Adiós, Sr. Presidente

Acaba de producirse en Madrid el fallecimiento del presidente don Adolfo Suárez, protagonista singular y la persona que mejor encarnó el espíritu de la transición política desde la dictadura hacia la democracia y a la que tanto debemos y con quien tenemos, de una u otra forma, una impagable deuda el conjunto de la sociedad española. Un Presidente cuyo mayor logro político ha sido el haber tenido, en circunstancias extremas y contra viento y marea, la valentía de devolver la soberanía al pueblo español, una soberanía que, todo sea dicho, le ha sido nuevamente arrebatada por la partitocracia corrupta gobernante.

Pero, sobre todo, Adolfo Suárez ha sido posiblemente, además de uno de los españoles más grandes que ha transitado por la segunda mitad del siglo XX, el único Presidente que puede presumir de haberlo sido de todos los españoles, sin diferencias de creencias ni ideologías políticas, y la llave que nos abrió a los españoles las puertas hacia un futuro colectivo en libertad y democracia.

Gracias al ejemplo de su vida y de su quehacer político, somos muchos los que hemos aprendido a entender el significado de conceptos, hasta entonces tan desconocidos en aquella España postdictatorial y ahora tan olvidados, como democracia, tolerancia, libertad, dignidad o consenso; nobles conceptos todos ellos, imprescindibles para fomentar la convivencia política y social, hoy ya suplantados por otros mucho más mezquinos y rancios como son los de corrupción, engaño, fraude o nepotismo.

Nos ha dejado por tanto, uno de esos hombres de bien, tan escasos en estas latitudes de tendencias cainitas y de los que este país tan necesitado está y que tan excepcionalmente transitan por la actividad política española, un político de honor, con un gran sentido del patriotismo, siempre dispuesto a sacrificar los propios intereses en aras de un bien común.

En esta hora, en que la noticia de su muerte tanto dolor y tanto agradecimiento nos inspiran, sólo nos queda decirle un último adiós, Sr. Presidente, e infinitas gracias por su legado y por su ejemplo.