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Capitán D. Alonso Fernández de Lugo (I)

viernes, 05 de septiembre de 2014
Genealogía del Capitán D. Alonso Fernández de Lugo
Conquistador de Santa Cruz de Tenerife y Adelantado mayor de las Islas Canarias


En palabras de D. Antonio Rumeu de Armas, quizás el mejor biógrafo de Capitán D. Alonso Fernández de Lugo (I)D. Alonso Fernández de Lugo, lo define brevemente es éstos términos: "Alonso de Lugo no es ni mejor ni peor que otros conquistadores de la tierra. Tiene virtudes de unos y defectos de otros y viceversa. Su trato podría ser éste: valiente hasta rayar en la temeridad; es decir, más esforzado que buen capitán, mejor soldado que estratega –ello explica algunos de sus fracasos-; ambiciosos, y, como tal, andariego e inquieto; rebelde, unas veces, y sumiso y obediente, otras, según las circunstancias... En fin, hábil, mañoso, interesado, con pocos escrúpulos, arbitrario, despótico, gran protector de los de su linaje y en extremo devoto de los santos... Es el modelo de los conquistadores de todas las épocas, con todas las virtudes y vicios inherentes a su cargo. Su escenario es más reducido, pobre y bucólico que el que tuvieron para teatro de sus hazañas los grandes conquistadores de América; por eso su figura queda también en un discreto segundo plano".

