Misterios de la música

“Eres tan misteriosa como la voz del viento”.

La historia está repleta de secretos que duermen en regiones de silencios. Secretos que el tiempo a veces no es capaz de desvelar y que sólo milagrosamente afloran gracias a la casualidad, la suerte o la tenacidad de algunos en la búsqueda de la verdad, esa verdad “machadiana” (“tu verdad no, la verdad. Y ven conmigo a buscarla…”) que hizo que en el ámbito musical se recuperase, por ejemplo, la obra de J.S Bach -de mano de Mendelssohn- una obra en la que parece no estar exenta la mano de su segunda esposa, Ana Magdalena, mujer independiente que compuso su propia música y que convirtió su hogar en centro musical de Leipzig, ayudando siempre a su marido en la transcripción de su excelsa literatura musical y… ¿en la creación?

Otro misterio se cierne sobre la música del veneciano Tomaso Giovanni Albinioni, reconocido por su música instrumental a pesar de que gran parte de su obra se perdió durante el bombardeo de Dresde en la Segunda Guerra Mundial. Durante mucho tiempo se le tuvo como el autor del célebre Adagio en Sol menor, compases que han logrado la fama traspasando la frontera que va de lo culto a lo popular, llegando a estar presentes en bandas sonoras, como en la de Gallipol, en programas de Televisión, anuncios o como base melódica de baladas interpretadas por Sarah Brihtman, Lara Fabian e incluso Camilo Sesto (Mientras mi alma sienta).

Pues bien, las notas más difundidas atribuidas al compositor del Barroco parecen no ser suyas, sino del musicólogo y especialista en Albinioni, Remo Giazotto, quien habría creado esta obra basándose, supuestamente, en un fragmento de un movimiento lento de una sonata a trío para cuerdas y órgano (aunque la Staatsbibliothek Dresden ha desmentido tener dicho fragmento en su colección de partituras). El célebre Adagio de Albinioni se publicó por primera vez en 1958, por la Editorial Ricordi.

¿Qué misterio guarda esta música maravillosa? ¿Por qué le ha sido atribuida al compositor veneciano..?. Son estos los secretos que guarda para sí la música.