Resaca postelectoral

Los resultados postelectorales producidos en la jornada del pasado domingo han provocado una verdadera revolución política en todas las instituciones municipales y autonómicas y adelantan una profunda renovación, de ideas y de personas, para las próximas elecciones generales, lo que nos invita a hacer varias reflexiones.

La primera es sobre aquellos voceros de la casta que, henchidos de soberbia y prepotencia, llenaron sus bocas para desafiar a los miembros del movimiento 15M a que “si querían que se les oyera se presentasen a las elecciones”. Ya lo han hecho y los resultados a la vista están.

Conscientes, debido a sus escasos medios económicos y divulgativos, de que era imposible plantar cara al bipartidismo en igualdad de condiciones, las mareas ciudadanas han desarrollado una magistral guerra de guerrillas política por toda la geografía española, allí donde el terreno les era más favorable para poder derrotar a la casta, supliendo su escasez de recursos materiales con una extraordinaria provisión de ilusión y de comunión con los maltratados ciudadanos españoles.

Los resultados obtenidos por formaciones tan dispares como “Barcelona en comú” o “Ahora Madrid” y otras tantas formaciones similares por toda la geografía española, hasta las más próximas, “Marea Atlántica” o “Compostela Abierta”, no hacen otra cosa que constatar que en España la sociedad civil, en contra de lo que creía la clase política, está más viva que nunca y, tras haber sufrido el permanente hartazgo de abusos, nepotismo y corruptelas al que la ha sometido el bipartidismo, ha dicho basta y se ha expresado con toda contundencia para poner en cuarentena a la “casta” y dar una oportunidad a la “peña” o, dicho de otra forma, el 24M ha comenzado el deshaucio de los corruptos de las instituciones democráticas y, lo dicho, “al que le pique, que se rasque”.