Pobreza en Galicia

Más 18.000 familias con menores a su cargo padecen pobreza severa en Galicia. Aunque el porcentaje se incrementa si se tiene en cuenta el informe elaborado por la Consellería de Benestar que eleva al 26% los hogares con niños en riesgo de pobreza. Los resultados obtenidos en este estudio servirán para que la Xunta trate de buscar soluciones efectivas antes de que finalice el año. Parece mentira que estas cifras pertenezcan a un país supuestamente desarrollado como España y concretamente a Galicia. Resulta increíble que en pleno siglo XXI se pase hambre y que los niños -a los que se debe proteger siempre- sufran carencias alimenticias que les afectará a su desarrollo y a su salud.

Las familias más perjudicadas por las consecuencias de la crisis pertenecen a las áreas urbanas y no a los núcleos rurales. Esto se debe a que en el medio rural la red de apoyo familiar es mayor, la vivienda es más barata, existe autoconsumo y los precios en general suelen ser más económicos que en las ciudades. Pontevedra y Orense son las provincias donde hay más familias con menores a su cargo en situación de riesgo.

El informe se ha realizado teniendo en cuenta cuatro variables para determinar el riesgo de pobreza en las familias, como por ejemplo no poder permitirse salir de vacaciones una vez al año; comer carne, pollo o pescado cada dos días; afrontar gastos imprevistos; atrasos en el pago de la hipoteca o recibos de servicios básicos; que no pueden disponer de vehículo propio, teléfono o la imposibilidad de mantener la vivienda a una temperatura adecuada.

A más de un político se le debería de caer la cara de vergüenza de viajar en preferente o cobrar un sobresueldo en dietas muy superior a la media del salario de cualquier ciudadano, mientras hay niños y familias que en España pasan hambre. También resulta repugnante que se destine 1,4 millones para renovar los móviles y el ADSL de los diputados, mientras hay miles de familias que no pueden comprar ni una barra de pan. Todos los ciudadanos pueden permanecer años con el mismo móvil y ADSL, excepto los diputados. Yo me pregunto, ¿necesidad o consumismo innecesario? ¿No estaría mejor empleado ese dinero para ayudar a las familias que lo necesitan? Después dicen que no hay dinero, aunque depende para qué.