Solía yo tomarme un Valde y una banderilla en el Bar Tánger de la calle Bengoetxea de Donosti, a mediodía, tras mi primer show radiofónico euskaldún, que era el de las mañanas.
Aquello me sentaba bien y la conversación con aquel barman, Patxi, enriquecía mi cultura. Pero un buen día se coló en nuestras vidas un joven dicharachero, que hablaba euskera y español, este último como para traducir el primero.
Era muy simpático, decía que se llama Antxón y sentía pasión por la Real. Entonces era yo el encargado de transmitir los partidos que disputaba el equipo donostiarra fuera de casa
Un día, al llegar a aquella Radio Popular del Obispo Argaya, escuché en el boleto de las ocho la muerte a tiros, en una confrontación con la guardia civil, de un joven etarra. Y el Diario Vasco mostraba la fotografía de Antxón, al que llamaban Txiquia en el periódico.
Comprendí entonces por qué me decía siempre:
Tú eres gallego y debes de luchar por Galicia. Galicia es tu nación. Aquí se te estima mucho porque te atreves a poner discos en euskera. Pero hay que luchar por la patria de uno
El Txiquia tuvo honores abertzales y dio nombre al comando etarra que acabó con la vida del almirante Carrero Blanco, en el atentado más espectacular de ETA
Su muerte no acabó con el conflicto; y a la misma radio vino a verme, días después, una joven demacrada y enferma, a la que supuestamente en la Comisaría de Policía- quemaran sus mamas apagando en ellas cigarrillos.
Me dijo que había sido novia de Antxón, o sea del Txiquia; y quería que contara aquello por la radio. Y lo hice
J. M. G. P. era ya policía. Había estudiado conmigo el bachillerato en Ourense y me salvó de varias, teniendo en cuenta que yo, entonces, pretendía como poco el Pulitzer. Me contó:
Efectivamente, le apagaron cigarrillos en las tetas
Porque fue una de las que vació el cargador de su pistola en el cuerpo del comisario Melitón Manzanas, ahí donde la ves
¿Y por qué está en la calle?
Porque no tenemos pruebas
Era la noche de San Sebastián del 1968 y se temía alguna acción de ETA.
¿Te das cuenta? El odio solo genera odio.
Por eso en Euskadi no hay conflicto porque esto no es un conflicto:
Unos le llaman lucha armada pero en realidad lo que hacen es asesinar vilmente.
Los otros le llaman investigaciones a su trabajo; pero hay quien opina que -desde luego durante el franquismo sí- son horribles torturas
857 asesinatos cargan sobre las espaldas de ETA. Militares, policías, políticos, civiles
Algunos tan brutales que no se te borran de la memoria, como la bomba de Hipercor o el ensañamiento con el joven gallego Miguel Ángel Blanco, concejal de Érmua.
Cerca de 700 miembros de la banda terrorista se encuentran actualmente en prisión: 560 internos en diversas cárceles españolas, 140 en centros de Francia, 4 en Inglaterra, México, Portugal e Irlanda
Y una treinta de reclusos, que se han desvinculado de su pasado terrorista, viven agrupados en cárceles vascas, principalmente en la de Nanclares de la Oca.
Hace unos días ETA tomó una decisión histórica y tras 44 años de existencia de la banda comunicó a la sociedad su compromiso claro, firme y definitivo de superar la confrontación armada. Y a continuación hizo un llamamiento a los gobiernos de España y Francia para abrir un proceso de diálogo directo destinado a solucionar las consecuencias del conflicto.
Tras esta frase, el etarra encapuchado, habló de la situación política en Euskadi, de la reciente pantomima de conferencia de paz montada por sus sombras y se olvidó de un pasado que aún, tras este anuncio, rasga el corazón de más de 1.000 víctimas de su banda, a las que debió pedir perdón.
Esta nota, fría, escueta, leída en el telepronter con la cara tapada, es, sin duda, una buena noticia que incluso mi desconfianza gallega acoge con optimismo. Entre otras cosas porque ETA ya lo tiene todo:
Ya está en las instituciones vascas y manda. Con coche oficial y buenos sueldos en época de crisis. Con renovada influencia en la sociedad euskalduna y teléfono móvil para hablar con el gobierno; con el español, con el francés y con el vasco
Y a juzgar por las opiniones de los líderes políticos, también tiene el perdón
¿Entonces que piden? ¿Qué les falta?
Solo que los chicos malos que están en la cárcel lejana se acerquen primero a Euskadi para en un plazo corto concederles la libertad
¡Eso es lo que les falta!
¿Se lo concederán?
A mí, personalmente, me gustaría que se enterrara el odio y no se levantaran las tumbas comunes, como se está haciendo con las que nos dejó aquella guerra ya olvidada
Pero habremos de dar tiempo al tiempo para ver en que queda esto que Zapatero llama victoria de la democracia; Rajoy, una buena noticia; Rubalcaba, emocionado, triunfo del estado de derecho; Patxi López, lehendakari de paseo por NuevaYork mientras esto sucede, que confirman su derrota porque no consiguió sus objetivos; Urkullo, del PNV, que el sacrificio no será estéril; Basagoiti, del PP vasco, que el tesón de la sociedad ha ganado al terrorismo; La Asociación de Víctimas que es más de lo mismo; y el departamento de estado norteamericano que no conoce la seriedad, validez o intención del anuncio.
Así que, por un lado ya ves y por el otro que quieres que te diga
Si alguna vez me encuentro al Txiquia en el espacio le preguntaré:
Y ahora, desde aquí arriba
¿Crees que mereció la pena matar por una simple bandera de colores?
Claro que, a lo peor, me contesta
Y por dinero
Claro que sí, por dinero. Yo era un killer profesional
¿Habrá 700 puestos bien remunerados, en las instituciones vascas? Porque este es el número de bandoleros arrepentidos
