Programar para tener hijos

Un proceso lleno de emoción donde se da fruto a una vida debe vivirse como algo maravilloso

El objetivo para la gran mayoría de las parejas es tener hijos. Se da por supuesto que vendrán en algún momento, pero al intentarlo y no conseguirlo, crecerá el desconcierto y más aún cuando las pruebas confirmen que puedes tenerlos pero no se sabe el porqué ¡no vienen!. El fracaso se instala en ese momento en la mente de ambos, a partir de ahí verán mujeres embarazadas por todas partes o cochecitos con bebes, y tú no te verás de esa forma nunca.

Estas son situaciones que hacen daño y evitarás todo lo relacionado con la infancia, ir a bautizos, cumples de niños de amigos y hasta alejarte de las amigas que están “preñadas”.

Formas diferentes de reaccionar

Una pareja tiene problemas de fertilidad cuando, pasados dos años de intentarlo no consiguen el embarazo, en ese momento se inicia un proceso donde aparte de investigar las causas, comienzan con los tratamientos necesarios para ser fértiles. El temor a no conseguirlo potenciará una presión sobre el sexo, convirtiéndose al final en algo programado y marcado en un calendario donde son prioridad los días “favorables” frente los demás, dejando de lado la espontaneidad y casi perdiendo con el tiempo el interés por las relaciones intimas. Surge la obsesión con la menstruación, ovulación y temperatura basal, aumentando la angustia por cada vez que no se consigue “un predictor positivo”. Recae sobre la pareja un impacto emocional que puede llevar a una pérdida de equilibrio, que cada uno lleva a su manera (por separado o en silencio) y a partir de aquí pueden incluso, planear un futuro diferente, ¿seguir juntos o no? o ¿luchar más por tener hijos?.

Cómo afecta

El varón tiende a no hablar sobre el tema, ni sobre su esterilidad, produciéndose distanciamiento y falta de comunicación entre ambos, eso no significa que no sienta o padezca. La maternidad suele ser un objetivo de la mujer y puede considerar que su vida está incompleta si no tiene hijos. Dialogar sobre los miedos ayudará a entenderse, además de qué sucedería si jamás se tuvieran hijos o si se contempla la adopción.

Dejar sitio

Muchas mujeres cuando dejan de obsesionarse o cuando sus circunstancias laborales o familiares cambian consiguen el embarazo. No se suele ser consciente de todas las responsabilidades que se llevan y lo ocupada que se puede estar, no dejando un “sitio” en todo ese mundo para el nuevo ser. Si ya ejerces de mama de todo tu entorno quizás no necesites tener más hijos o si no sientes seguridad en que lo vas hacer bien de alguna manera rechazarás pasar por la maternidad biológica. ¡Reflexiona como funcionas!.

Fecundación In Vitro

En una FIV se recolectan los espermatozoides del varón por masturbación, y se extraen los óvulos de la hembra, luego se unen en el laboratorio y se deposita el embrión resultante en el útero de la futura mamá. Este proceso increíble de la tecnología, puede parecer “frio” o carente de sentimientos porque él tiene que “cascársela” en un tubo, ayudado por revistas eróticas, además cuando no todos los embriones logran implantarse y crecer, aparte de lo costoso del procedimiento puede provocar que aumenten o desciendan las expectativas que se tengan de los resultados y te encuentres en una montaña rusa de emociones continua.

Cuando el bebé no llega

Para que una pareja sana agote el 80% de sus posibilidades para “embarazarse”, deben tener relaciones sin protección durante 12 ciclos ovulatorios. Deberán apoyarse más que nunca, sin bloquearse cuando no llegue ese hijo, y visualizar juntos y unidos que si verán aterrizar a la cigüeña en su hogar. Desde la fecundación con el ovulo deben pasar 15 ó 20 días hasta saber si se está embarazada, este periodo debe ser un tiempo vivido con amor siendo la mejor forma de recibir al bebe, viviendo en presente con todo lo que depare.