Los temas de moda: Reforma y corrupción

(Con todos mis respetos, a mi presidente y amigo)

¡Uff, Mariano! Te digo que hay gente en mi entorno que no sabe hablar de otra cosa que no sea de tu Reforma Laboral y de la corrupción que, dicen, se ha asentado en la mayoría de los partidos políticos del Estado.

Yo te conozco bien, presidente; y aunque critique esa Reforma que cercena mis derechos adquiridos contra aquello que llamabais el franquismo y nosotros dictadura, sé que eres honrado a carta cabal y serías uno de los pocos políticos por los que pondría mi mano en el fuego.

De la Reforma Laboral ya hablamos aquí largo y tendido y la respuesta de mis lectores ha sido unánime: nadie la quiere, mi amigo. Todo el mundo piensa que la Merkel, los banqueros, el Sarkozy y los empresarios te han tomado el pelo. Y que no van a ver tus ojos como disminuye el paro, sino antes al contrario; esto del despido casi libre aumentará las largas listas del INEM que, dicho sea de paso, son las que te llevaron en volandas a la Moncloa.

Así que no se yo muy bien si te convendría rectificar, que es tanto como decir volver con tus amigos de siempre en Pontevedra; o seguir aceptando esas invitaciones de tus nuevos aliados de Europa y de Madrid, que no son tan de fiar.

En cuanto a la corrupción, te voy a contar algunas cosas que tú ya sabes pero que mis colegas no escriben en la prensa de papel y que la tele, incluso la de pago, silencia. Por eso la gente, mi gente, las ignora.

Ahora que está tan de moda eso de la economía familiar, eso de gastar menos de lo que se ingresa en casa, te recordaré que los partidos políticos también tienen sus “econosuyas”, con lo que también deberían gastar menos de lo que ingresan por conducto legal; es decir, la partida fijada en los presupuestos generales del Estado y las cuotas que sus militantes no pagan ni aunque los emborraches.

Pero con solo eso no hay dinero que llegue para mantener “Génovas”, “Ferrazes”, sedes autonómicas, sedes provinciales, sedes comarcales, sedes locales y alguna oficinita suelta que anda por ahí a la caza del voto cuando os vais de elecciones.

No solo me refiero a los edificios y a su mantenimiento, no. También a la tropa profesional que albergan y que, sumada, supone un ejército de “trabajadores” muy superior al de la automoción, los astilleros, la moda o incluso la hostelería. Porque tu bien sabes que voluntarios hay pocos y a cobrar todo el mundo se apunta.

Como te decía, esto de los partidos es un “comecuartos” de mucho cuidado.

Yo quiero recordarte hoy una frase frecuente de aquel preboste “muy honrado” a su “ministro”:

—- Amigo… ¡Hace falta dinero para el Partido!

Y el “ministro”, que era quien “ordenaba el territorio”, encontraba siempre la fórmula para conseguir más fondos para su formación política, porque para eso estaba en el gobierno. Entonces llamaba a su hombre “del maletín” y le repetía:

—- ¡Fulanito! ¡Hace falta dinero para el Partido!

Y Fulanito, por obra y gracia de no que se que “espíritu empresarial santo”, traía los fondos necesarios para tapar el agujero.

Pero eso no era lo malo, que también lo era. Lo peor estaba en que el maletín solo llegaba al partido la mitad de lleno, que un cuarto de su contenido se lo quedaba el chico de los recados y el otro cuarto el “ministro”.

Tú sabes, presidente, que esta no es práctica de uno, sino de todos los partidos políticos cuando tocan poder, que se les nota hasta en los decorados de los mítines que ahora son para la tele; no como los de antes, cuando le dabais bocadillos a la gente y los del Bloque les prometían llevarlos a Portugal de excursión.

Lo que no sé, presidente, es por “cuanto” están hipotecados los partidos, que esa es otra. A lo peor los presidentes le tenéis que hacer caso a Botín porque si no os desahucia.

Si los fiscales provinciales, autonómicos, general del estado, anticorrupción… ¿Hay más?… Si la Justicia, digo, investigase a algunos de esos hombres del maletín y tirase de la manta, no te digo lo que pasaría…

O sí lo digo: habría muchos más “matas” que estarían, no en libertad bajo fianza, sino en la puta cárcel por chorizos.

Así que, mi querido amigo, hazme el favor de revisar esa ley de financiación de los partidos y procura hacer otra que controle el gasto que contraen vuestros administradores en vuestro santo nombre…

Porque se os quedan muchos “cuartiños” por el camino… y de vez en cuando te aparece un Matas que te mata.


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