El personaje

Alonso Fernández de Lugo y de las Casas, tal y como se podrá ver en la parte genealógica de este mismo trabajo, tiene sus raíces gallegas, repartidas entre las casas de la ciudad de Lugo, los Lugo, y de Santa Marta de Ortigueira, en A Coruña, aunque natural de Sanlúcar de Barrameda. Ha sido el conquistador gallego con más relevancia durante el reinado de D. Fernando II, de Aragón (1479-1516) y de su esposa Dª Isabel I de Castilla (1474-1504), más conocidos por Reyes Católicos; lo mismo que lo sería su hijo D. Pedro Fernández de Lugo, en tiempos Carlos V (1517-1558). No sabemos gran cosa de su niñez y juventud, pero su personalidad demuestra la ambivalencia propia de la figura del conquistador de América, que no era más que una terrible mezcla de crueldad y ambición o codicia, ello por una parte y a su vez gran capacidad y sentido de imponer orden y gobierno en las tierras conquistadas. Es imposible negar el trato y las crueldades a las que fueron sometidos los guanches, muchos de ellos, principalmente hombres vendidos como esclavos en los mercados de Valencia, donde su ultima aspiración de libertad no era otra que la muerte. Tampoco debe de negarse al conquistador su capacidad para la agricultura y el comercio de los que fue gran potenciador. Así lo recoge una Real Cédula dada por los RR.CC. en Tortosa en 28 de febrero de 1496 y los documentos autorizando el repartimiento de las tierras en las islas de Santa Cruz de Tenerife y San Miguel de la Palma, que llevan fecha del 5 y 15 noviembre de 1496.
Nuestro personaje, en 1478 a las órdenes de Juan Rejón, forma parte muy activa en la conquista de Gran Canaria y más tarde participa en expediciones a lado de Pedro de Vera, quien le confió el mando del castillo de Agaete, y lo mismo Tenerife y La Palma, que son las islas más importantes del archipiélago canario. Alonso Fernández de Lugo aprovechó al máximo su viaje a la Península para solicitar permiso recabar ayuda a la Corona con el firme propósito de acometer la conquista de las islas aun en poder de los indígenas. Siendo por los monarcas aprobada su propuesta, tras rectificar los repartimientos que le había otorgado Vera, el conquistador es nombrado gobernador de La Palma, y al mismo tiempo le conceden el privilegio del quinto de los cautivos y botín, que venía siendo la mitad de los quintos de Berbería y el de Tenerife; siéndole prometida la muy elevosa suma de 700.000 maravedís, siempre y cuando lograse la conquista de la Isla en él termino de un año. No se conoce con certeza la fecha en que logró desembarcar en La Palma, pero se presume que fue durante el mes de septiembre de 1492, no hallando oposición en Aridane ni en otros principados, posiblemente ello debido a la intervención de la indígena palmera bautizada con el nombre de Francisca de Guzmán, la misma que años más tarde se volvería contra el conquistador en defensa de sus hermanos de raza, que habían sido esclavizados y eran vendidos en los mercados lo mismo que cualquier otra mercancía.
Sin embargo Alonso Fernández de Lugo y sus tropas encontraron fuerte resistencia en otros bandos, donde sus jefes los menceyes acabarían por someterse en abril de 1493, a excepción de Tanausú de Aceró, que resistió en la Caldera y fue capturado al mes siguiente. Alonso puso al frente de aquella empresa a su sobrino Juan, para que atendiera la administración y reparto de las tierras, y proyectó la conquista de Tenerife, renunciado a los 700.000 maravedís prometidos por la Corona a raíz de la conquista de La Palma. Si bien dicha renuncia a sido condicionada al cambio del mando de la expedición a Tenerife. En la misma cabe distinguir dos etapas en la conquista de la isla. La primera de ellas estuvo marcada y fue saldada con la derrota de Acentejo, cuando corría el año 1494, siendo un fuerte fracaso militar para Fernández de Lugo y sus tropas, formadas en mayor parte por castellanos y canarios, aunque entre los primeros por sus apellidos bien su puede decir que ellos o sus inmediatos antepasados tenían origen galaico. La segunda etapa se llevó a cabo en octubre de 1495, en éste caso con un ejercito más numeroso, que para lograrlo incluso llegó el Lugo a vender el ingenio de Agaete, los propios bienes y los de su mujer, recibiendo a su vez amplia ayuda del duque de Medina Sidonia y de otros magnates. La estrategia de ataque fue mucho mejor planteada que durante las primeras incursiones y las actuaciones fueron llevadas con mucha mas cautela; logrando la primera victoria en el mes de noviembre de 1495 en Gracia, durante enero de 1496 logra vencer a los naturales en el lugar llamado a partir de entonces Victoria de Acentejo. Finalmente durante la primavera del mismo año, somete a sus ordenes en Realejo los que hasta ese momento habían sido los menceyes de la Isla, que fueron bautizados en Toledo: "e llevó consigo nueve reyes que avía en esta isla de Tenerife; e llevó estando Sus Altezas en Almaçán, el año de noventa y seis, e se los entregó, y Sus Altezas e tuvieron por muy bien servidos del dicho Adelantado". A raíz de la conquista de Santa Cruz de Tenerife, Alonso es nombrado gobernador y justicia mayor de ésta isla y también de La Palma. Fue nombrado Adelantado el 12 de enero de 1503, y confirmado en dicho cargo por Carlos I, en Barcelona, el 17 de agosto de 1519, con facultad de que lo heredera su hijo. Su gobierno a similitud de los conquistadores de las indias, lo realiza con mano firme y dura, con mucho despotismo y arbitrariedad. No obstante con buen instinto de las necesidades de gobierno. Su agresiva actuación desmesurada codicia le hacen acreedor de enormes gastos, a los que tiene que hacer frente vendiendo el ingenio de Agaete, venta que realizó en 28 de febrero de 1496; la misma ha sido confirmada por los Reyes Católicos. A su vez realiza la venta de indígenas en calidad de esclavos, método que ya habían practicado en la isla de La Palma y normal entre los conquistadores.
En el sometimiento de los guanches Fernández de Lugo tiene poco tacto, y no repara a la hora de esclavizar la condición de los distintos bandos, es decir, aliados o enemigos, ello le da igual, nefasto posicionamiento que da lugar a infinidad de reclamaciones e incluso la Corona se ve en la obligación de intervenir, mandando a Sánchez de Valenzuela, que era gobernador de Gran Canaria, con la orden de liberar a todos los isleños sometidos por el Lugo a la más dura esclavitud. Los Reyes Católicos, en sucesivas misivas, tratan de hacer comprender al conquistador que es necesario ir equilatando en cada caso el origen del cautiverio, tema que choca frontalmente con los intereses de los distintos colonos que los esclavizaban y algo muy difícil de afrontar por Alonso, y lo mismo que había pasado en la isla de la Palma, también aquí aparece en la escena una "autentica heroína" llamada María Morales, que defiende con tesón a sus hermanos de raza y procura para ellos conseguir su libertad.
Jurídicamente los nativos eran tratados igual que si fueran moros, es decir la aplicación del llamado "viejo código medieval" es decir infiel y enemigo de la fe cristiana. En aplicación de las capitulaciones reales, ello suponía que el conquistador pasaba a ser el dueño absoluto, tanto de las personas y ganados capturados, lo que le permitía disponer libremente de los humanos y de las bestias. Nuevamente, es necesario aplicar las distintas recomendaciones dadas por la Corona, ante el trato indiscriminado entre los sometidos de buen grado, que habían sido cuatro bandos y los cinco grupos de guerra resistentes. Alonso Fernández de Lugo, ante esta situación de recomendaciones reales, constante lucha por parte de alguna mujer por liberar a sus hermanos de raza, practica una política fluctuante, es decir estar siempre lo mejor posible posicionado a su interés y estado, algo muy común entre los conquistadores que seguían las antiguas costumbres medievales de tener al rey contento y de parte. Por otro lado, entra también en juego la merced de los quintos del botín hecha por los monarcas y, en último término, cabría también tener en cuenta las demás disposiciones que obran en las capitulaciones, las que no conozco de una forma literal.
Concluida la conquista, al conquistador en aplicación de las distintas mercedes y demás privilegios reales le corresponde hacer el reparto de las tierras que habían sido anexionadas a la Corona. Según se desprende de la Real Cédula del 5 de noviembre de 1496, estas no podían ser vendidas, primeramente entre sus compañeros de expedición y luego entre aquellos que se viniesen a vivir a las islas con sus familias. El reparto y la distribución se llevan a cabo de acuerdo con las normas reales, aunque muchas veces no se cumplen, y se especifica frecuentemente la clase de cultivo a que ha de destinarse cada cupo o lote, que suele ser caña de azúcar, viñedo, cereales, árboles y hortalizas. Con la finalidad de que los colonos no abandonaran las tierras, el gobernador prohibe su venta por el plazo inicial de cinco años, ello, a excepción de que tuvieran su autorización que se daba en circunstancias muy especiales. Al tener los nativos grandes extensiones de terreno sin cultivar y por lo tanto sin estar roturadas, hizo necesaria la entrada de colonos adinerados que en su mayoría eran de origen genovés, a los que el adelantado solía reservar buenos lotes pero también los más costosos a la hora de poner en funcionamiento. Con las sucesivas llegadas de colonos, posiblemente más de los precisos, ha sido necesario subdividir los cupos, muchos ya adjudicados, ello, motivando un descontento general. Pero de todas formas, la obligatoriedad del avecindamiento al menos durante cinco años y la consiguiente puesta en cultivo de la tierra permite el desarrollo de las dos primeras y principales industrias, la azucarera y la vinícola, que hacen intervenir a las islas en la economía europea.
Concluido el reparto del territorio, al conquistador le queda el botín, es decir los indígenas, ganados y muy posiblemente otras riquezas. Varios autores también señalan que trató de una forma infructuosa obtener beneficios de los cupos de las tierras.
Según nos dice el profesor Xesús Rábade Paredes: "Los cautivos de buena guerra, incluido el quinto real expresamente renunciando, le pertenecían como botín; los demás naturales, sí eran de paces, escapaban de su poder, y los restantes bandos, si habían burlado la captura en la lucha, ¿cómo justificar su naturaleza y aprehensión en la paz? Excluidos, pues, los cuatro bandos de paces, al adelantado le quedan unos pocos indígenas de los cinco bandos restantes, casualmente cautivos, aparte de unas cuantas cabezas de ganado, hecho que pone de relieve la apremiante situación económica de los primeros años". El conquistador se había quedado sin apenas peculio para hacer frente a los numerosos acreedores, salvando la situación económica con la venta de esclavos, sin reparar a que bando habían pertenecido, es decir daba igual que fueran los que voluntariamente aceptaron ser sometidos y los que lo fueron por la fuerza. Repasando la obra de Antonio Romeu Armas, y otras sobre el mismo tema, es frecuente en las mismas hallar referencias a lotes de esclavos vendidos en Valencia, cuyo importe líquido no percibía el Lugo sino que pasaba directamente a sus acreedores. Con el paso de algunos años, ya no serán la venta de indígenas, ¿quizás por que ya no quedaban? Se pasaría a vender azúcar y otros productos agrícolas.
En 3 de mayo de 1493, funda la que se llamó en principio Villa del Apurión, y al poco tiempo se conoció como Santa Cruz de la Palma. En las cuevas de Carias tuvo lugar la primera reunión del Cabildo o Ayuntamiento de la isla, que regiría los destinos de la isla desde entonces. El 14 de mayo de 1506 fundó la ermita de San Miguel en la plaza que lleva su nombre; en 1509 puso la primera piedra al convento grande de San Francisco, cuya capilla mayor costeó y señaló para enterramiento de su familia.
La abundante documentación que se custodia de los hechos, entre la misma merecen destacarse las reales cédulas y otros de verdadera importancia que están custodiados en el Archivo General de Simancas. De hecho su consulta nos refleja la presencia de esclavos de cada uno de los nueve bandos en que se hallaba dividida la isla de Tenerife en el momento de la llegada de Alonso Fernández de Lugo. Esto llevó a dar píe a una serie de reclamaciones y largos pleito por parte de los naturales, promovidos por la propia iniciativa unas veces y otras ayudados por algunos castellanos que también apelan a la justicia real. En definitiva el conquistador no es ni mejor ni peor que otros conquistadores, por otra parte, su conducta es similar o muy parecida a la de cualquier otro de sus contemporáneos, ni más ni menos.

