El maquillaje del PP

Como muchos de Vds. sabrán, el Partido Popular acaba de emitir un vídeo promocional de precampaña bajo el pretencioso título “De la crisis a la recuperación”, con el único objetivo de reivindicar sus logros al frente del Gobierno durante esta legislatura. Al margen de la cutrez que supone el plagio de una idea original expuesta durante la campaña presidencial del año 2007 en la República Dominicana, algo absolutamente censurable, me gustaría hacer algunas observaciones acerca del contenido de dicha cinta.

La primera es la llamativa ausencia en la citada grabación de quienes fueron los verdaderos protagonistas dentro del Partido Popular durante estos cuatro años de gobierno. Me refiero a don Luis Bárcenas, tesorero de la organización, en prisión por delitos de corrupción, a don Carlos Fabra, en prisión por corrupción, al expresidente Camps y la exalcaldesa Barberá, blindados por su partido de la acción judicial con el aforamiento que les supone su nombramiento, a dedo, como senadores, a los protagonistas de la Gürtel, las tajetas de Caja Madrid, la Púnica y un largo etcétera, sobradamente conocido por todos.

En segundo lugar, y como trabajador de un hospital público, me sorprende la cantidad de facultativos y personal sanitario, un total de nueve, que se reúnen para despedir a la paciente a su salida del hospital. En mi ya larga experiencia profesional, que supera el cuarto de siglo, puedo constatar sin temor alguno a equivocarme, que jamás he visto a tanto personal sanitario reunido en torno a un paciente excepto, todo sea dicho, en los despachos administrativos de mi hospital, todos ellos cargos políticos nombrados a dedo seguramente con el único noble objetivo de pagar favores a afiliados y amigos.

Por último y conociendo la realidad de la situación en la que viven los ciudadanos comunes de nuestro país, bajo una administración que les impone una asfixia impositiva, de recortes sociales generalizados, más severos si cabe en lo que atañe a la sanidad y a la educación, trabajando con contratos laborales precarios, becarios y profesionales con ingresos que casi rozan la esclavitud, ofensivos tanto para su cualificación académica como para su competencia profesional, etc. tengo que admitir que la única escena que parece representar la realidad a la que nos ha llevado el gobierno del Presidente Rajoy y del Partido Popular es la última, en la que aparece la paciente, España, con la cara maquillada con los colores de la bandera nacional, representando así una gestión que no es otra cosa que puro maquillaje, un maquillaje cuyo único objetivo imposible de ocultar es el inmenso fraude que supuso para todos los españoles estos cuatro años de gobierno popular.