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Urbanismo y feísmo en Viveiro

miércoles, 16 de noviembre de 2011
Para unos jóvenes que sueñan con arreglar Viveiro. Con mi gratitud y deseo.

Hace casi cincuenta años también tuve un sueño: Unir Viveiro y Celeiro con una amplia avenida con jardines y aparcamientos y recuperar para el pueblo todos los terrenos arrebatados al mar en toda la franja costera. Estoy refiriéndome a revertir al pueblo las concesiones administrativas, a recuperar tierras que se convirtieron en solares (hay fotos antiguas que pueden demostrarlo), utilizar el Muelle como espacio público al servicio del pueblo tirando para ello los antiestéticos galpones, y dada su nula actividad pesquera…Todavía no se habían construido el resto de mamotretos que, posteriormente, arrebataron a la ciudadanía la belleza que suponía la visión de los márgenes del entonces poético Landro.
Pero, queridos míos, otros tuvieron sueños mucho más crematísticos acordes a sus intereses de negocio y así hoy nos hemos ido acostumbrando a ver pisos, hotel, galpones, hipermercados…que sólo son prebendas de una minoría que fue lista. Y eso, señores, no es sólo obra de los dueños, que supieron aprovechar la coyuntura, sino que tuvieron que gozar de la connivencia de las autoridades de turno, que de aquella se llamaban la Marina, y hoy se llaman Costas o Portos con el mismo resultado. Porque, si bien se ha hecho una ley de Costas, cierto es que sirvió para favorecer a unos y se condenó a otros. Quizás fuese el momento de arreglar entuertos, pero, y ahí están los resultados, no se hizo. Y ahí también están las concesiones vigentes y toda la maraña, nunca mejor dicho, descrita. Debieran revisarse las concesiones y su finalidad, ver si un hipermercado se puede instalar en dominio público -¿o es que es de interés público?-Ver si ciertos terrenos aparecieron de repente o se “robaron” al mar. No vaya a ser que aparecieran por generación espontánea… Pero hay más: debe haber planos en esos organismos que pueden testificar lo que muchos recordamos. Y la vida nos enseña que ambos organismos, por desgracia, o pasan olímpicamente de nosotros, o se dedican más a defender los intereses de los particulares (Creo que El Halley en Sada no tuvo tanta suerte) o buscar el bien de la ciudadanía a la que en teoría sirven. Ejemplo tal comportamiento se ve en la actualidad con el conflicto del puerto deportivo. Y hay más ejemplos. Organismos oficiales que siempre encuentran alguna argucia legal para dejar en manos privadas aquello que debiéramos disfrutar todos. Y ahí están, por sólo poner unos ejemplos nuevos de este mamoneo: el solar de la Opel, los chalés próximos a los Castelos o la nueva construcción de un montón de plantas del Motel. Del Muelle también los tenemos: ¿Cómo se concede el usufructo de una nave hace muy pocos años a sabiendas del futuro que le espera al Muelle? ¿Se trata de lograr una indemnización? Las leyes, por lo visto en este País, están para servir a unos en detrimento de otros. Porque acuérdense ustedes: nunca volverán gratuitamente esos solares a pertenecer al pueblo, como nunca volveremos a admirar la Ría desde la entrada al Motel. Motel, que se construyó a base de subvenciones, y al que recientemente le dieron tres millones de euros para instalar talasoterapia Y eso que estamos en crisis y no hay dinero para construir la Variante.
Todo cuanto antecede, mis queridos chavales, es el quid, el meollo de la cuestión. Aquí nunca hubo, ni lo desean, planificación urbanística. Aquí cada particular llegaba y edificaba en cualquier solar que tuviera. Eso sí, siempre había una ley de la que se echaba mano para evitar que edificaran unos y al poco tiempo se cambiaba la calificación del solar para beneficio de lo despabilados que siempre andaban cerca del Ayuntamiento. Aquí se destruyó el casco histórico, de calles estrechas, permitiendo subir y subir plantas sin pensar en que quedaba en la penumbra y que con la humedad acabarían por convertirlo en un lugar inhóspito. Aquí siempre tuvieron más ascendiente ante los alcaldes cualquier constructor analfabeto que cualquier otro vecino con sentido común. Aquí no se planifica nada más que los retranqueados o los “chalés en altura” (feliz descripción de Fina Roca para describir a los áticos). Eso de abrir calles, urbanizar, poner farolas antes de edificar es una pretensión inalcanzable (“A ver si pensades que estades en Madrid “) Aquí se dio el conflicto del Lodeiro, que sólo tiene tres responsables que están en boca de todos. Aquí todavía se permite estrangular una vía de por si estrecha como el Camino Viejo para construir una mole de pisos sin retirar ningún metro. Ni se respeta el Camino Real- a buenas horas, Patrimonio-ni se amplia para dar fluidez al tráfico. Aquí nuevos mamotretos eso sí, ahora muy de izquierdas. Aquí se permite construir en alturas tanto en llano como en cuesta, y así prolifera el Feísmo, el Salvajismo y el “Paraíso”.
Pero a la hora de buscar culpables no los busquéis sólo en los organismos oficiales, los constructores, alcaldes o particulares, busquémoslos también en vuestros compañeros de profesión, urbanistas, arquitectos y aparejadores, que tragan con todo, y colaboran con ellos al deterioro, y también en el diseño urbano de edificios y remodelaciones públicos con visiones antiestéticas, para ahorrar costes que acaban, gajes del oficio, en a saber que bolsillos.
Timiraos, Ricardo
Timiraos, Ricardo


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