Una doble vida
martes, 25 de marzo de 2014
A mí me gustaría llevar una doble vida
Pues sí, para qué te voy a engañar, a mí me encantaría llevar una doble vida; pero no es fácil porque en mi caso no puede ser en cualquier sitio. Las únicas ciudades en las que podría serían Madrid y Barcelona; pero yo, acostumbrado a ver el mar, a ver las gaviotiñas aquí en Galicia, y esa mirada tierna/ternera de as vaquiñas en la aldea
qué quieres que te diga, complicado el asunto este porque además, esas urbes son muy grandes, muy incómodas, con mucha gente, con
bo, otra frustración. Apunta Pepe, que una más
Si yo pudiera superar este trauma de despegarme del Atlántico y viviera en Madrid o Barcelona
pues eso de llevar una doble vida sería más sencillo, sería como vivir en dos dimensiones y entonces tendría dos mujeres y ellas lo aceptarían, ni se mosquearían: Tendría una con la que viviría en superficie y otra, bajo tierra, en el metro.
Con la de superficie pues haría lo que hacemos todos: saldría a dar una vuelta, a tomar algo, a alguna fiesta, ver unos escaparates
vamos lo que conlleva esto de ser marido; y con la de intramundo, con la del agujero, con la soterrada, sería lógicamente una relación un tanto más profunda, tipo mina, más interna, más filosófica.
Es más, parte de la relación (y eso para mi es vital, que soy muy friolero) iría en función del parte meteorológico. Que hace mal tiempo
pues con la del metro; que es un día soleado
con la de superficie; llueve dos días
pues dos días en el metro; una semana, pues una semana; que un mes
hombre un mes con la del subterráneo no.
Si es un mes tendría que subir para ver si vive la de a nivel, si está viva o busco otra, pero no por egoísmo eso de liarme con otra y dejar a la difunta
que al entierro iría aunque cayeran chuzos y tuviera que estar por lógica con la del metro.
Que
que soy egoísta
oye, que he dicho subir a ver si la de superficie esta viva, no matarla, o voy a tener yo la culpa ahora que la de la planicie se quede fiambre
también es que os ponéis
Y además, y si no lo encuentro porque ha encontrado a otro y está en el metro
Guisande, Manuel
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