Funeral de Estado por las víctimas

FUNERAL DE ESTADO POR LAS VICTIMAS DEL ACCIDENTE EN SANTIAGO DE COMPOSTELA Y, ANTES, EN MADRID

Tras el muy grave accidente de tren que ha tenido lugar en Santiago de Compostela (Galicia-España), en la aldea de Angrois, el 24 de julio 2013 a las 21 horas, la víspera de la gran fiesta del patrón de Galicia, Santiago Apóstol y también patrón de España; uno de los mayores accidentes de tren en número de víctimas (79 muertos) de la historia española, tras los que tuvieron lugar en 1944 cerca de León (estación Torre del Bierzo, 500 muertos estimados; otras fuentes hablan de 800 muertos) y el de Sevilla (estación del Cuervo) en 1972 (86 muertos).

Como iba diciendo, tras este gravísimo accidente del 24 de julio en Santiago de Compostela que causo 79 muertos, creo que, además de los siete días de luto decretados, en Galicia, por el gobierno de la Xunta de Galicia (gobierno autónomo gallego) presidido por el gallego de Los/Os Peares (Orense) Alberto Núñez Feijoo (agradecemos su luto integral y como mandan los buenos protocolos, que hay que saber cumplir públicamente por parte de los cargos, representantes públicos y los medios públicos, tal y como se hace en las naciones mas serias, rigurosas y con principios) y de los tres días de luto decretados, en la nación española, por el gobierno de España presidido por el gallego compostelano (de la plaza del Toral-Toural, la mas popular y en pleno corazón de la Ciudad Vieja, de la Ciudad monumental de Santiago de Compostela) Mariano Rajoy.

Creo, humildemente (lo he hablado, por Internet, con bastante gente de Santiago, Galicia, España y otras naciones y a todos los parece muy bien la idea); creo que, tras esta durísima tragedia que ha afectado muy directamente a las víctimas, sus familias y seres mas próximos, a los 159 heridos de los 218 viajeros (28 gallegos; el resto de otras partes de España y otras naciones, a saber, Colombia, Estados Unidos, Méjico, República Dominicana, Reino Unido, etc.) que iban en el fatídico tren de alta velocidad que venía de Madrid y recogía gente en diversos puntos de España y de Galicia; pero también ha afectado, ha golpeado, nos ha golpeado de lleno a la población de Galicia, de otras partes de la nación española y del mundo.

Creo, en mi modesta opinión y de algunos más, que habría que hacer un funeral de Estado, en debida forma, presidido por los Reyes de España acompañados por los Príncipes de Asturias y el resto de autoridades españolas y gallegas; un funeral de Estado celebrado en la Plaza del Obradoiro, frente a la catedral de Santiago Apóstol, punto cero del Camino de Santiago y adonde, todos los días, llegan cientos y cientos de peregrinos procedentes de todo el mundo; un funeral de Estado celebrado por el cardenal primado de España el gallego (Villalba-Lugo) Antonio María Rouco Varela que fue obispo auxiliar de Santiago de Compostela, el arzobispo de Santiago de Compostela el zamorano (Manganeses de la Polvorosa) Julián Barrio y otras autoridades eclesiásticas (se podría invitar a sacerdotes en representación de los lugares de procedencia de los viajeros), en homenaje, en honor, en amor a las víctimas gallegas de otras partes de España y de otras naciones, a sus familias y en reconocimiento a todos los gallegos y ciudadanos de otras partes de España y del mundo que, de una y otra forma, se volcaron intensa y amorosamente, a los diferentes niveles, para ayudar, en lo que estaba en sus manos y más, a las víctimas del trágico accidente de tren de Santiago de Compostela, a sus familias, seres más próximos.

Este funeral de Estado podría ser retransmitido por las televisiones públicas de Galicia y España, y, además, se podría ceder la señal a todas las cadenas que considerasen oportuno retransmitirlo.

Creo que este funeral de Estado sería un justo, necesario y oportuno homenaje a las víctimas de este terrible accidente, a sus familias y seres más próximos para decirles que, si bien la muerte es mas fuerte que el cuerpo, el amor siempre es mas fuerte que la muerte, perdura eternamente y los pueblos, las personas de bien deben hacerlo posible, patente y visible en momentos tan duros, tan trágicos como los vividos con este terrible accidente ferroviario, que hay que esclarecer y poner todos los medios para que nunca vuelva a repetirse.

En momentos de graves accidentes, crisis, catástrofes se ve, se pone a prueba el valor, la dignidad, la valía de los pueblos y de sus gentes.

Epístola de Santiago 1.16, 1.17, 1.22, 1.25, 1.27, 2.8, 2.26: Amados hermanos míos, no erréis. Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende del Padre de las luces. Sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. El que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oídor olvidadizo, sino hacedor de la buena obra, éste será bienaventurado en lo que hace. Visitar a los huérfanos, viudas, a las personas que sufren en sus tribulaciones, y guardarse de lo malo. Sí en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura, Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis. Así como el cuerpo sin espíritu esta muerto, así también la fe sin buenas obras está muerta.

Con posterioridad a lo escrito, me acabo de enterar que los Reyes de España presidieron, el 11 de setiembre 2008 en la catedral de Madrid de la Almudena, el Funeral de Estado por las 154 víctimas del accidente del avión Spaniar que tuvo lugar en el aeropuerto de Barajas el 20 de agosto 2008.

Creo que en Santiago de Compostela, al igual que en Madrid, debería celebrarse un Funeral de Estado en la Plaza del Obradoiro (donde llegan los peregrinos de todo el mundo) o en la Catedral de Santiago de Compostela que esta enfrente de esta Plaza y con pantallas en dicha Plaza y en la otra que da a la Catedral, la Plaza de la Quintana; un Funeral de Estado presidido por los Reyes de España en honor, homenaje a las, de momento, 79 víctimas del accidente del tren en Santiago de Compostela, a los heridos en este mismo accidente, en honor también de sus familiares y amigos y de todos los viajeros que iban en el tren accidentado (218, la cifra facilitada). Lo que creo que tambien sería muy bueno, muy saludable, humana y espiritualmente para la población, para Santiago de Compostela (que se volcó para ayudar a los accidentados), para Galicia, España y otras naciones.