Los bancos del conocimiento

El pasado día 16 de febrero, un importante grupo de empresas del sector Tecnológico gallego constituyeron la sociedad INEO, su vocación: Convertirse en un referente de progreso en la sociedad del conocimiento y en la expansión del mundo TIC gallego, con la idea de estar presentes en el sistema global del sector tecnológico. Aunque no puedo dejar de lamentar ciertas ausencias, comprensibles en las tensiones que una institución de este tipo genera en el microcosmos gallego, si podemos felicitarnos de que se inicie una nueva etapa en la historia de las Tic´s de Galicia.

Sin embargo, conviene valorar la dimensión de los objetivos, su naturaleza y su forma de penetrar en los pasillos de la Sociedad Global. Existen fuerzas que denomino de presión hegemónica, que tienen una posición de “control patriótico de la realidad” desde el 11 de septiembre de 2001. En un mundo globalizado no podemos ser ajenos a las tensiones que la conformación de una base de Talento, ordenado y dirigido por mentes solventes puede acarrear en el sistema de equilibrios del orden mundial, en transición y ebullición.

Los mecanismos de control y financieros de la Sociedad Industrial, solo disponen de medios limitados para hacer frente a la avalancha de los nuevos transpondedores de la realidad. La difusión del conocimiento es instantánea. Este artículo aunque no llegue a ver la luz en el periódico, habrá llegado antes de su publicación a decenas de miles de personas. Las nuevas leyes del mundo digital permiten, que las opiniones se difundan en el ciberespacio con vectores instantáneos, creación y publicación, tamizada por supuesto por cada autor material de su “delito creador”, se mueven dentro la luz en su
misma longitud de onda.

Quería poner este preámbulo para señalar que si quisiéramos cuantificar en términos económicos la puesta en valor de INEO tendríamos que convenir que nos encontramos ante una creación que como mínimo tiene un elemento importante de ponderación estratégica, sobre el camino a seguir en la Galicia del futuro.

Como era lógico algunos agentes del sistema financiero local y nacional han sido signatarios de acuerdos con la institución, no es en absoluto trivial esta cuestión: “se constituía a todos los efectos un BANCO DEL CONOCIMIENTO”, cuyas consecuencias, a mi juicio son imprevisibles, a la vez que apasionantes. En el escenario de la prospectiva social, la vigilancia tecnológica y la lucha por que Galicia tenga fondos ordenados de Talento en el ámbito empresarial TIC, INEO se convierte en un instrumento que a mi juicio aportará equilibrio, moderación y progreso a las empresas del sector, al tiempo que, construirá un corpus ético para que el talento sobreviva al hegemonismo.

Suerte y ánimo a sus promotores, y felicitaciones al consorcio de la Zona Franca de Vigo por este nuevo impulso al futuro de Galicia.