El leve peso de los Derechos Humanos

Mezcla de algunas buenas noticias económicas y muchas malas en la América de habla española y portuguesa en estos comienzos del año 2014, como el sabor agridulce de la guayaba, fruta nacional de Cuba. Y una novedad, ahora la extendida región ha sufrido un ataque de pragmatismo que hace prevalecer los intereses econónmicos sobre los morales, una "realpolitik" al otro lado del Atlántico.

La América Latina, llamada también Iberoamérica, es una vasta región de más de 22 mil kilómetros cuadrados y cerca de 600 millones de habitantes, área que abarca a 18 naciones, con grandes megalópolis como Buenos Aires, Río de Janeiro o Ciudad de México. De flagrantes desigualdades, la evolución de este subcontinente americano se halla en un escalón superior al subdesarrollo y sigue proporcionando algunas noticias esperanzadoras.

Basten tres sucesos recientes para dar fe de la deriva hacia el citado pragmatismo. Ocurrieron estos días en Cuba con Raúl Castro, en Brasil con Dilma Rousseff y en Costa Rica con el canciller Enrique Castillo y nos sirven para auscultar algo de lo que está pasando en este ingente y alargado territorio que nos es tan próximo por lengua y costumbres.

Hace unos días, la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la Comunidad de estados de Latinoamérica y del Caribe (CELAC)), a la que no pertenecen ni EEUU ni Canadá, se celebró en La Habana y se convirtió en un éxito claro e inesperado para el presidente Raúl Castro, que fue admitido de nuevo como un hijo pródigo entre sus vecinos continentales después de 18 años de ostracismo.

Varias conclusiones de la declaración final del encuentro subrayan este reflujo de la marea favorable al régimen de La Habana aunque parezcan retóricas: desnuclearización, designación de la región como zona de paz, renuncia al uso de la fuerza yla más política, condena unánime del bloqueo de EEUU a la isla caribeña que dura 55 años. Fruto inmediato recogido ya antes de acabar la cumbre fue la restauración de las relaciones de la CELAC con el México del presidente Enrique Peña Nieto, que ya había hecho un gesto de buena voluntad al condonar en noviempre pasado el 70% de la deuda cubana, inversiones y posibilidad de negocios obligan: más pragmatismo. La carrera hacia la meta con la banderola Cuba ha tomado la salida, terminado el largo sambenito impuesto a la dictadura de los Castro. Pero Cuba sigue sin libertades.

BAN KI-MOON ERRE QUE ERRE

Prueba del cambio radical de opinión de las otras naciones respecto a la Perla del Caribe es que la Unión Europea no quiere quedar al margen y desea establecer cuanto antes una relación económica bilateral con elrégimen castrista al que había considerado como un paria durante casi dos décadas. Va a comenzar en fecha próxima la negociación de un acuerdo marco bilateral Bruselas-La Habana que sustituya a la llamada "posición común" instaurada a instancias del presidente español José María Aznar, presión sobre Cuba que aún persiste aunque no haya dado resultados.

Dos notarios de importancia acudieron al cónclave latinoamericano Por una parte, Miguel Insulza, secretario general de la OEA (Organización de Estados Americanos) de la que Cuba había sido excluida hace más de medio siglo, en 1962. Su asistencia ahora a la reunión presagia el regreso de la isla a las instituciones latinnoamericanas así como su reconciliación con los países del entorno, prueba suplementaria de pragmatismo si fuera necesaria.

Además, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon subrayóó en una entrevista con Raúl Castro una vez más el incumplimiento de los pactos internacionales de Derechos Civiles y Políticos. Es decir, el alto diplomático no dejó de abordar la candente cuestión de la carencia de libertades en el régimen castrista pero esto quedó en un segundo plano ante la perspectiva de inversiones e intercambios comerciales. En 1984, el gran novelista checo Milan Kundera se dio a conocer con la obra fatalista "La insoportable levedad del ser", que defiende el determinismo del eterno retorno de la vida y repetición de ciclos. Algo así acecha al cumpliniento de los Derechhos Humanos en Cuba, que no termina nunca de arreglarse.

BRASIL Y COSTA RICA

Contagiada por esta "realpolitik", la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dio un respaldo a la dictadura castrista al asistir a la inauguración del megapuerto de Mariel, construído por la compañía brasileña Odebrecht con una inversión de 1.092 millones de dólares, una poderosa razón para el olvido del respeto a los derechos humanos y a las libertades en el régimen de los Castro. El pragmatismo prevalece.

Sólo la pequeña Costa Rica, que muestra cierta preocupación por la cuestión de los Derechos Humanos pero que es consciente de su
escasa influencia, rechistó. Una delegación de la diplomacia costarricense se reunió durante la cumbre con el disidente Elizardo Sánchez, líder de la Comisión Cubana de Derechos Gumanos y Reconciliación Nacional para pedirle una mayor implicación en el tema de las libertades políticas en Cuba cuando Costa Rica presida la CELAC, lo que se inició precisamente al términó deesta reunión de enero. En los días previos a la cita, esta asociación denunción coacciones y detenciones arbitrarias para impedir la celebración de una cumbre paralela, en el más puro estilo castrista. Cuba, genio y figura hasta la sepultura.

Preguntado por la reunión con la disidencia, el ministro de Asuntos Exteriores de Costa Rica, Enrique Castillo, se reservó el derecho de su país a escuchar las posiciones que le quieran ser expuestas aunque descartara, claro está, cualquier injerencia en el asunto durante la reunión en La Habana.

En fin, el pragmatismo de la "realpolitik" acubana ctual y la tímida apertura aflojan un poco la dictadura. Dan ganas de decir con la frase célebre, "otro esfuerzo más".