Falta tinta para la impresora

“Falta tinta para la impresora”, esa era la clave que la mafia instalada en el Ayuntamiento de Lugo empleaba para advertir a sus cómplices de la trama corrupta destapada con la operación Pokemon de que los sobornos pactados no llegaban puntualmente.

Las primeras informaciones publicadas, a raíz del levantamiento de parte del secreto del sumario por parte de la juez instructora, ofrecen una imagen demoledora de lo que ha sido la política municipal lucense durante los últimos años, más propia de una organización mafiosa que de un ayuntamiento que se hace llamar democrático y constatan una decepcionante coincidencia en el modus operandi con las tramas corruptas de la política nacional, hasta el punto de que el reparto de los “sobres” parece ser lo más reseñable de la política española reciente: sobre en B para gestores y sobrecargas impositivas y recortes indiscriminados para los contribuyentes, todo un estímulo democrático para afrontar lar próximas campañas electorales.

Por su parte, el alcalde Orozco, la máxima autoridad municipal durante todos estos años, niega la mayor y ya ha advertido que denunciará a quien lo acuse de “calquera tipo de delito”. Preocupado y temeroso por tal advertencia, no pretendo tal, ¡faltaría más!, pero me gustaría recordarle al señor alcalde, hombre culto y de letras, que resulta difícil de creer para cualquier mortal que tal trama corrupta pudiera funcionar en su ayuntamiento y a sus espaldas sin su beneplácito, lo que nos lleva a pensar que, ya fuese por acción o por omisión, resulta casi imposible eximirle de culpa.

Quedamos, por tanto, a la espera de nuevas informaciones y de las oportunas explicaciones que, sin duda, nos ofrecerá en breve plazo el señor alcalde. Mientras tanto, los lucenses viviremos convencidos de que cada vez que dejemos el coche en la ORA o éste sea secuestrado por la grúa, estaremos contribuyendo a una gran labor social, cual es la de enriquecer a toda la trama mafiosa municipal para la que se articularon dichos “servicios”. Y si, es cierto, falta mucha tinta para describir todos los pormenores de esta vergüenza y los sentimientos que nos provoca a todos los lucenses lo que está pasando en “NUESTRO” ayuntamiento.