De Reyes y de Magos

Cada persona, si es normal, no tiene alguna tara o complejo arrastrado desde su infancia o juventud, en su ADN lleva impreso el de no engañar. Y, claro, los niños son inocentes pero no tontos, y pretender burlarse de ellos es un arma se dos filos, y cortan a diestra, o por la izquierda van a cortar a buen seguro. El desconfiar es de adultos. Y de niños, cuando detectan camelo y los magos camelar, no es de recibo, que en camisón de colores no me pueden engañar, no son magos, de tal guisa, con coronas de papel, que el viento hace oscilar que a todos hace dudar, que han cogido cualquier cosa, coca de cualquier lugar, que todo puede pasar, pero que pasar por alto, no todo puede pasar. El ser Rey es cosa seria y estos… de risa… una jartá, ver que se mueve la ropa y si se ven los regalos en bicicleta llegar, que nos van a regalar. No son reyes, que serán otra cualquier cosa, no me pierdas la ilusión que los juguetes vendrán.

La Tradición es de siempre, no te van a defraudar y si estos reyes, te quisieran engañar, ellos solos se caerán, que las patas del embuste ellas solas se verán, que engañar por engañar, volviendo lo blanco negro, o rojo, qué más les da, que si lo “progre” es mentir, me quedo con lo de siempre, ver los Reyes adorar a ese Dios que se hace niño, pero un niño de verdad, es un Niño que nos quiere y nos quiere perdonar. Perdona al que se lo pide. ¿pero cómo va perdonar a quien se quiere burlar, de la Tradición se mofa?, pues les puede perdonar con solo que se lo pidan, pero tendrán que dejar esa burla que supone a los niños defraudar. Se están riendo de todos, y sus risas, el mofar de esos magos, esas magas, veras que pronto se irán, porque todos nos iremos, la Navidad seguirá, y siempre vendrán los Magos y a los niños regalar, que la ilusión a los peques nadie arrebatará. Ya vienen los Reyes Magos, porque siempre lo serán.