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¡Jo, que tropa!

viernes, 15 de abril de 2016
Desde las Elecciones Generales de diciembre, la costra política nos ha deleitado con sus huecas manifestaciones anunciando a todo trapo con tambores, clarines y musiquillas estridentes, maravillosos pactos como la yenca: adelante y atrás, izquierda y derecha, arriba y abajo, de progreso y de cambio, etc ... Los ciudadanos hemos queddo noqueados, aburridos, hastiados, desilusionados y a punto de vomitar. Estamos como en la trajicomedia en verso de Muñoz Seca, La Venganza de Don Mendo, clamando : “Cese ya el tambor , que están mis nobles, cansados de redobles , y yo ahíto de tanto parche y tanto pito”. En mi juventud este espectáculo denigrante e indecente, hubiese sido clasificado de X y, moralmente, gravemente peligroso, con amenaza de excomunión, al espectador osado.

Esta vez los políticos se han pasado y han desvelado su talla política de enanos, su carencia de talante democrático, y su avidez por las poltronas, por encima de su responsabilidad política, y el interés de la Nación, subordinando todas las negociaciones a sus misérrimos intereses partidistas de tacticismo a corto plazo.

Nos han noqueado, nos han dejado grogui, estamos con la pájara, y acongojados ante la amenaza de un periodo electoral. Otra vez tendremos que oir sus huecas justificaciones sobre quien o quienes son los culpables de tener que repetir las elecciones y otra vez estaremos castigados a soportar sus engañosos programas sin contar como se financiarán todas las promesas idílicas que solucionarán nuestra crítica situación, sin tener en cuenta el marco de la política europea y estar en un sistema monetario único, lo que implica una política económica comunitaria. Por tanto todo lo que sea promesas de incrementos significativos de gastos son simplemente mentiras dolosas, con propósito de engañar a los ciudadanos, porque son imposibles de implementar, ya que habrá que continuar haciendo más ajustes y embridar los déficits, por exigencias comunitarias. Hay que aclarar que los excesos , las alegrías de gastos, los déficits, las corrupciones, etc., son simplemente impuestos diferidos, que tendrán, irremediable e injustamente, que pagar, como deuda soberana , nuestros hijos , nietos y biznietos.

¡QUE NO NOS ENGAÑEN! No existe deuda ilícita , hay gastos correctos y malgasto público, por tanto hay que pagar siempre, en todo caso, se hubiese gastado bien o mal, los acreedores ni lo saben, ni les importa. Y si no se paga toda o parte de la deuda, nadie te prestará en un largo periodo de tiempo, como le pasó a Argentina.

Lo bueno de esta ópera bufa es dejar al descubierto parte de lo que son los políticos y los partidos: El todo vale de Sánchez, con tal de llegar a Presidente, incluso por encima de los límites de su partido, pactando con independentistas o con extremistas como Podemos, que defiende los referendums de independencia de todas las “naciones” que lo pretendan, antieuro, antieuropa, antisistema, etc. el PP y Ciudadanos vetan de todo pacto a Podemos ; PSOE veta al PP ; Podemos veta al PP y Ciudadanos. ¡ UNA LOCURA !

Vemos como todos los días nos ofrecen titulares más o menos escandalosos y como pasamos de que el portavoz del PSOE da por finalizado oficialmente todo pacto con Podemos, por no ser de fiar, y a la mañana siguiente Sanchez les invita a una coyunda de amor, esperemos que tendría preparado el aconsejable preservativo.

Lo que salga de este tingladillo poco serio es, cada dia que pasa, más impredecible. Como este dicho gallego: “Si sale con barbas San Antón, y si no La Purísima Concepción”, sin respeto alguno a los ciudadanos.

El coro de esta ópera bufa canta, de fondo, como una melopea, los prodigios de las sagas familiares de los Ruiz Mateo, los Pujoles y ahora la de los Conde, la inspección tributaria a Aznar, y las aventuras jurídicas del corrupto PSOE andaluz , del PP valenciano y la financiación venezolana e iraní de Podemos , y la coña de los papeles de Panamá , terminando con el himno patriótico “Va Pensiero” de la ópera Nabucco de Verdi, ¡ Oh, patria mía , tan hermosa y perdida !

¡ JO, QUE TROPA !.
Figueroa, Rosendo
Figueroa, Rosendo


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