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La amenaza fantasma del doble

martes, 31 de marzo de 2015
Muchas parejas rompen por motivo del Whatsapp, Facebook o Twitter
El número de parejas que rompen por culpa del "Guasap" es incontable cada dia. Las nuevas tecnologías están haciendo una verdadera “vendimia” de la confianza, aderezando con desconfianzas cualquier relación sentimental y sembrando enfados monumentales donde se “lía parda” para acabar en ruptura.

El facebook o twitter que tantos amores también ha unido desde sus inicios, fusionando a personas de todas partes, recopilando miles de “me gusta” por foto al lado del amado, adornándolas con comentarios “chorras” sobre lo “lindos que son” y cuanto se quieren, ha servido para satisfacer “el ego” de los protagonistas. Por las redes sociales los enamorados también se dedican canciones con dedicatorias empalagosas para gritar a los cuatro vientos lo “locos de amor” que están uno por el otro, desgraciadamente este mismo escenario al tiempo, sirve para retransmitir broncas por escrito como si de un Sálvame DELUX de tus allegados se tratara, presencias como espectador, como desatan la más cruel de las iras al dejarse fulanito y menganita, regalándose palabras llenas de veneno y desprestigio, para terminar bloqueándose y asi dar por terminada una relación, borrando de un plumazo todo lo vivido.

Las rayas verdes

Preguntas como: “¿Por qué tardas tanto en contestar, te mandé un “guasap” hace cinco minutos?, o ¿Con quién hablabas a la una de la mañana si me dijiste a las once que te ibas a dormir?, son un claro ejemplo de un control absoluto por cómo debe de usar el Whatsapp tu pareja. Las nuevas comunicaciones se han convertido en algo casi indispensable, tienes “mono” y andas de mala leche si un dia te quedas sin conexión. Ya se sabe que las “dos rayas verdes” que salen al lado de tu sms, no significan que el mensaje haya sido leído, solo que ha sido entregado al receptor. Lo que no se libra es conocer fielmente la última conexión de tu interesado que aparece bien clarito arriba de todo, se sabe a qué hora ha dejado de usar Whatsapp. Uno debería saber administrar su conectividad y privacidad, sin sentirse obligado a contestar o dar explicaciones por ello, además a veces abres las conversaciones sin poder mirar que tienes, eso no significa que no quieras contestar lo que te preguntan en ese momento.

Las carga el diablo

El “GuasApp” te convierte en “cuasiadivino”; interpretas los silencios como un rechazo y lo que pone la otra persona en su “estado”, como una señal con códigos por descifrar. Además lo que antes era un rato para ver una pelí juntos en el hogar, ahora es un momento de soledad absoluta en tu sofá; tú estás con el “mando” y tu pareja está perdida en la pantalla de su “Smartphone”. Vaya al baño o cualquier rincón de la casa, ese “cacharro” forma parte de su anatomía, es su apéndice, no lo suelta por nada pero si ese artefacto apareciera abandonado, te pedirá a gritos (imaginarios): “investígame”, a ti también te pasaría, ¡confiésalo!, lo cogerías y revisarías de “pe a pa” el de tu pareja, nadie se resiste a ver todo lo que hay, aunque te tiemble el dedo, repasarías como un “fitipaldi”, todos los sms y chats de las redes sociales, hasta averiguarías sus llamadas entrantes y salientes.

Si “cachas in fraganti” a tu pareja con tu móvil, invadiendo por completo tu intimidad, quizás buscando pruebas que delaten una posible “infidelidad”, ¿cómo calmas sus celos?, y más si ha descubierto algo sospechoso, ¿cantas la verdad o mientes como un bellaco?.

Teléfono de la Esperanza

Tienes pruebas y demuestras que no “tonteas” con nadie, y todo vuelve a la normalidad pero si tu entretenimiento habitual en casa es “furgallar” con el móvil, dale que te pego, tecleando sin parar para consolar a todo el mundo como si fueras “el teléfono de la Esperanza”, por algo que puedes arreglar en una hora de teléfono y te pasas cuatro mandando sms, dejando sin atención a los tuyos, tendrás poca consideración hacia ellos, no te quejes si un día te regalan “unos cuernos para ti” por abandono.
Castro Liz, Ana
Castro Liz, Ana


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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