comercializados. De hecho, la cantidad de tarjetas en oferta es tan grande que las entidades emisoras buscan nuevas maneras de captar a clientes, ya sea eliminando las comisiones u ofreciendo generosos descuentos y bonificaciones. Sin embargo, muchas de estas ofertas son algo tramposas, ya que o bien son temporales, o bien están condicionadas a cumplir una serie de requisitos.
Como avisan desde el comparador financiero
HelpMyCash.com, los reclamos publicitarios que utiliza la banca para vender sus tarjetas de débito y de crédito pueden dar lugar a confusión, por lo que antes de contratar uno de estos productos es recomendable leer bien las condiciones de la oferta.
1. Tarjetas sin comisiones sólo durante el primer año.
Muchas tarjetas, tanto de crédito como de débito, sólo son gratuitas el primer año. Pasado ese tiempo, la entidad emisora cobra anualmente una comisión de mantenimiento que puede llegar a superar los 30 euros. En otros casos, la tarjeta se mantiene sin comisiones de emisión ni de renovación, pero sólo si se cumplen unos requisitos de vinculación concretos, como mantener una nómina domiciliada de unos ingresos mínimos. Si se dejan de cumplir estas condiciones, la entidad cobrará las cuotas anuales correspondientes de manera automática.
Sin embargo, también es posible encontrar tarjetas de débito y de crédito que son gratuitas año tras año. Una de ellas es la
Tarjeta bancopopular-e, una tarjeta de crédito sin cuotas de emisión ni de renovación que se puede contratar sin necesidad de cambiar de banco y que, además, regala 25 euros por la primera compra realizada.
2. Devolución sólo de las compras aplazadas.
La devolución de un porcentaje de las compras realizadas es una ventaja que incorporan muchas tarjetas de crédito y que permiten ahorrar un poco de dinero cada mes. No obstante, muchas entidades limitan la devolución a las compras aplazadas, para las que hay que pagar unos intereses que pueden superar el 20 % TAE. Por ello, si no nos interesa fraccionar nuestros pagos, siempre será recomendable contratar una tarjeta como la
Nueva Visa Barclaycard, que devuelve el 1 % de todas las compras y permite reembolsar la totalidad del dinero usado hasta en 59 días al 0 % TAE.
3. Pago a plazos en pequeñas y cómodas cuotas.
Finalmente, el reclamo que puede resultar más dañino para nuestros bolsillos es el de la devolución del crédito usado en pequeñas cuotas. Aunque puede ser muy cómodo, si pagamos una mensualidad muy reducida, podemos tardar muchos años en saldar la deuda contraída y, además, pagaremos muchísimo dinero en intereses. Por ejemplo, si hemos contraído una deuda de 1.000 euros con una tarjeta de crédito al 24 % TIN y decidimos devolver el dinero pagando una cuota de 30 euros al mes, tardaremos unos cuatro años en reembolsar el crédito y pagaremos más de 600 euros en intereses.