El patriotismo de Rajoy

Patriota.- Persona que tiene amor a su patria y
procura todo su bien.
Hace unos días, el Gobernador del Banco de España, Luis María Linde, en un derroche de agudeza económica y política, virtudes todas ellas que sin duda son las que le han aupado a su cargo, ha definido la política económica del gobierno del Partido Popular y del presidente Rajoy, como una demostración de patriotismo.

Damos por sabido que para un Presidente de Gobierno el patriotismo, al igual que el valor en la milicia, es un valor inherente a su cargo, pero definir como patriota al presidente de un partido político que tiene a sus tres últimos tesoreros imputados por graves irregularidades contables, entre ellas el reparto de sobres de aguinaldo en dinero negro, entre otros, al propio presidente, parece un calificativo excesivo, aunque proceda de un personaje tan significativo como el Gobernador del Banco de España.

Por otra parte, calificar como patriota al principal responsable de todos los recortes que se han producido en España durante su gobierno, especialmente en sectores tan sensibles como la Sanidad, Educación, dependencia, pensiones, etc. y de todas las subidas impositivas que han soportado los españoles durante esta legislatura, mientras que la casta gobernante, representada por tan patrióticas señorías como el propio Rajoy, no se ha privado ni tan siquiera de subvencionarse los gin-tonics del Congreso, me parece , además de excesivo, una descripción grotesca de la realidad española y una ofensa incluso para los intelectos más simples.

El patriota que durante esta legislatura ha dedicado todas las estructuras del Estado, desde la DGT hasta la Agencia Tributaria, a tratar de esquilmar el patrimonio de todos los españoles, mientras promulgaba leyes tan solidarias como la de Amnistía Fiscal, para permitir que los grandes defraudadores, muchos de los cuales engruesan las filas de su propio partido, regularizaran sus ingresos ilícitos, nos es presentado ahora como un salvapatrias de hojalata, casposo y trasnochado.

Por otra parte, pretender que quien está haciendo lo imposible, legislativa, informativa y judicialmente, por tapar los innumerables casos de corrupción protagonizados por su partido sea presentado como una “persona que tiene amor a su patria y procura todo su bien”, se me antoja una broma de bastante mal gusto.

De patriotas como estos, que confunden los Presupuestos del Estado con un botín apropiado para enriquecerse y, de paso, enriquecer a sus amigos espero que nos libren las urnas. Seguro que los españoles sabrán reconocer tan abnegada y altruista labor y así lo reflejarán en las sucesivas convocatorias electorales que se avecinan.