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85ª edición del Pitti Immagine Uomo de Florencia

miércoles, 22 de enero de 2014
85 edicin del Pitti Immagine Uomo de Florencia El mayor evento de moda internacional se celebra, justo después de la festividad de reyes en la monumental ciudad y capital de la región toscana italiana, Florencia. En esta, recién, pasada ocasión tuve la oportunidad de disfrutarlo en vivo y directo, un año después de lanzar definitivamente esta plataforma y cuando acabamos de presentar nuestro 200 artículo, imposible tener mejor colofón a tales hitos.

Esta ha sido mi experiencia y visión de lo que acontece cada seis meses en el epicentro de la moda masculina, sobre todo, en el polo italiano.

La organización

Una matrícula de honor se quedaría corta porque cuando nos movilizamos cerca de 40.000 personas en poco más de tres días y en un espacio tan reducido, no ha podido haber estado mejor gestionado; ni el más mínimo problema. Como detalle diré que cuando llegue a mi hotel tenía mi acreditación como blogger de VP sobre la mesita de mi habitación, ya que la correspondiente a comprador deAmoreno me había llegado el último día a mi despacho acompañando a un e-mail que me indicaba que si no la recibía a tiempo, me presentara en la entrada para que me facilitaran copia sin el menor contratiempo. No detecté ni una sola incomodidad y todo fluyo cual mejor desfile en la pasarela.

Vi dos “pittis”

Enseguida que uno llega ve dos ferias diametralmente distintas, que se complementan a la perfección y se superponen; una fuera y otra dentro.

La exterior es el “show”, el escaparate, el espectáculo y el networking. Todo es corrillos, fotógrafos, risas, presentaciones… muy buen “rollito”, donde Lino Ieluzzi efectivamente es el capo (sheriff), ejerce de ello y es el que mejor se mueve en estos ambientes. Puedo decir sin temor a equivocarme que es al Pitti lo que el David, de Miguel Ángel, a la plaza de la Señora. Los Hércules, los Neptuno, etc. están también muy bien representados por muchos de los otros grandes dandis que allí se dan cita como; Luca Rubinacci, Antonio Rossi, Gianni Fontana… y un eterno sinfín que todos conocéis y podéis ver en sus distintos perfiles en la web.

En el interior predominan los negocios, el muestrario, las compras y las ventas. Allí es donde podemos deleitarnos con todos los zapatos de la mayor parte de las primeras marcas como Church´s, Allen Edmonds, Carlos Santos, Carmina, Magnanni, a. testoni… absolutamente todos y algunas agradables sorpresas -desconocidas- para el gran público. Todas las sastrerías transalpinas y prácticamente ninguna de renombre anglosajón salvo la excepción de Hardy Amies y por supuesto ninguna sastrería española. También faltan la francesa –Cifonelli como máximo representante por ejemplo me hubiera gustado ver- y otras muchas nacionalidades. Complementos hay para todos los gustos y de todas las variedades, imposible de resumir.

Ambas versiones del evento –entiendo- son necesarias, a cual más divertida y apasionante. Además que me he encontrado igual de a gusto en cualquiera de las dos, sin embargo entiendo que es imprescindible -como todo en la vida- “trabajar” las dos en un justo equilibrio. Son el yin y el yang, ambas necesarias para hacerte un sitio dentro de la moda de caballero. Pero ninguna debería descuidarse, yo intenté participar e invertir un 50 % de mi tiempo y mis recursos en cada una de ellas.

Mi experiencia

Mi viaje vía Pisa comenzó pasadas las 4 y media de la mañana del día 7 y no fue un mero tránsito ya que, curiosidades de la vida, coincidí en el segundo avión con un caballero muy amable en el asiento de la derecha como es José Izquierdo Sobrino, de la revista Spend IN, con el que entré en contacto y tuve mi primera grata sorpresa y agradable conversación. Por así decirlo, me puso en situación de lugar, cual experto en los mil “feirones florentinos” que “bregó”. Sobre las cinco de esa misma tarde entré, por primera vez, en el recinto del Pitti saludando como primera persona a Lino Ieluzzi, que cual cancerbero parecía que aguardaba mi visita (cosa que no era cierto). Pero que me hizo la primera y mejor de las bienvenidas posibles, charlamos unos pocos minutos y me di una vuelta fugaz por la feria ya que cerraban a la hora y solo era una toma inicial de contacto. Acto seguido para el hotel a refrescarse y vestirse para la primera fiesta a la que nos habían invitado. Nada menos que en el ático de uno de los mejores hoteles de Florencia, el Excelsior. En compañía del mí –ya- buen amigo Víctor Amaro tomamos una amena y frugal cena tras la que con un ligero paseo por unas calles atestadas de gente, con un bullicio espectacular, visitamos tiendas donde nos recibían con una copa de cava y nos topábamos con las primeras firmas comerciales; Gucci, Armani, Prada… Zara y Massimo Dutti por supuesto. Pero nada me gustó tanto como toparme con la Sastrería Rossi, por ejemplo, y otras muchas de igual calado (no todo lo que hablaré aquí tiene constatación gráfica. Por la pobre calidad de mis imágenes, ya que en esta ocasión no viaje con un fotógrafo profesional como en otras oportunidades o porque la situación no era propicia para romper o violentar, el momento con fotos inoportunas. Por otra parte es muy posible que en el futuro aparezcan colgadas en cualquier sitio de la web). En pocos instantes, me vi departiendo con mi colega en el acristalado ambiente de la cafetería del lujoso hotel de 5 estrellas; de lo más refinado, con una excelente música en directo interpretada por una dama al piano y saludando a sus ilustres huéspedes como Pino y Orazio Luciano, Fabio Atanasio y otros amigos… un sinfín de caballeros, a buen seguro que muy loables, a los que no supe reconocer del todo. Cuando Lino apareció, en compañía de sus amigos, entre los que destacaría a un Giovanni Agnelli -que no tenía que ver con el icono- y a Ivan Crivellaro, nos invitó a acompañarles en su larga mesa para disfrutar de la segunda copa con la que -yo- despediría el día, ya que al día siguiente tocaría el trabajo duro.

La siguiente jornada, primero completo, día 8, de camino a la feria es imposible no dejarse embaucar por las maravillosas Piazzas del Oumo y de la Signoria, tan cercanas a la plaza de la república donde tenía mi hospedaje. Que por cierto, en mi viaje he de agradecer la amable ayuda de Abel Díaz y me pongo a disposición de quien requiera más información, para sus próximas visitas. Nada más llegar a la fortaleza donde está instalada la feria me sorprende la gran cantidad de “paparazzis” capitaneados por Scott Schuman en persona al pie y cámara “en ristre”, tipo amable y acogedor con el que hablé un instante y le dejé mi tarjeta, estaba en plena vorágine de trabajo y no era el mejor momento para distraerle, al día siguiente tuve mejor fortuna y le pude presentar tranquilamente, parte de mi trabajo… quizá algún día tengamos alguna sorpresa, ya que si al que fotografía le hace literalmente “de oro”, nosotros -por lo menos- hemos conseguido lo inverso. En el inmenso fluir de contadas damas y tantos caballeros, que de todo estilo, allí se dan cita, quien no destaca no tiene lugar en “la foto”, lo importante es como siempre diferenciarse. Pero sobre todo llamando la atención a toda costa, la elegancia no lo invade todo, más bien podría decirse que brilla por la ausencia y es absorbido por el estilo propio y la clase al portarlo. Impensable sería contar con algo similar en nuestra tierra, ya que es un auténtico CIRCO, un acontecimiento único e irrepetible. En la entrada todo fluye como un grifo y enseguida me distribuyo por los miles de expositores ubicados en distintos edificios y carpas, imposible abarcarlo todo, así que selecciono sin miramientos, muy a mi pesar. Tras pasear por distintas estructuras auxiliares, a la plaza del edificio central de tres plantas donde conozco y me doy a conocer, disfruto del espectáculo y entro en el edificio para un primer reconocimiento, general. En esta mañana lo que más me ha impactado es conocer y charlar con Carlos Castillo, tenía ganas porque había intentado tomar contacto anterior sin lograrlo. El dueño de Man 1924, no deja indiferente y me quedo con su frase “A mi todo esto no me va… yo llevo el pañuelo en el bolsillo para limpiarme la nariz…”, le presento mi proyecto y también quedo en enviarle información, no dudéis que intentaré convencerlo para una entrevista en este, vuestro blog. Será todo un placer. Las conversaciones son muy rápidas y certeras, hay que ir al grano porque todo fluye muy rápido y es el momento para que decenas de miles de personas nos relacionemos… en contadas horas. Nadie “derrocha” su tiempo.

Por la tarde más trabajo y la segunda sorpresa; Mr. Ignatious Joseph. Del cual me suena mucho su cara pero no sabía exactamente de qué, conversamos durante un breve instante -como con todos- pero me sorprende con su invitación a su “prívate showroom” en una de las mejores zonas, donde cenaré y conversaré en un círculo muy reducido de tan solo cuatro caballeros; un australiano, un norteamericano, el germano anfitrión y yo. Joseph fue muy amable conmigo, me presenta sus exclusivos diseños de camisas, gemelos y chaquetas… es alguien que entendí muy afín a la línea de Hugo Jacomet. Sastrería fina y todo un honor el haberle conocido. Casi un par de horas más tarde, tras una sabrosa “birra” en el café Gilli, auténtico emporio y lugar de reunión, con Antar Levar “el yanqui” y Locki mi amigo sastre de las antípodas, me retiro con la satisfacción de un gran día donde he conocido casi medio Pitti. Hasta en esto tuve suerte, dos veladas en los dos polos del Pitti Uomo uno tipico “interior” y el otro “exterior”.

El segundo día completo en el Pitti sucede más o menos como el primero, igual de intenso y agradable, si bien es cierto que los nombres propios son otros, también numerosos y consolidados. Tengo la fortuna de hablar con todos ellos durante unos cuantos -y suficientes- minutos. Allí mismo me encontré con Rafael Medina Abascal, de la forma más fortuita, con el cual coincidí de la manera más inesperada y me confirmó que accedería a la entrevista para este blog, ya había habido contactos anteriores pero no había sido posible aún. Por cierto, que hemos quedado en tener muchas entrevistas, con otros caballeros, así que con el tiempo y paulatinamente iremos dando cumplida cuenta de todos los compromisos que hemos adquirido.
También he de decir dos cosas que ya intuía y que certifiqué en persona; Primera, existen millones de fotografías en las que puedes apareces pero nunca sabrás donde, y segunda, que el muro/banco de la explanada enfrente al edificio central es una verdadera bendición, diana de los fotógrafos y muy necesario para descansar de las muchas horas de paseo con las que disfrutamos.

Lo principal para mí de este evento es que disfrutas conociendo de primera mano y “palpando” las prendas más exclusivas junto con los complementos más maravillosos y de cuando en cuando, mientras quieres descansar o parar un poco, sales a la terraza y coincides con Nickelson “Nick” Wooster con el que charlas un rato y te presentas, te toman alguna foto o coincides con Simon Crompton u otro colega, con el que hablas con la misma confianza como si hiciera seis meses que lo conoces y con él que te relacionaras, casi, día a día. Es un momento único muy concentrado donde se funden cien mil estilos, tan distintos y dispares, donde la capacidad de sorprender no tiene límites y lo único que triunfa es lo inherente y escandaloso (alguno sé que diría “hilarante”). Rompe muchos clichés de la moda por cierto, y las normas clásicas son barridas, aunque intuyo que no es atemporal…

Las firmas

Marcas como Tombolini y Aisia ocupan stands descomunales y es -a mi forma de ver- mucho más efectivo detenerse en aquellas que por coquetería y refinado gusto atrapen tu atención. El tiempo es escaso y el número de oferta imposible de abarcar, pero no deje de encontrar un momento para los viejos conocidos y amigos como la firma Drake´s y saludar a Michael.
Es un momento único pero incompleto, ya que son todas las que están pero no están todas las que son, porque la única pega que le puedo poner a este “macro sarao” es que no es global y falta mucha, pero que mucha moda clásica masculina de todo el mundo; la española por supuesto, pero sobre todo, de las firmas internacionales que a mí sabéis más me gustan como Manolo Costa, Cifonelli, Cesare Attolini, Pal Zileri, Paul Stuart, Ralph Lauren… y tantos otros muchos.

Los detalles

Contaré con orgullo y satisfacción que Orazio Luciano me mostró con emoción el dedal de sus ancestros que hoy es el símbolo de su firma, que fueron inolvidables los dos momentos que pase con el que para mí, lo sabéis, es el maestro por excelencia D. Luciano Barbera… todo serenidad, sonrisa sabia y que con su presencia lo invade todo, cuando estás a su lado. Muy pendiente y atento me reconoció al instante. Luca estaba realmente contento de aparecer en mi primer libro y así me lo hizo saber… además, como en la mili, haces muy buenos y “anónimos” amigos.

Como fotos en esta ocasión he dejado todas de mi propia cámara salvo la que me tomaron enStilmasculin a los cuales les estoy muy agradecido. Si con el tiempo reúno una mayor cantidad de ellas las iré incorporando, encantado. Muchas gracias por vuestra lectura y seguimiento y a vuestra disposición para todo lo que estiméis oportuno consultar sobre la mayor feria mundial de moda para el hombre.
García Bragado, David
García Bragado, David


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