La Yihad contra la República Francesa

...Y Francia entera se echó a la calle espontáneamente para reafirnarse en sus valores republicanos y laicos en contra del yihadismo religioso, cuyo último zarpazo fue una ejecución múltiple en pleno centro de París el pasado 7 de enero, perpetrada por dos asesinos armados con "kalashnicov", una matanza de 12 pacíficos dibujantes del semanario satírico, irreverente, agnóstico y burlón "Charlie-Hebdo", cuyas únicas armas de guerra son el lápiz y la libertad de expresión. "Hemos vengado a Mahoma", gritaron los ejecutores de la escabechina tras la "razzia" de inefensos dibujantes. Es difícil concebir mayor desvarío.

En su siguiente número, "Charlie-Hebdo", desafiante. se ratificó en su denuncia de la bárbara degollina causada por el sectarismo, publicó un nuevo ejemplar tirado primero a tres millones de copias y luego a cinco millones debido a la demanda, que constituye un palmo de narices para quienes creían que sus redactores y viñetitas iban a tomar venganza. En su portada, un Mahoma caricaturizado y con turbante derrama hipócritamente una lágrima bajo el título "Tout est pardonné" (todo perdonado) y porta un cartel que reza "Je suis Charlie" (Soy Charlie), lema solidario que se popularizó en manifestaciones y protestas en Francia después de los premeditados ataques yihadistas. Nueva polémica porque no está permitido representar públicamente la imagen del Profeta y menos en caricatura, el mundo musulmán lo recibió como una injuria y se originó un rosario de altercados en muchos países árabes en un "viernes de la ira", el viernes es el día santo semanal de los musulmanes.

Todo provino de un fallo estrepitoso de las fuerzas de seguridad pues los autores de la masacre contra la redacción de la revista eran viejos conocidos de la policía francesa: los hermanos Said y Cherif Kouachi , de 34 y 32 años respectivamente, dos lobos solitarios eliminados después en el norte de Francia por las fuerzas del orden.

Al mismo tiempo, otro terrorista yihadista, Amedy Koulibary, con antecedentes penales, atacó un supermercado judío "kosher" een París, tomó a cuatro rehenes y luego les dio muerte antes de ser liquidado por la policía. Su pareja, Hayat Boumedienne, de 26 años, cuyas fotos fueron difundidas por las redes sociales primero en traje de baño de dos piezas y luego en "burka", no participó en los crímenes porque había huido a Siria, pero también es extremadamente peligrosa. Contra los iluminados dispuestos a inmolarse por el islam aunque nadue se lo pida hay poco que hacer. Su sistema de valores es medieval. Francia está en máxima alerta y también Bélgica, donde se desmanteló un comando terrorista de dos miembros dispuesto a actuaar de forma inminente. La ofensiva tiene réplicas.

RESPUESTA EJEMPLAR

El trágico e indignante suceso, que encoge el ánimo ssólo con recordarlo, fue reivindicado por el grupo terrorista Al Qaeda de Yemen en un vídeo y avalado por el líder de la organización, Nassir Al Wuhayshi. Yemen es un remoto y alejado país bicontinental, situado en Oriente Próximo y en África, estado fallido de la Península Arábiga en el que el presidente Mansur a-Hadi no controla todo el territorio. Entre la civilizada e ilustrada Francia y la retrógrada, polígama y homófoba República de Yemen, la elección es clara a ojos occidentales.

La acción punitiva ha ttenido todos los elementos de un relato de suspenso o "trhiller" por por su crueldad y alienación mas desgraciadamente fue bien real.
La gran manifetación popular en París el domingo 11 por el peor atentado cometido en Francia en medio siglo constituyó una saludable respuesta que concentró en la plaza de la Bastilla a un millón y medio de personas y en todo el Hexágono a cerca de cuatro millones en una verdadera sacudida democrática multitudinaria. El pueblo francés defendió así sus libertades amenazadas por un rebrote del integrismo musulmán. Fue ejemplar e impresionante, "chapeau!" (¡Bravo!).

CHOQUE DE CIVIZACIONES

Tras los ataques, acudieron a la concentración de París más de 50 líderes internacionales, demostrando la capacidad de convocatoria de Francia, los dirigentes de la Unión Europea en cabeza, desde el presidente François Hollande hasta Angela Merkel, de David Cameron a Matteo Renzi, a Mariano Rajoy, al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker entre otros. Se echó en falta la presencia norteamericana, error garrafal reconocido y subsanado el 16 de enero en una visita a la capital francesa del secretario de Estado John Kerry, quien, entre protestas de amistad con Francia, en unas manifestaciones en francés y en inglés, declaró cuanto le dolió no haber estado el domingo en la marcha de París." À quelque chose malheur est bon" (No hay mal que por bien no venga), las relaciones bilaterales se fortalecieron y se hallan hoy en su mejor momento. Los terroristas también sirven para unir.

Según los sondeos, os franceses aprobaron la reacción de François Hollande ante los asesinatos en un 88 por cien, casi 9 de cada 10 respaldan su actuación en la crisis y su cuota de popularidad sigue en ascenso al haber decidido enviar el portaaviones insignia de la flota Charles de Gaulle al Golfo Pérsico, dispuesto a intervenir contra las fuerzas del Estado Islámico (EI) en en Irak. "La guerra será larga", advirtió el mandatario galo.

Zafarrancho de combate, pues: hay 150 yihadistas censados en Francia, 45 radicalizados, son franceses, podrían llegar a representar un verdadero Caballo de Troya. El primer ministro, Manuel Valls, tomará medidas para dispersarlos.

Todo esto representa un episodio más del choque de civilizaciones, la teoría enunciada por Samuel Huntington en un artículo premonitorio publicado en 1993 en la revista stadounidense Foreign Affairs que describe los enfrentamientos entre estados, ideologías y religiones, artículo que se convirtió en un libro de referencia, ahora más de actualidad que nunca.