Juego y libertad

Vivimos tiempos de falacias porque decir la verdad no produce dividendos. Muy al contrario, genera enemigos, y así la tan cacareada libertad, por la que muchos luchamos día a día, se convierte en bella prostituta en manos de esa ingente caterva de golfos e inmorales con la que convivimos, y que no retratamos con la nitidez necesaria para que la sociedad despierte.

Estoy hablando, querido lector, del juego y sus consecuencias. Y estas no son otras que la esclavitud, la prostitución y la droga. Tres lacras sociales íntimamente ligadas a esa permisividad y condescendencia con el juego y que, bajo el paraguas de la libertad, se convierten en el fruto maduro del que se benefician las mafias, bajo la bendición y protección política de esa otra clase de impresentables que legislan en este País.

De aquel juego ingenuo e infantil de nuestra niñez, se ha pasado, a base de pequeñas concesiones, a ser hoy el gran negocio de los personajes más peligrosos y tramposos que hay en la sociedad.

Primero fueron los bingos benéficos, cuyas ganancias repercutían en ayuda a los necesitados. Después, las organizaciones autorizadas, y que teóricamente eran altruistas y benefactoras de la sociedad, y que cedieron su gestión a empresas privadas para su explotación a cambio de un pequeño canon sobre los beneficios. Ya entonces funcionaban las quinielas y los ciegos, pero la primera era organizada por el Estado y tenía un fin recaudatorio, y la Once, se organizó tan bien que hoy realiza una extraordinaria labor social. Llegaron las tragaperras y empezaron a arruinar a miles de amas de casa que, ignorantes ellas, caían en el vicio con suma facilidad –soy testigo de una mujer que se pasaba desde las ocho de la mañana a las diez de la noche jugando a ellas-.Todos estos juegos coexisten con los casinos, a los que sólo pueden acceder con cierta asiduidad los ricos y ladrones- a veces son los mismos- y allí también se arruinaron otros infelices.

Y ahora viene Eurovegas. El refinamiento más sofisticado de la esclavitud, la prostitución y las drogas, a pesar de su lavado de imagen con donaciones y otras trampas. Gaspar Llamazares lo dijo claro: Este Gobierno legisla para la Mafia. Y yo refrendo sus palabras. Su valentía le valdrá un voto.

Éramos pocos y parió la abuela. Ya habíamos visto la película del Padrino, pero como eso era una peli y sucedía en América, hasta nos entretenía. Después llegaron los chinos, y con ellos su Mafia, hoy con epicentro en Cobo Calleja (Fuenlabrada); y como nos iba muy bien lo del todo a un euro, pensamos que eran gente pobre que quería salir de la miseria y colaboramos, sin que aparentemente hayamos descubierto el hundimiento de toda la pequeña empresa del País. Lo peor es que no juegan limpio, ya que no fabrican aquí ni crean puestos de trabajo; lo peor es que nadie controla en condiciones su economía y, por más que algunos digan que son leyendas urbanas el dicho de que no pagan impuestos, explíquenme a mí como es posible que ni siquiera tengan marcados con su precio los productos. Y no hablo de un caso aislado, no. Nos torean con la anuencia de los de siempre.

Nadie vea una postura xenófoba, como quisieran interpretar los tramposos, sino de una constatación tan cierta como real y de tomaduras de pelo ya uno está un tanto harto. Aquí sólo recaudan, pero eso es desviar la atención del artículo. Y como de mafias no estábamos servidos suficientemente, y aquí somos muy miméticos con las gentes de la Gran Manzana, ahí le presento a Los Sicilianos. Casos sonados hay de connivencia con autoridades judiciales. Después llegó la Mafia Rusa, a la que se le concede la nacionalidad a cambio de inversión, y que han sustituido a los Malayos autóctonos en Marbella. ¿Qué decirles de los cárteles de la droga sea esta colombiana, mexicana, marroquí o gallega?

Y ¿Qué me dicen de nuestra clase política si ellos mismos intervienen para proveer los cargos judiciales? ¿Cómo, observando los casos múltiples de corrupción y otras maniobras, nos vamos a fiar de ellos y cómo no ver paralelismo en sus actuaciones?

Ahora decía, viene Eurovegas. Y para empezar chantaje al Gobierno con los puestos de trabajo a cambio de la permisividad para fumar y llevárselo crudo con unos impuestos tan especiales que apenas tributen aquí. Y la Ministra de Sanidad- le va bien el apellido para no mentir- que debe de pensar que en Eurovegas el tabaco no mata, sino que engorda, y por eso, es de suponer, va a fomentar las rutas escolares de los niños que no disfrutan de comedor para que se familiaricen con la esclavitud del neón de los casinos. Lo que está claro es que Eurovegas va a engordar más de una cuenta en paraísos fiscales. También es posible que algunas de esas “joyas” que nos mangonean sean agraciados-supuestamente- con un ático o cualquier otra dádiva de las que son, no ya aficionados, sino auténticos profesionales.

Permítanme dejar claro una cosa: Para ser libres es necesario luchar siempre, expulsar de nuestro mundo todas las lacras que nos hacen dependientes: tabaco, droga, alcohol, prostitución, afán desmedido del dinero…Es necesario poder vivir sin ataduras que dificulten desenmascarar las triquiñuelas de los miles y millones de golfos que se aprovechan de la debilidad ajena, de la necesidad, o hasta del vicio. Tiren las barreras del silencio, sean fuertes, cueste o que cueste.

Y, por supuesto, apártenlos de los Adelson de la vida, que hay muchos, incluso en lo que debiera ser el noble arte de la política.