Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

Merkel, la juiciosa y severa madre de Alemania

viernes, 19 de diciembre de 2014
“Merkel für immer” (Merkel para siempre”). A los alemanes les gustaría mantener a la canciller Angela Merkel en el poder durablemente y aún con mayor entusiasmo a los militantes de su partido, CDU (Unión Demócrata Cristiana), que acaban de aclamarla en un congreso celebrado en Colonia con el 96,7 % de adhesión. Tal es la aceptación de los suyos, prácticamente unánime, sin desgaste alguno tras 9 años de Gobierno.

Hoy en día existe una unión casi hipostática entre la dirigente democristiana con sus correligionarios, un “volksgeist” (alma común). En la Unión Europea (UE) Merkel ha colocado a la República Federal Alemana en la destacada posición de “primus inter pares”, la primera en todo, un recorrido sin tacha que se basó en los firmes pilares establecidos por el canciller socialdemócrata reformista Gerhard Schröder, los alemanes tienen sentido de la continuidad. Y de la alianza de los contrarios cuando la ocasión lo requiere haciendo de necesidad virtud, como ahora con la coalición entre los dos partidos predominantes y antagónicos: el conservador CDU y el socialista SPD. Ni Francia ni España son capaces de ello.

Los resultados ya conseguidos por Merkel son notables. Primero y principal, acaba de lograr la aprobación de un presupuesto equilibrado de déficit cero, el primero desde 1969, un hito.

También es envidiable la situación alemana en una Europa amenazada por el paro: el desempleo no pasa allí del 4,9%, porcentaje que resalta al lado del francés, de más del doble y no digamos del español, superior al 20%.

En una Europa gris de gobernantes con mayorías precarias y frágiles, resalta aún más la solidez de la actual jefa de Gobierno germana, cuya popularidad sobrepasa el 67 por cien según las cifras difundidas con ocasión de este congreso bianual, excepción a la regla entre los mandatarios ede la Vieja Europa, sólo falta recordar que la del presidente francés, François Hollande, está por los suelos y que Merkel es mejor valorada en Franciaa que cualquiera de los dirigentes franceses a causa de su política de rigor, según un sondeo de "Le Journal du Dimanche", el único periódico que se publica en Francia el domingo. La rivalidad entre ambas naciones limítrofes, proverbial, parece inclinarse del lado alemán definitivamente con FrauMerkel.

Los diarios europeos rebosan frases y juicios que refrendan esta situación de predominio de la que la prudente canciller tiene buen cuidado en no alardear. La Unión Europea está dirigida por el tándem germano francés, una demócrata cristiana y un socialista, sociedad limitada de interés mutuo.

CORRECTA VIDA PRIVADA
Angela Dorothea Merkel de 60 años, practicante de nudismo en su juventud como se pudo apreciar por unas fotografías difundidas hace poco, de aspecto hoy en día de ama de casa, casada, que lleva una correcta vida privada que arruinaría a las revistas del corazón, vive sin lujo en un piso de Berlín sólo vigilado por un plantón de policia, le gusta hacer la compra, de sonrisa plácida en las fotografías oficiales, vestida siempre con traje de chaqueta y pantalón de colores suaves (la sola coquetería que se permite es tener muchos), el único adorno al que cede suele ser un collar de bisutería, sobria y sencilla sin asomo de artificio, luterana, hija de pastor protestante, nacida y criada en Hamburgo, en la Alemania Oriental (RDA), donde aprendió a la fuerza a ser circunspecta, doctora en Ciencias por la Universidad de Leipzig, no hace nunca gala de su gran poder, las gentes ya lo conocen. Pronto se reveló como una política firme y resuelta con voluntad de acero.

LA MÁS PODEROSA DEL MUNDO
Es la líder de facto de la Unión Europea según está admitido comunmente. Como canciller de la República Federal Alemana influyó decisivamente para que durante la crisis económica de 2008-2013 se aplicase en la Unión Europea una dura política de contención del gasto, un Pacto de Estabilidad, que aún dura y que a la postre siempre afecta a los más necesitados, que pagan el pato. Ahora estamos en otra fase de restricciones. Italia y Francia se hacen las remolonas en presentar cuentas con un déficit inferior al 3 por cien, España parece haber entrado en razón de la mano del presidente Mariano Rajoy, muy elogiado por Merkel, pero los españoles aún no notan en su día a día ni en la cesta de la compra las esperadas consecuencias benéficas de los recortes aplicados. En realidad, les temen más que a un nublado, como se suele decir.

No importa, la dama de hierro alemana sigue erre que erre con sus consejos de apretarse el cinturón, convencida de que es la únca manera de salir del marasmo de la crisis. En inglés Wikipedia la llama “The decider”, la que toma decisiones, en francés sería “celle qui tranche” (la que resuelve), su autoridad moral y económica está muy alta, huye de las declaraciones solemnes; pragmática, solo habla de cosas prácticas. Ante esta prensa europea a sus pies, da ganas de preguntar irónicamente ¿tiene algún defecto? En su despacho campa un retrato de la zarina rusa Catalina la Grande, personalidad históricade gran visión a la que admira esta política alemana que domina el ruso y el inglés.La revista Forbes la considera como la mujer más poderosa del mundo en la actualidad.

Ahora bien, Alemania no es Jauja ni Merkel vive como Alicia en el País de las Maravillas. Lejos de pensarlo, la canciller redobla su cautela. Sabe que la deuda alemana asciende a 7 mil millones de euros, los llamados "minijobs" ofrecen salarios de miseria y temporales, uno de cada seis alemanes vive al borde de la pobreza, es decir, alrededor de 13 millones (16,1%), Alemania acaba de aprobar por primera vez en su historia eun salario mínimo interprofesional (1.445 euros, 8,5 euros la hora) que se implantará en 2005...

En todas partes cuecen habas. Aún queda tanto por hacer en esta versión más ordenada y menos dura del capitalismo europeo que es la Alemania actual.

Sus conciudadanos denominan afectuosamente a Merkel "Mutti" ("muther" en diminutivo), la madre de Alemania, y los menos entusiastas la apodaron "La señora No" por su oposición empecinada a un plan de ayuda en el seno de la Unión Europea.Para acabar con una nota amable, su marido, el químico Joachim Sauer, fue bautizado como El fantasma de la Ópera, porque sólo se le veía con ella en los conciertos. Humor alemán.
Acuña, Ramón Luis
Acuña, Ramón Luis


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICACIONES