Los cereales son unos de los alimentos fundamentales que debemos consumir a diario para mantenernos tanto a nosotros como a los nuestros fuertes y con energía. Por eso, el pan es muy importante en la dieta. No importa si se trata de pan rústico, panes especiales o el denominado pan de lujo, lo imprescindible es incluirlo en nuestra
dieta.
El centeno es un cereal parecido en forma al trigo, aunque su grano es más pequeño y más alargado. Proviene en su mayoría de Gran Bretaña, aunque hay múltiples variedades que son originarias de Galicia, Suecia y Alemania. Todos ellos zonas y países donde el pan de centeno es una tradición milenaria.
Hay muchos tipos de panes (pan congelado,
pan de lujo, pan precocinado
) hechos con diferentes cereales y distintas preparaciones. Por eso, cada uno de ellos tiene unas propiedades nutricionales distintas. El centeno es uno de los cereales que tenemos que tener en cuenta a la hora de ingerir pan. ¿Quieres saber por qué?
Incluir el centeno en nuestra dieta es una decisión muy inteligente, ya que tiene muchísimas ventajas. En particular, el centeno aporta calcio, fósforo e hidratos de carbono y su nivel calórico es mucho menos elevado que el de otros cereales. De esta manera, nos ayuda a obtener los aportes nutricionales necesarios y es posible cuidar la figura.
Además, el centeno aporta menos grasas y su contenido en fibra es superior al trigo (desde el doble hasta diez veces más, en función de las harinas). En cuanto a aporte de minerales, el centeno también posee muchos más qué el trigo, lo que lo hace más saludable: hierro, potasio, magnesio, fósforo, zinc, ácido pantoleico y fólico.
Al pan de centeno se le suele añadir un poco de harina de trigo para dar más elasticidad y la proporción para una textura y sabor ideales es: 75 % centeno y 25 % trigo o trigo integral. ¿Te animas con el pan de centeno? ¡Si no lo has probado aún, te sorprenderá!