Pedro Fernández de Lugo Xuárez Gallinato, nació en Sevilla en 1475, falleció en Santa Marta en 1536; hijo del anterior Alonso Fernández de Lugo y de las Casas, y de su primera esposa Dª Catalina Suárez Gallinato; por lo tanto de origen gallego. Acompañó a su padre en la conquista de La Palma y Tenerife, siendo casi un niño, y a la muerte de éste en 1525 heredó el titulo de Adelantado mayor de Canarias que había solicitado en 1519, sucediéndole en calidad de gobernador de las islas de La Palma y Tenerife, siendo a su vez capitán general de la costa africana comprendida entre los cabos de Aguer y Bajador. Sirvió a los Reyes Católicos en la conquista de las Islas Canarias, en 20 de febrero de 1497 fue nombrado paje de la Reina Dª Isabel; obtuvo repartimiento en la aldea de San Nicolás
El sistema de gobierno empleado por él prácticamente en nada se diferenciaba del que había empleado su padre, es decir, un sistema despótico y arbitrario, cargado de numerosas quejas que incluso llegaron al mismo rey Carlos V (1517-1558), quien en 1526 se vio obligado a expedir una cédula real de garantía a los súbditos canarios, que curiosamente surtió efectos prácticos, y –digo curiosamente- dado que la mayor parte de los contenidos o estipulaciones de las cédulas reales en materia de establecer una mínima caridad acerca de los indígenas en raras ocasiones tenían un efecto práctico. Ello ha sido a raíz de la ejecución de Pedro Hernández de Alfaro, y ante la denuncia de su viuda, que era sobrina del conquistador Alonso Fernández de Lugo. Pedro Fernández de Lugo, fue desposeído del cargo de gobernador, al que volvió a acceder un año más tarde, para ser definitivamente cesado en 1536.
Entre otras empresas emprendidas por el Lugo, está la expedición a la costa de África; además de conseguir para los colonos algunos privilegios y exención de tributos. Como persona ambiciosa y deseosa de un mayor poder le llevaron a pedir el gobierno de Santa Marta, en la actual Colombia, petición que le fue aceptada en 1535, siendo nombrado gobernador y capitán general de Santa Marta, además de serle concedido el derecho sucesorio de su hijo en dicho cargo, siempre y cuando cumpliera el compromiso de descubrir el interior. Estas circunstancias para él tan beneficiosas y a su vez deseadas le obligaron a embarcase ese mismo año hacia los nuevos reinos de indias. Llevó una tripulación de 1.500 hombres y, una vez en Santa Marta, organiza una expedición contra los indios bondas, continuada luego por su hijo, que huye a España con el botín de la campaña. Al poco tiempo organizó otra nueva expedición al interior, bajo el mando de Jiménez de Quesada, que salió de Santa Marta en el mes de abril de 1536. No obstante el Lugo no ha podido disfrutar del éxito de esa expedición tan descubridora de las tierras que más tarde formarían el reino de Nueva Granada, dado que el conquistador falleció en pleno desarrollo de la campaña en 1539.

