Vivimos en un mundo de mierda

Esta es la frase que mejor define al planeta en este momento de INDIGNACION colectiva y de rebelión juvenil…

La pronunció Eduardo Galeano, prestigioso compañero uruguayo además de excelente escritor, con motivo del 15M.

Y añadió: (Vivimos en un mundo de mierda)… ¡Que no es el único posible…!

La definición, creo, es la que más se aproxima a la realidad. Verás.

Mi amigo Carlos Leiro facilitó en Facebook las cifras que todo el mundo supone:

“Los miembros de “La Casta” invirtieron 66,6 millones de euros en la celebración de las elecciones generales del 2008.

De ese dinero, 44 millones fueron prestados por bancos españoles para financiar las macro campañas publicitarias.

En ese año, ya de crisis, los mismos banqueros embargaron sus casas a 60.000 familias por falta de liquidez y 180.000 personas se quedaron sin techo.

Pero a día de hoy, los bancos permiten a los partidos de “La Casta” una deuda de 144,8 millones de euros…”

Euro arriba euro abajo, esta es la gran realidad de la “economía sumergida” bajo el parquet de las grandes sedes de los partidos políticos, que, cuando están en el poder se “autofinancian” bien; y cuando no mandan, deben más dinero que los equipos de futbol de la mejor liga del mundo.

Las deudas de los partidos a los bancos son una de las causas de nuestra ruina; porque los más ricos de la clase hacen lo que les da la gana y lo que les haga falta para hacerse aún más ricos. Es decir, hunden al pobre para que sea mucho más pobre, practicando su deporte favorito, ese que la RAE define como usura.

Por eso la gente se indigna. Porque no ven futuro. Y los políticos, de no cambiar su actitud, terminarán siendo víctimas de estos nuevos “jeques” que por comprar hasta compran equipos de Formula 1.

Galeano dice a quien quiera oírle que son “lindísimas las concentraciones de indignados”. Y añade:

— Ese “mundo de mierda” está embarazado de otro que nos espera para ser conquistado y son estos jóvenes quienes pueden llevarlo adelante.

Eduardo Galeano opina que “el 15M es tan maravilloso como el amor”. Entiende que “cuando uno vive y no le importa morir en ese momento mágico del amor, que es infinito mientras dure, siendo lo más importante que mientras dure sea infinito…”

Es una romántica visión, me parece, aunque no creo yo que ande la gente por aquí con muchas ganas de hacer el amor, con los balances, saldos y debes de sus cuentas bancarias sobre sus cabezas.

Porque aunque a Galeano le importe un carajo la tecnocracia en manos de ignorantes con sueldos fabulosos que les pagan para que desaten crisis, el sistema, sea cual sea, seguirá arruinando al mundo mientras no exista un control eficaz de quienes manejan las finanzas.

Estoy de acuerdo con mi colega en que “vivimos en un mundo de mierda” pero no en que estos jóvenes sean los salvadores de la Patria si permanecen fuera del sistema. Porque al sistema hay que atacarlo desde dentro o por lo menos imitarlo.

El movimiento asambleario tiene un difícil funcionamiento social y estos chicos, cuya preparación es muy superior a la mía cuando tenía su edad, precisan agruparse y tener líderes o portavoces que hagan entender a la opinión pública lo que ellos quieren transmitir.

Por el momento solo han conseguido que les entendamos como indignados, nos han hecho saber que no creen en esta democracia que les ofrecen los grandes partidos y que quieren divorciarse del sistema.

Vale. Y a partir de ahí… ¿Qué, como, cuando y de que manera?

Esperanza Aguirre, en estas cosas siempre hay una mujer inteligente de por medio, ha sido la primera en decir que les entiende aunque no les guste; y ha propuesto que la asamblea de Madrid cambie la ley electoral y se voten “listas abiertas”, es decir, que cada votante elija a sus diputados, vayan en la lista del partido que vayan…

No estaría mal, para empezar, que la imitasen su jefe Rajoy y Rubalcaba, que ahora es el jefe de Zapatero; y esa nueva Ley electoral fuese aprobada, con carácter general, en el Congreso de los Diputados y la refrendase el Senado. Aunque creo que para eso hay que cambiar la Constitución. Y si no se ponen de acuerdo para sustituir a los miembros del Tribunal Constitucional, mal veo yo este asunto…

A mi colega Eduardo Galeano le encantó estar “con los jóvenes indignados en las calles y plazas españolas porque son el aire fresco y puro que busca el cambio democrático” pero no sé yo si necesitan más de un hervor para mantener vivo ese espíritu nacido de la indignación el 15 de Mayo de este año de gracia.

Porque quieran o no esta es una guerra política y no un mero ataque a los parlamentos, actitud con la que pierden todos los respetos cuando resulta tan agresiva como ocurrió hace días en Barcelona.

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