Hace 50 años… Lugo se quedó sin fútbol de segunda división

El ascenso de la Sociedad Gimnástica Lucense a Segunda División fue algo más que una aventura romántica, ya que constituyó el primer intento serio realizado en nuestra ciudad para conseguir un nivel estimable dentro del concierto deportivo nacional. La Gimnástica había logrado en 1944 un título importante, la Copa Galicia y cuatro años después fue izada a la segunda categoría del fútbol español, cuando todavía no se inventara ese híbrido que se llamó Segunda División B y la División de Honor se hallaba limitada a dieciseis equipos. El ascenso de la Gimnástica tuvo tres artífices principales: Angel Carro Crespo, José Páramo Fernández y Paco Rivera Manso, pero solamente fue capaz de mantenerse en la categoría durante tres temporadas, las de 1949-50, 1950-51 y 1951-52, con un total de 92 partidos disputados, el último de ellos precisamente el día 13 de abril de 1952, de los que ganó 28, empató 18 y perdió los 46 restantes.
La acisaga temporada del descenso la inició con una derrota, por 9-1, en partido amistoso contra el Celta de Vigo y en el curso de la misma se disputó el I Trofeo Asociación de la Presa lucense, en que la Gimnástica, convertida en Combinado Regional, con los refuerzos de Amoedo (Arsenal), Cuenca (Deportivo de A Coruña), Royo (Orense) y Massós (Orense) perdió también con el Celta por 4-2.

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La despedida lucense se produjo en Badalona, que batió a nuestro equipo por 3-0 y la alineación postrera la integraron Prego; Andréu, Tito, Mantido; Otero, Fiestas; Avelino, Antonio, Sáez, Fraga u Ezcurra.

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Curioso detalle: la Federación Española de Fútbol afrontó una reducción drástica de la categoría nacional, con el propósito de limitar el número de clubes participantes en las tres categorías, con especial impacto en la Segunda División, que afectó a los tres equipos gallegos que en ella militaban: el Racing de Ferrol pasó a jugar la promoción de ascenso a Primera, la Orensana bajó a Tercera y la Lucense tuvo que jugar una promoción de permanencia ¡en Tercera División!, que equivalía a la posibilidad de acumular dos descenso simultáneos en la misma temporada, algo nunca visto hasta entonces. Pudo mantenerse la Gimnástica, que en 1952 estaba presidida por Rafael Sarandeses, pero el decaimiento de la aficción unido al problema económico, determinaron su desaparición, quedando el Club Deportivo Polvorín como único representante lucense en Tercera División en la temporada 1952-53. Eran los tiempos de Ton, Cafó, Germán Ferreiro, Sánchez, Chava Regueiro, Ito, Pepucho, etc., que alumbraron un año después el nacimiento del Club Deportivo Lugo, cuyos jugadores vistieron la camiseta rojiblanca que era patrimonio del Polvorín.