El linaje

Según nos menciona el Padre Crespo, dice que reconocen el mismo origen que los Fajardo, los Gallego, los Vivero. Su antigüedad se hace remontar casi a los albores de la Reconquista, nada menos que al Rey D. Fruela I (756-758), el cual habría tenido un hijo natural de Dª Ermesenda Romáriz, señora de la villa de Santa Marta de Ortigueira. Habiendo en un principio dos casas principales, la de Ortigueira y la de Lugo, precediendo de esta última los que conquistaron y poblaron las Islas Canarias, entre ellos el personaje más importante se puede decir que fue el Capitán D. Alonso Fernández de Lugo y de las Casas, del que hemos realizado una pequeña biografía del él y de su hijo Pedro Fernández de Lugo.
De ésta misma prosapia salieron miembros que conquistaron y repoblaron la provincia de Santa Marta (ahora en los límites de Colombia). El nombre de la misma no fue tomado al azar si no que se debe en recuerdo de la cuna común de los de su apellido. Los miembros del poder civil y militar de la ciudad de Lugo les dieron importantes prerrogativas y preeminencias, ello tanto por ser originarios de la misma y también por haber sido importantes repobladores, cuando está prácticamente se halla deshabitada o con una muy mermada población. Entre las prerrogativas eclesiásticas estaba la de tener asiento en la capilla mayor de la catedral lucense y de ser sepultados en la antigua capilla de los reyes ahora de San Froilán y del Pilar.
Miembros de éste linaje probaron su nobleza con varios Títulos y también al entrar en diversas Ordenes Militares, como ha sido en la de Santiago, en 1574. De las primitivas casas de Galicia pasaron a Castilla la Vieja, Andalucía, Islas Canarias, y de éstas a Santa Marta, en las Indias.
Armas: D. Julio de Antienza, en su famosa obra Diccionario Nobiliario Español, nos dice que el referido linaje es gallego, descendiente del Rey D. Fruela I, por su nieto el Conde D. Rodrigo Romaes.
Las más primitivas son: en campo de oro, tres rocas, y sobre ellas tres ortigas, con siete hojas de sinople cada una, sobre ondas de azur y plata, tal y como se pueden ver el primer cuartel siniestro del jefe, del escudo que figura al comienzo de la escritura de institución de Mayorazgo de D. Alonso Fernández de Lugo.
Las más comunes son: de gules, con una cruz de sinople, perfilada de oro y floreteada, y cantonada de cuatro espigas de oro. Según parece las espigas deben ser una clara referencia heráldica a que fueron señores de Pallares.
Las armas de los Lugo aparecen en diversos blasones que se pueden ver en el lugar de Oimbra, pueblo cercano a la villa de Verín, donde más de un escudo las tiene enlazadas con las de los Yanez, o Yáñez de Lugo, Fonseca y Baamonde.

El escudo de armas de D. Alonso Fernández de Lugo

Según se recoge en un documento custodiado en el Archivo de Simancas, sección Registro del Sello, de noviembre de 1496, entre otras mercedes los Reyes Católicos conceden licencia al Adelantado para que en medio de su escudo pueda colocar dos castillos y dos islas, dice el documento: "Por quanto a los Reyes e Príncipes es propia cosa –dicen- honrrar e sublimar e fazer gracias e mercedes a sus súbditos e naturales, especialmente a quellos que bien e lealmente les syrven: lo qual por nos acatado e considerando los muchos e buenos e leales serviçios que vos Alonso de Lugo nos avedes fecho e fazedes de cada día, espeçilamente en las conquistas de las ylas de Thenerife e Sant Miguel de La Palma, que vos e por que puede memoria de tan señalados servicios de vos e de vuestro linaje e descendientes... tehenemos por bien es nuestra voluntad e merçed que alende e demás de vuestras armas, de vos dar por armas las dichos dos yslas e dos fortalezas en medio dellas, para que las podáys meter e matáys en el escudo de las dichas armas que agora vos thenéys; las quales vos trengáys e traygáys en vuestro escudo e reposteros, e después de vos vuestros desçendientes e linaje..."
El blasón de Alonso de Lugo, con los nuevos cuarteles añadidos a su escudo por los Reyes Católicos, figura en la primera página de la escritura de institución de mayorazgo realizada en 18 de febrero de 1512, que fue aprobado por la Reina Dª Juana. Dicho instrumento se halla en el Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife.
El escudo quedó dividido en seis cuarteles, es decir terciado y cortado: son cuartel diestro del jefe las armas de los Mosquera que son de plata, cinco cabezas de lobo de sable, degolladas y sangrantes, linguadas de gules, colocadas en aspa. Cuartel del centro de gules dos castillos de oro, armas dadas al conquistador por los Reyes Católicos. Cuartel siniestro del Jefe armas de los Vivero que son de oro, con tres rocas de púrpura, sostenidas de ondas de azur y plata, sumada cada una de un píe de ortigas con siete hojas de sinople. Cuartel diestro de la punta las armas de los Fernández que en este caso son en campo de oro cinco hojas que bien pudiera corresponder a cinco flores de lis, propias de los Fernández de la Rioja, ello según indica el heraldista Eduardo Seijas Vázquez. No descarto que también se pueda tratar de una versión del linaje de los Figueiroa. Cuartel central de la punta de azur franjas ondeadas y dos islas en verde claro, merced de los RR.CC. Cuartel siniestro de la punta las ondas de los Goyanes, de plata franjas ondeadas de azur.
El carmelita Fray Manuel de la Fuente, citado por Viera y Clavijo, en la obra "Historia de Canarias" Tomo segundo, editado en Santa Cruz de Tenerife en 1951, dice en la página 251, nota primera, da como lema del escudo de armas del primer Adelantado, en la dedicatoria de libro de su religión a doña Parcia Magdalena Fernández de Lugo, Princesa de Ásculi, la frase "Quien lanza sabe monver, ella le da de comer"; pero dicho lema no figura en la escritura de fundación de Mayorazgo, donde aparece el mencionado escudo de armas que reproducimos, ni tampoco figura en ningún documento que sea coetáneo a dicha fundación.

