4 de Agosto: Frenar la canonización de Juan Pablo II
El 4 de Agosto se cumplen 37 años del asesinato del Obispo de La Rioja, Enrique Angelelli, que representa una de las pocas figuras de la Iglesia Católica que por no prestar su complicidad a las acciones del terrorismo de Estado, pagó con su vida los crímenes que denunciaba.
Es por este motivo que me quiero unir a la petición de muchos cristianos comprometidos con las directrices del Vaticano II que por una parte se abra el proceso de canonización del Angelelli y se agilize el de Monseñor Romero paralizado por razones ideólogicas, y por otra que a petición de la victimas de abusos por parte Marcial Maciel fundador de los Legionarios de Cristo se detenga la Canonización de Juan Pablo II (aunque reconozco sus grandes valores).
Y hoy me atrevo a realizar este escrito, ya que mi trabajo de investigación en el doctorado de Ciencias Politicas (El Papel de la Iglesia en América Latina), se basó en investigar estos años oscuros y duros, en la que la mayoría de la jerarquia eclesiástica estuvo con los dictadores y asesinos de todo aquel que reclamará el respecto a los derechos humanos. Pero también existió una Iglesia de base, principalmente, pero también Obispos como los mencionados, que dierón su vida por apoyar a los más débiles.
Las víctimas de los abusos de Marcial Maciel han iniciado un movimiento para frenar la canonización de Juan Pablo II, a quien acusan de encubrir al fundador de los Legionarios de Cristo. La iniciativa se produce después de que la ONU haya solicitado información al Vaticano sobre algunos casos de pederastia, entre ellos los cometidos por Maciel.
"Francisco debería suspender el proceso del beato Juan Pablo II hasta conocer las recomendaciones que formulará Naciones Unidas", apuntaron las víctimas, que consideran que de acuerdo a lo establecido por las normas canónicas, los santos son personas que han tenido una vida "intachable", mientras que a Juan Pablo II se le cuestionan varios casos de encubrimiento, no solo el de Marcial Macial; su pontificado quedó marcado por la crisis provocada por los miles de casos de abusos sexuales de sacerdotes a niños, uno de los primeros que se hicieron públicos fueron los que se reportaron en las iglesias de Estados Unidos.
En virtud de que el Vaticano es uno de los Estados firmantes de la Convención sobre los Derechos del Niño, la Santa Sede está obligada a informar de todos los casos de pederastia en muchos países, "donde de una manera u otra la Iglesia católica está comprometida".
El Comité de los Derechos del Niño de la ONU pidió al Vaticano responder a una serie preguntas, entre ellas las medidas que tomó para castigar a presuntos pederastas, compensar a las víctimas y evitar nuevos casos, y si hay líderes católicos que no reportaron a la Policía ante sospechas o denuncias de abusos.
La Santa Sede deberá presentar la información antes del 1 de noviembre e incluirla en el informe que rendirá ante los expertos del Comité en enero próximo sobre el cumplimiento de la Convención de los Derechos del Niño.
Sobre el proceso de santificación del papa Juan Pablo II, apuntó que pedirán que se detenga mientras la ONU realiza sus investigaciones, cuyos resultados permitirán hacer una valoración de si su vida fue "ejemplar y virtuosa en extremo".
El papa Francisco aprobó recientemente una reforma al código penal de la Santa Sede y del Estado vaticano que contempla una mejor definición de los delitos contra menores, entre ellos violencia sexual y pornografía infantil, y llamó al Centro para la Protección del Niño a seguir luchando contra los casos de pederastia.
