Gallega enferma de ébola

Otra vez ha vuelto a suceder. Nuestro país vuelve a ser portada de los periódicos nacionales e internacionales más importantes a nivel mundial, además de abrir sus telediarios con la gran noticia: España es el primer país donde se contagia alguien por el virus del ébola fuera de África.
 
Tras la confirmación del contagio es cuando se buscan culpables y responsables. La mayoría señalan con el dedo acusador a la auxiliar de enfermería gallega, Teresa Romero al considerar que no ha llevado a cabo el protocolo adecuadamente. Aunque trabajadores de varios hospitales han afirmado que la formación que han tenido es insuficiente y muchos no se sienten preparados para ponerse y quitarse los trajes especiales correctamente para evitar posibles contagios. 
 
Y como si fuera poco sigamos recapitulando hasta dónde puede llegar la chapuza nacional, además de seguir enumerando qué ha fallado a la hora de afrontar esta crisis sanitaria:

-Confirman que la auxiliar de enfermería tenía que haber sido ingresada antes.
-Cuando trasladan en ambulancia a la paciente con síntomas de ébola al hospital de Alcorcón no se sigue el protocolo adecuadamente. La ambulancia no se habilita para el traslado y los sanitarios que la atienden no se protegen con la vestimenta pertinente para evitar contagios. Y para continuar con la cadena de errores en el hospital no fue aislada desde el principio teniendo contacto con más gente en urgencias hasta que finalmente es trasladada e ingresada en el hospital Carlos III de Madrid.
-Ahora los trabajadores sanitarios que atendieron a Teresa Romero sin protección especial permanecen en cuarentena ante la posibilidad de contagio, ¿no se podía haber evitado?
 
Podemos seguir pensando que la culpa es únicamente de la auxiliar de enfermería o también podríamos empezar a pensar que hay una cadena de errores y por tanto se deberían de buscar responsabilidades políticas porque si hay algo claro es que el gabinete de crisis que se ha realizado para afrontar la situación de emergencia ha sido nefasto.
 
Aunque ahora, sí se actúa con rapidez y la Comunidad de Madrid ha decidido sacrificar a Excalibur, el perro de la auxiliar y de su marido ante el riesgo de que sea una vía de contagio de la enfermedad, pero sin tener la certeza de que es así porque no le realizaron las pruebas para descartar el virus ni tampoco permaneció en cuarentena.  
 
Lo siento, pero no entiendo nada, ni a mi país, ni cómo están gestionando esta crisis sanitaria y resulta complicado comprender por qué tomaron medidas tan tarde ante un posible caso de ébola, sin embargo al perro ni siquiera le dieron la oportunidad de "vivir" poniéndolo en cuarentena. Parece que la vida solamente es considerada como tal y se defiende cuando se trata de un humano, pero no cuando se trata de un animal, al menos en el caso de Excalibur.