Genealogía

Siguiendo el hilo conductor que establece D. Francisco Fernández de Béthencourt en su monumental obra "Nobiliario y Blasón de Canarias" y también otro gran estudioso de este linaje que fue el Padre Crespo en "Blasones y Linajes de Galicia", resulta que la rama troncal, es decir la más antigua por línea de baronía directa da comienzo con Sancho Romaiz de Lugo, a quien se concedió el blasón de la cruz de oro en campo de gules, según la referencia que hace Fray Felipe de la Gándara en su obra Nobiliario de Galicia. Hijo de Sancho Romaiz fue Ruy Froila de Lugo, casado con doña Inés de Novoa Bolaño, o Bolaños, que fueron padres de Fernán Yáñez de Lugo, que según parece fue sepultado en la capilla de San Froilán de la Catedral de Lugo. Los anteriores han sido padres de Lope Pérez de Lugo, señor de la casa solar de los Lugo; casado con Dª Berenguela Rodríguez de Vivero, señora de la misma villa. A su vez estos fueron padres de Pedro López de Lugo, Mayordomo Mayor del Rey D. Alonso XI (1312-1350), Guarda Mayor de su cuerpo, del Consejo de la Puridad y Confirmador de los reales privilegios. Pedro López de Lugo contrajo matrimonio con doña Osenda Pérez de Sotomayor y Monterroso, de quienes fue legítimo hijo Rodrigo López de Lugo, Escribano Mayor del reino de Galicia, Alcaide de Lugo, popularmente conocido por el ataúd. Éste señor matrimonió con Dª Leonor López de Ocampo, quienes fueron padres de Lope Alfonso Yáñez de Lugo y Ocampo, Señor de la Casa Solar de los Lugo; hermano de Rodrigo López de Lugo, Álvaro López de Lugo, Alonso López de Ocampo y Juan López de Ocampo, conjuntamente con ellos entabló litigio con el Obispo de Lugo sobre las preeminencias de su familia en aquella S.I.C.B., de que ganó Real Carta Ejecutoria en la Real Audiencia de Galicia. El anterior Lope Alfonso Yáñez de Lugo y Ocampo contrajo matrimonio con Dª Teresa García de Baamonde y Montenegro, Señora de las Casas de Baamonde y Montenegro y de la fortaleza de Pallares; quienes fueron padres de Rodrigo López de Lugo, Señor de la Casa de Baamonde y de la fortaleza de Pallares, y de Dª Leonor López de Monterroso y Ulloa, de los Señores de la Casa de Aimiel. Según D. Francisco Fernández de Béthencourt, los anteriores fueron padres de:

Álvar Yáñez de Lugo, sucedió en la casa solariega antigua de los Lugo en Galicia y fue primer Señor de Vilalba de Adaja y del Castillo de Fuencastín y sus tierras. Caballero de la Orden de Santiago, Comendador de Montiel, Doncel del Rey de Castilla D. Juan II, que por su Real Cédula dada en Ocaña en 1480, refrendada de Pedro Fernández de Lorca, le hizo merced de aquellos señoríos con facultad de nombramiento de alcaldes, beneficiados y otras preeminencias.

1º, Pedro Fernández de Lugo, nació en el Solar de su familia, en tierras gallegas, y fue el primero de ella que pasó a residir en Andalucía, estableciéndose en Sevilla, muy posiblemente en los primeros años del siglo XV. En dicha ciudad matrimonió con Dª María Gutiérrez de Escanlate, de cuya unión fueron legítimos hijos:

Pedro Fernández de Lugo Señorino, que sigue.

Alonso Fernández de Lugo, de quien trataremos después.

2º, Pedro Fernández de Lugo Señorino, natural de Sanlúcar de Barrameda; según parece, vivió siempre amparado por su nobleza y con muy buenas relaciones con la justicia de aquella ciudad. Contrajo matrimonio en Sevilla con Dª Inés de las Casas, también figura en varios documentos con el apellido Casaus; legítima hija de D. Guillén de las Casas, Tesorero Mayor del Rey D. Juan I, descendientes de los Vizcondes soberanos de Limoges, y consta de diferentes instrumentos que fueron padres de:

Pedro Fernández Señorino de Lugo, vecino de Sevilla, Alcaide de Cádiz, que sirvió a los Reyes Católicos en la conquista de Canarias y obtuvo en repartimiento las aguas y tierras de la aldea de San Nicolás, ello según consta por los instrumentos pasados ante el escribano de La Laguna D. Juan de Anchieta en 22 de febrero de 1539 y 10 de mayo de 1540. Contrajo matrimonio con su prima Dª Isabel de las Casas, siendo padres de:

Juan Fernández de Lugo, Conquistador de la Palma, Teniente de Gobernador, Alcalde Mayor de la isla y repartidor de sus tierras por el señor Adelantado, su tío, quien en data de 14 de octubre de 1524 le llama "mi sobrino, hijo de Don Pedro Fernández de Lugo, mi hermano". Contrajo primeras nupcias con Dª Catalina López, de quienes fue legítima hija doña Elvira de Lugo, que matrimonió con D. Francisco Rodríguez, Conquistador de la Palma, siendo los progenitores de la Casa de Salar en Tenerife.

Francisco de Lugo, Señor de la aldea de San Nicolás en la isla de Gran Canaria; marido que fue de Dª Luisa Riverol, que era su sobrina; legítima hija de su prima segunda Dª Francisca de Quijada de Lugo y de Juan Bautista Riverol, su marido, a quien hizo carta dotal, en 20 de julio de 1517, por ante el escribano de La Laguna D. Hernán Guerra. Francisco de Lugo, otorgó testamento en la misma ciudad ante el escribano D. Juan del Castillo en 25 de enero de 1540, y su viuda ante el mismo notario de los reinos de España en 1572. A su vez los anteriores fueron legítimos padres de: a/ Guillén de Lugo Casaus; b) Pedro Fernández Señorino; c) Rodrigo Señorino; d) El Licenciado Alonso de Lugo, que fue Vicario en Méjico; e) El Licenciado Francisco de Lugo, que fue presbítero; f) Fray Luis de Lugo, de la Orden de San Francisco; g) Dª Francisca de Lugo, quien contrajo matrimonio con el noble caballero Lope de Mesa, siendo los progenitores de los Marqueses de Torre Hermosa.

Pedro Fernández de Lugo Señorino, que vivió en La Palma y administró los bienes del Adelantado en aquella isla. Falleció en 1518, mandó fundar una capellanía en la iglesia parroquial del Salvador y nombrando por su legítimo heredero a su hermano mayor D. Francisco de Lugo.

Doña Ana de Lugo, contrajo matrimonio dos veces, ello, según se desprende de la lectura de su testamento otorgado en 6 de abril de 1519 ante el escribano de los reinos D. Antón de Vallejo. Fue su primer marido el Conquistador D. Pedro Benítez de Lugo, apodado el Tuerto, que era primo hermano suyo; en segundas nupcias sé desposó con D. Pedro de Vergara, otro de los celebres conquistadores de Tenerife, isla de la que fue Alcalde Mayor, Regidor y Aguacil Mayor, además de Mensajero en la Corte de S.M. entre otros cargos.

D. Alonso de Lugo, que sigue.

Fray Luis Manuel de Lugo, fue religioso de la Orden de Predicadores, además de un sacerdote de excelentes virtudes; acompañó en su hermano en la campaña de Tenerife.

Doña Inés de Lugo, contrajo matrimonio con D. Juan Benítez Pereyra, señor de la Villa de Montillos, Almirante de la Armada del Océano. Según nos dice Fernández de Béthencourt "tronco de todas las ramas de la Casa Benítez de Lugo".

3º, Don Alonso Fernández de Lugo de las Casas, fue segundo hijo de D. Pedro Fernández de Lugo Señorino y de su esposa Dª Inés de las Casas. Según se puede leer en el correspondiente apartado fue General, Justicia y Adelantado de las Islas Canarias, Conquistador de la Gran Canaria, La Palma y Tenerife, Capitán General de la costa de África desde cabo de Guer hasta el de Bajador. Nació en San Lucas de Barrameda. Otorgó testamento en 13 de marzo de 1525 ante el escribano D. Juan Márquez; falleció el 20 de mayo del mismo año, siendo su cadáver enterrado en la iglesia de San Miguel de las Victorias.
Don Alonso Fernández de Lugo y de las Casas, contrajo matrimonio hasta tres veces; la primera fue con Dª Catalina Xuárez Gallinato, hija de D. Fernán Xuárez Gallinato, señor de la Casa de sus apellidos en Andalucía. Fruto de ésta unión fueron tres hijos: a) D. Pedro Fernández de Lugo Xuárez, que fue el segundo Adelantado. b) D. Fernando de Lugo, fue Paje de los Reyes Católicos, falleció hacía 1510 cuando estaba en la plenitud de la vida, acerca de su muerta hay más de una versión, algunos cronistas dicen que perdió la vida peleando contra los moros en la escaramuza sobre Tagaost; otros, entre ellos Núñez de la Peña, nos dicen que fue debido a una caída de un caballo en un torneo; pero, acaso, en una riña en La Laguna; c) Dª Beatriz de Lugo, que falleció soltera.
En segundas nupcias D. Alonso Fernández de Lugo y de las Casas matrimonió con Dª Beatriz de Bobadilla, Dama de la Reina Católica, viuda de Fernán Peraza, Señor de las islas de La Gomera y Hierro, de ésta unión que tuvieron sucesión.
En terceras nupcias D. Alonso Fernández de Lugo y de las Casas fue marido de Dª Juana Mesieres, Dama y deuda de la Reina doña Germana de Foix, segunda mujer de D. Fernando el Católico. De éste matrimonio tuvieron dos hijos que son: a) Dª Constanza de Lugo, contrajo matrimonio con D. Diego Pérez de Santisteban y Sandoval, Caballero de la Orden de Santiago, Comendador de Criptana y Mayordomo de los RR.CC. b) Doña Luisa de Lugo, contrajo matrimonio con D. Juan Pérez de Cabrera, vecino de Cuenca, Gobernador y Capitán General de Honduras, dicho señor procedía de la Casa de los Marqueses de Cañete. Legítima hija de los anteriores, es decir, de D. Diego Pérez de Santisteban y Sandoval y de su esposa Dª Constanza de Lugo, fue doña Jacoba de Cabrera y Lugo, a quien el Marqués de Cañete, que era su tío, y Virrey del Perú, casó en Lima con el Mariscal D. Melchor Vázquez de Arce, hermano de D. Rodrigo Vázquez de Arce, Presidente del Consejo Supremo de Castilla, fue el fundador del mayorazgo de la Villa de Carpio; estos fueron padres de D. Diego Vázquez de Arce y Lugo, quien matrimonió en Lima con doña Ana de Cepeda y Rivera, legítima hija del Licenciado D. Juan López de Cepeda, que era Presidente de la Real Audiencia de Charcas, y de Dª Isabel de Rivera, de cuyo matrimonio fue legítima hija Dª Luisa de Arce Lugo y Cabrera, quien se desposó con D. Luis Fernández de Córdoba, Señor de la Villa de Carpio, Caballero del a Orden Militar de Santiago, del Consejo Supremo de Guerra, Capitán General de las Islas Canarias y Presidente de su Real Audiencia, de la ilustre Casa de los Marqueses de Guadalcázar (1638-1643).

4º, Don Pedro Fernández de Lugo Xuárez Gallinato, ha sido el segundo Adelantado del Archipiélago de Canarias, además de Capitán General, Gobernador y Justicia Mayor perpetuo en las islas de Tenerife y La Palma; siendo designado heredero por su padre según el acuerdo tomado por el Cabildo en 20 de octubre de 1521, siendo confirmada dicha designación por el rey Carlos V en Valladolid el 27 de marzo de 125, según consta en el Protocolo de Juan Márquez, folios 574-577. A su vez ha sido Conquistador y Adelantado de la provincia de Santa Marta de Indias, su Gobernador y Justicia Mayor, en el actual estado de Colombia. En las Islas Canarias ejerció el mando supremo de las mismas durante 1535 a 1536; durante su mandato fue establecida la Real Audiencia de Canarias, (1527), y concedido el titulo de ciudad hasta entonces Villa de La Laguna (1531), con el epíteto de Noble (1534), y la fábrica de la iglesia de Nuestra Señora de Candelaria; tanto la iglesia y la ermita de Santa María Magdalena, habían sido fundaciones de D. Pedro de Lugo, además éste noble aportó el terreno suficiente y colindante a unos de los templos señalados para levantar en dicho solar el Real Convento de Señora de Candelaria, que era atendido por frailes dominicos. El mismo adelantado a tenido gran interés por dicho santuario, situado muy cerca de la famosa cueva, donde, según la leyenda, se apreció a los nativos la milagrosa imagen.
Pedro Fernández de Lugo, en 1535 capituló con el Rey Carlos V la conquista de Tierra Firme a sus expensas, y bajo las condiciones de que él y sus hijos y demás legítimos descendientes serían gobernadores perpetuos de toda la tierra que conquistasen; teniendo a su vez, la facultad de cobrar tenientes, tomarían la doceava parte de los reales derechos y podrían incorporar esta renta a su Mayorazgo fundado en Canarias. Desempeño prodigiosas hazañas, las mismas están llenas de historias, quizás muy fábuladas, que guardan relación con aquellos pueblos, de haber conquistado para la Corona inmensos territorios, fundado ciudades y levantado una nueva república bajo la soberanía del Emperador Carlos I de España. Falleció en una extrema pobreza en la ciudad de Santa Marta en 1536
Alonso Fernández de Lugo y Xuárez Gallinato, contrajo matrimonio en Tenerife con Dª Inés de Herrera y Ayala, hermana del famoso Conde de la Gomera D. Guillén Perra, y legítima hija de D. Fernán Peraza y de Dª Beatriz de Bobadilla, señores que eran de las islas de La Gomera y Hierro. Los anteriores fueron legítimos padres de dos hijos, que son D. Alonso Luis Fernández de Lugo y Herrera Ayala, que sigue. Doña Beatriz de Lugo y Ayala; de ella sabemos que contrajo matrimonio mediante poderes el 28 de noviembre de 1528 con D. Álvaro de Fuentes y Guzmán, que era el séptimo Señor de Fuentes y Talhara, siendo éstos padres al menos de diez hijos que pasamos a señalar. A) D. Álvaro de Guzmán, a él correspondió el titulo de octavo Señor de Fuentes y de Talhara; Matrimonió con una señora de largos apellidos llamada Dª Aldonza Gutiérrez de los Ríos de las Casas y Fernán Nuñez. B) D. Gómez de Guzmán, fue Caballero de la Orden Militar de Santiago. C) Don Silvestre de Guzmán, lo mismo que su hermano a sido Caballero de la misma orden y camarero del Papa Gregorio XIII. D), D. Juan de Guzmán, fue Caballero del Hábito de Alcántara, Camarero y Capitán de la Guardia de D. Juan de Austria, además de gran privado de este Príncipe. F), Fray Alonso de Guzmán; G), Fray Pedro de Guzmán; I), Dª Blanca de Guzmán, contrajo matrimonio con D. Gonzalo de Mesía Carrillo, también Caballero de la Orden de Santiago. J), Doña Inés Pera, fue monja y abadesa del Convento de San Clemente el Real de Sevilla.
5º, Don Alonso Luis Fernández de Lugo Herrera y Ayala, han sido el tercer Adelantado de las Islas Canarias, Adelantado y Conquistador de Santa Marta, sucesor en los Mayorazgos fundados por su abuelo. En 1535 ingresó en la Orden Militar de Santiago. Lo mismo que habían hecho sus antepasados, es decir su padre y su abuelo, acometió importantes empresas en las indias y continuó con las ya establecidas por los mismos; fundó varias poblaciones, aumentó otras, descubrió importantes minas y acrecentó los dominios de la Corona española en los nuevos reinos. Fue ampliamente recompensado por el Rey Carlos V, siendo nombrado Coronel de un Regimiento de Caballería en Flandes y en Alemania, General de las tropas enviadas al socorro de la isla de Córcega contra los franceses y turcos, a quienes hizo retirar recobrando la isla. Falleció en Gante, ciudad donde no se conserva su enterramiento.
D. Alonso Luis Fernández de Lugo Herrera y Ayala, había contraído matrimonio con Dª Beatriz de Noroña y Mendoza, legítima hija de D. Juan de Hurtado y Mendoza y de su esposa Dª María de Sarmiento y Castro, Condes de Ribadavia y vecinos de la ciudad castellana de Valladolid. Doña Beatriz, era hermana de la Marquesa de Camarasa, viuda al contraer matrimonio su hermana de D. Francisco Sarmiento, de la Casa de los Condes de Rivadavia. D. Alonso Luis Fernández de Lugo y Ayala y su esposa Dª Beatriz de Noroña y Mendoza, fueron legítimos padres de dos hijos, que son nombrados A) D. Alonso Luis Fernández de Lugo Noroña y Mendoza, sucesor. B) Dª Luisa Fernández de Lugo Noroña y Mendoza, que fue Dama de honor de la Reina Dª Isabel de la Paz, segunda esposa de Felipe II. Contrajo matrimonio con D. Nicolás Martín, que era Duque de Terranova
6º, D. Alonso Luis Fernández de Lugo Noroña y Mendoza, ha sido el cuarto Adelantado de las Islas Canarias, ingresó en la Orden Militar de Santiago en 1577, (algunos documentos dicen que ingresó en 1574, pero creemos que se trata de error de transcripción). Tuvo una corta vida, treinta y seis años y medio, y es conocido con los nombres de D. Alonso el Lindo y el Hechizado. Contrajo matrimonio en Valladolid con Dª María de Castilla, legítima hija de D. Francisco de Persoa y Dª Isabel de Castilla. La mencionada Dª María de Castilla Persoa era Dama de la Reina Dª Isabel de la Paz, y el matrimonio no tuvo sucesión, extinguiéndose así la línea de baronía del Conquistador D. Alonso Fernández de Lugo.
A su fallecimiento heredó esta Casa y Mayorazgo y fue quinta Señora del Adelantamiento de Canarias su sobrina carnal la Princesa Dª Porcia Magdalena de Lugo, Duquesa de Terranova, que era hija de D. Nicolás Marín y de su esposa Dª Luisa de Lugo, ya referenciados en éste trabajo.
Doña Parcia Magdalena de Lugo, contrajo matrimonio con D. Antonio Luis de Leiva, que era el cuarto Príncipe de Ásculi, Marqués de Atela, Conde de Monza, Grande de España, Maestre de Campo General en Flandes y Capitán General del ejército de la Liga Católica. Dicho matrimonio fueron padres de:

