Carta al Alcalde de Lugo

Estimado señor: como la mayor parte de los lucenses que vivimos relativamente cerca del centro, siempre que el tiempo lo permite soy un habitual lector en el Parque de Rosalía de Castro, y sobre el particular quizás tenga demasiados comentarios que hacerle; tales como es el gran feísmo urbanístico que dan los "esqueletos" de las llamadas Torres do Garañón, cuya licencia tengo entendido se dio un 31 de diciembre, fin de año. ¿Qué casualidad!

Y que triste cortina de hormigón nos han puesto justo enfrente a la pérgola, desde la que ya no se puede ver el Río Miño, ni tampoco el Puente Blanco, del que usted tanto le gusta presumir. En fin sobre el particular prefiero no seguir. Pero hay más cosas, ¿Cómo es posible que los wateres públicos que allí hay lleven años cerrados? Tengo entendido que en el pliego de condiciones de la adjudicación de la Cafetería del Parque, estaba la condición de que el adjudicatario abriría y tendría limpios los servicios públicos del Parque, por lo que veo ello no es cierto; pero bien cierto es que más de un abuelo tiene que hacer sus necesidades donde puede, y en más de una ocasión incluso contra las puertas de los wateres.

¿Qué me dice de los bancos? Viejos, sucios muchos inservibles por los efectos de los excrementos de los pájaros, y por los no menos malignos efectos de los botellones. Sinceramente creo que estas líneas no van a servir para nada, pero seguro que su formación política y usted mismo una vez más me pedirán el voto para las próximas elecciones.