Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

Maltrato institucional

sábado, 14 de febrero de 2015
En un país como el nuestro, en el que tantos ríos de tinta se han vertido para hablar del maltrato en sus múltiples versiones, ya sea en forma de maltrato animal, de violencia de género, etc., apenas unas pocas voces, y nunca desde los medios multitudinarios, se han alzado para denunciar el maltrato propiciado a los ciudadanos por parte de las instituciones.

Desde el inicio de la crisis, primero ocultada y negada por el insustancial Zapatero y después manipulada e instrumentalizada por el poco fiable Rajoy, hemos presenciado como desde los distintos ministerios del Gobierno de la Nación se han ido adoptando múltiples medidas legislativas encaminadas únicamente a maltratar, económica y socialmente, a la ya esquilmada ciudadanía, como consecuencia de las dos únicas políticas que ha desarrollado el gobierno del Partido Popular: una puramente recaudatoria y una política de recortes.

Las consecuencias de más de un lustro de aplicación de dichas políticas están a la vista y sus resultados han convertido a España en un país que está sufriendo una verdadera crisis humanitaria que, obviados los recortes en servicios básicos como la educación, la sanidad o la dependencia, tiene sus más claros exponentes en el grado de pobreza al que se ha expuesto a la población infantil y en la precariedad en la que viven un gran porcentaje de nuestros pensionistas.

Y mientras se procedía al recorte sistemático de los derechos sociales y a la asfixia impositiva de los ciudadanos, ¿qué ha ocurrido con la clase política que tan diligentemente ha promovido dichas políticas?, ¿en qué medida han dado un ejemplo solidario aquellos que han legislado la ejecución de esta sangría ciudadana? o, dicho de otra forma, ¿qué tipo de recortes se han aplicado a si mismos, sobre su extenso muestrario de privilegios exclusivos, nuestros gobernantes? La respuesta es tan simple como desoladora: ninguno.

Aquellos que han hecho del servicio público una burla para todos los españoles, no han tenido ni la sensibilidad ni la decencia de tener un comportamiento ejemplar, acorde con el sacrificio que exigían a sus conciudadanos. Todo lo contrario, mientras cargaban piedras de molino sobre la espalda de los sectores sociales más desfavorecidos, ellos han ignorado la realidad de la crisis y se han dedicado a disfrutar de sus innumerables prebendas, ya fuera dentro o al margen de la ley.

Este maltrato ciudadano por parte de la casta política ha provocado que en nuestra sociedad se haya producido una fractura social entre ésta y la sociedad civil, sustituyendo la lógica y conveniente convivencia simbiótica entre ambos por una simple relación de parasitismo de la casta política a costa de la ciudadanía, lo que los ha convertido en nuestros verdaderos enemigos. Sus consecuencias, aunque imprevisibles, no auguran nada bueno de cara a la convivencia futura.

De todo ello se deducen las incertidumbres y temores que, para todas las formaciones políticas, traerán consigo las próximas convocatorias electorales, en las que los ciudadanos tendremos una oportunidad irrepetible para poder manifestar nuestro rechazo hacia tanto abuso institucional o bien bajar la cerviz definitivamente y dar una nueva muestra de conformismo con tanta indecencia e inmoralidad de la que hacen gala nuestros representantes públicos. El desenlace está a la vuelta de unas semanas.
Durán Mariño, José Luís
Durán Mariño, José Luís


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICACIONES