705

En el lenguaje matemático, algunas cifras tienen, por si mismas, un significado implícito, al margen del significado matemático que conllevan. Es así que el número 1 hace referencia a la brillantez, al individuo aventajado en su ámbito académico o profesional; el 10 pretende describir, de una u otra forma, la aproximación a la perfección; el 300 podría retrotraernos al heroicismo épico de los espartanos en las Termópilas, así como el 1492 al acontecimiento histórico del descubrimiento; ¿y qué decir del 3´1416, causante de tantos disgustos matemáticos en aquellos ya tan lejanos y entrañables años de colegiales? Todas ellas, y muchas otras, forman ya parte del patrimonio cultural colectivo.

Desgraciadamente existen también otras cifras que irremediablemente van ligadas a acontecimientos funestos o catastróficos, que constituyen una afrenta para el conjunto de la humanidad, tales como el 1914 en Europa o el 1945 en Hiroshima y Nagasaki.

Entre los significados ocultos de los números debemos incluir ahora, y para nuestra vergüenza, el 705, que es la cifra que representa a los mayores defraudadores españoles del total de los 31.000 amnistiados en virtud de la citada ley, la mayoría de los cuales, al menos hasta donde sabemos, parecen ser individuos pertenecientes o vinculados de una u otra forma con la clase política que, después de haberse burlado del conjunto de sus compatriotas defraudando al fisco cantidades de impuestos astronómicas, han sido premiados por un gobierno amigo, el actual, que no ha dudado en proteger a la casta y que ha demostrado así poseer una talla ética a la altura de los propios defraudadores, al haberlos premiado con una ley de amnistía fiscal hecha a su medida, para que puedan lavar así sus ilícitas ganancias.

La gravedad del delito, que la tiene, se hace irrisoria ante la gravedad de la actitud permisiva y cómplice de aquellos que desde la labor de gobierno, están encargados de perseguir dichos delitos y, por el contrario, premian en lugar de castigar la comisión de los mismos.

Estos mismos responsables se presentan ahora, en plena campaña electoral, tratando de mostrarnos la bondad de las medidas adoptadas durante su gobierno para tratar así de embaucar, una vez más, a los ciudadanos españoles. Quizás peque de incauto pero espero que éstos, a la hora de votar, tengan presentes todas y cada una de esas 705 razones para hacerlo con la máxima responsabilidad y, sobre todo, con mucha cordura.