Cantonalismo judicial

Los socialistas que rechazan la cantonalización de las instituciones fundamentales, como la justicia, están indignados con su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, que inesperadamente repite ahora las ingenuidades de Zapatero que debilitaron el Estado y que hundieron al PSOE.

Quienes mantienen el concepto de España de los primeros 120 años de su partido, cumplidos en 1999, no se esperaban que la impotencia de Rubalcaba le llevara a admitir la independencia de las justicias autonómicas que piden los nacionalistas y algunas federaciones socialistas.

La principal es la catalana, el deslavazado PSC, pero le siguen las de donde deben investigarse numerosas corrupciones de políticos, sean nacionalistas, del PP, o del PSOE, como en Andalucía.

Rubalcaba ha pedido un cambio constitucional para los que los tribunales superiores autonómicos sean la última instancia de apelación, algo que ni siquiera existe en EE.UU., una Federación con varios Estados como España.

Siguiendo su demanda, los jueces serían siempre de origen cercano al de los justiciables. Un proyecto de judicatura vecinal aparecido en el Estatuto catalán de Maragall-Zapatero, que con la demagogia del juez cercano trataba de tapar los trapos sucios en casa, incluso sin necesidad de lavarlos.

Sin embargo, el sistema debe ser exactamente al revés, al menos en culturas de compadreo, como la española o la italiana.

Aquí, el juez debe tener origen geográfico alejado del justiciable para no deberle favores personales o familiares, ni tener intereses comunes que facilitan la corrupción y/o la intimidación mafiosa.

La lucha contra la mafia siciliana la realizaron policías y jueces lejanos, al contrario que en Cataluña, donde crecía la corrupción gracias a procesos ralentizados por proximidad o intereses parecidos jueces-justiciables.

Ocurrió incluso sin haber llegado aún al cantonalismo que reclama Rubalcaba, para irritación de tantos ciudadanos, socialistas o no, que exigen justicia unitaria y, por si acaso, debidamente distante.

www.cronicasbarbaras.es