D. Antonio Jorge de Leiva Fernández Lugo, que fue el sexto Adelantado de las Islas Canarias, y a su vez Príncipe de Ásculi, Marqués de Atela, Conde de Monza; Caballero de la Orden Militar de Santiago, Merino de la Reina doña Margarita de Austria y Maestre de Campo en Nápoles. Contrajo matrimonio con Dª Ana de Florentina de Cerda, nieta de los Duques de Medinaceli, no habiendo sucesión.

D. Luis Jorge de Leiva y Lugo, fue Maestre de Campo de Infantería española en Lombardia.

D. Pedro Fernández de Leiva y Lugo, fue Capitán de Caballos en Italia.

Todos éstos hermanos no han tenido sucesión, ello, ha sido el motivo por el cual entró la Casa, Mayorazgo y título de Adelantado de las Islas Canarias en la poderosa familia de los Condes de Talhara y Torralba, representantes de Doña Beatriz de Lugo, Señora de Fuentes y Talhara, hermana del tercer Adelantado D. Alonso Luis, por su hija Dª Blanca de Guzmán y Lugo, esposa de D. Gonzalo Mesía Carrillo, Caballero de la Orden de Santiago, y abuela de Dª Blanca Mesía de Guzmán y Lugo, primera Condesa de Torralba, y de Dª Paula Mesía, Señora de Villaseca.
Según la obra de D. Manuel de Ossuna y Van Den Heede, titulada "El Regionalismo en las Islas Canarias" fue el último poseedor del Mayorazgo del Adelantado de las Islas Canarias D. Juan Bautista de Cabrera Bermuy Fernández de Lugo, Marqués de Villaseca, de Fuente y de la Rosa, Conde de la Jarosa, de Talhara y de Villanueva de Cárdenas. Dicho señor falleció en Madrid en 1875.
López Pombo, Luis
López Pombo, Luis


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