Una de las dudas que suelen tener los nuevos clientes es cómo se cobra una factura impagada. Si tenemos claro que este es el momento de contratar una empresa de recobro, nos resultará de mucha tranquilidad saber ¿
CÓMO TRABAJA GRUPO INTERCOBROS? y cómo va a proceder con nuestra deuda.
Tenemos la idea preconcebida de que un gestor de recobro es un señor disfrazado que se dedica a perseguir morosos: estos gestores disfrazados han dado mala imagen al sector de la gestión de recobro profesional, como bien explica Pere Brachfield en este artículo:
Todas estas empresas basan su gestión en presuponer que el deudor siente temor a la difusión pública de su condición de moroso pertinaz, por lo que preferirá pagar antes de que se perjudique su reputación. Sin embargo, una cosa es la teoría y otra la realidad, puesto que a muchos morosos les da igual que les sigan por la calle cien cobradores disfrazados, ya que no piensan pagar (estos morosos están ya tan desacreditados que la difusión pública de su condición les deja indiferentes).
Una empresa seria de gestión de recobro sustituye los disfraces por trabajo, constancia y profesionalidad.
En Grupo Intercobros la formación de nuestros gestores es continua, trabajamos con un CRM de recobro online que agiliza tanto el trabajo de los gestores de recobro y que permite a nuestros clientes dar de alta a sus expedientes, supervisar las gestiones de recobro y ver sus facturas, conseguir una información clara en tiempo real, en cualquier momento del día.
Cuando se presenta el cliente con una factura impagada, el primer paso es recabar toda la información sobre el deudor (o los deudores) y establecer una hoja de ruta. Cada expediente ha de ser tratado individualmente: no hay dos deudas iguales. Se trabaja de forma diferente la deuda entre empresa y particular y la deuda entre empresas. A veces pueden faltar copias de las facturas o en caso de morosos profesionales datos falsos. El gestor de cobro tiene que aportar la documentación perdida mediante un delicado trabajo de investigación.
Por eso es vital para las empresas contar con los servicios de una empresa de recobro antes de sufrir las deudas: acceder a registros de morosos, sello preventivo en las facturas y otras medidas que ahorrarán disgustos en el futuro y asegurarán el crédito.
Cuanta más información da el cliente, más rápido podemos diferenciar entre un deudor casual, un deudor insolvente o un moroso profesional. Se procede también de forma diferente ante alguien que ha traspapelado una factura (un cambio de banco, un descubierto) que ante un empresario que no puede afrontar una deuda. En algunos casos, por ser él mismo acreedor a su vez. Este es un caso que se da cada vez más en la actualidad.
El primer paso que da siempre una empresa de gestión de recobro es la recuperación amistosa de deuda, ofreciendo diversas opciones, como renegociar las cuotas. Si la negociación se agota se procede a una recuperación de deuda impagada por vía legal.
Un elemento fundamental para que el gestor de cobro trabaje de una u otra manera es el factor tiempo: una deuda antigua se debe gestionar de otra manera que una deuda fallida de pocos meses.
