60 MILLONES DE MALGASTO PARA AUTORES FUNCIONARIOS, SERVILES

Hace poco hemos visto por la televisión española un montaje panfletario de la Academia del cine español, donde buena parte de sus autores, como acaba de denunciar el académico Perez Reverte, hacen sus películas con cargo a los fondos públicos y les importa muy poco que se estrenen, pues, ellos ya han cobrado del Estado.

Esto alcanzó cotas de malgasto difícilmente superables en la época felipista, en la que se daban millones y millones partidaria y/o clientelarmente a muchas películas que luego ni se estrenaban, y a otro numero importante que no superaban, como mucho, los 100 espectadores.

Se habla mucho del cine español, sin embargo casi nunca se da cuenta publica de todas y cada una de las subvenciones publicas centrales, autonómicas, periféricas y locales que recibe.

A escala central, autonómica y local española, y mas aun con los nacionalismos que convierten la cultura nacionalista en una cantera, un mercado politiquero-ideologicista-partidista-sectario, excluyente, funcionarial y estatal protegido de primera importancia, gran parte de los autores culturales (cine, teatro, televisión, música, literatura, poesía, arte, comic, exposiciones-eventos varios, etc.: viejas y nuevas artes) tienen una completa mentalidad de funcionarios y una parte aspiran a forman parte de la nomenklatura de Estado.

De esta manera la cultura, en lugar de arriesgar, investigar y emprender con la debida competencia y no de forma facilonamente provocadora, ideologicista, demagógica y oportunista; en lugar de tratar de hacer honradamente con la máxima competencia y calidad las preguntas no hechas, de pensar lo no pensado, de decir lo no dicho, de mostrar lo que se quiere tapar, ocultar, manipular; en lugar de comprometerse deontológica, humilde, rigurosa, artística, poética, literaria, musical, cinematográficamente con la verdad, con el gran y permanente desafío de buscar culturalmente la verdad (el deseo de emancipación es siempre deseo de verdad: sin los deseos no hay nada pero su satisfacción nos pone siempre en cuestión como personas responsables) caiga quien caiga y sin concesiones, se transforma en una Cultura de Estado, en una cultura recuperada, domesticada, partidista, clientelar, comisionista, funcionarizada por el Estado y/o por los grupos, complejos mediatico-politico-empresariales-culturales, corporativos, los cuales convierten a los autores, artistas, agentes de la cultura (y estos se prestan muy fácilmente), en sus funcionarios, siervos. No hay mas que ver lo pelotas, lo serviles que son grandes autores en España (y en las “nacionalidades” mas o menos históricas), incluso los que tienen las mayores distinciones, premios nacionales e internacionales, con las corporaciones, con las grandes empresas mediático-culturales que los editan y/o publicitan.

XUNTA, AYUNTAMIENTO DE VIGO, GASTO PUBLICO Y CULTURA
Después del lamentable show montado por la Academia de cine con cargo a lo publico, le tocaba el turno a la del teatro. Pero la multimillonaria Sociedad General de Autores de España, etc., en lugar de financiar y organizar sus números por su cuenta y riesgo, siguiendo con la mentalidad funcionarial, quieren que sus montajes sectarios, panfletarios y politiqueros los pague el Estado central o periférico con alguna de sus instituciones de por medio (televisiones, Círculos varios, etc.). Y, claro, como la Xunta de Galicia no tiene donde gastar el dinero, como por ejemplo en Galicia (y España, pero en Galicia mas) no hay 30.000 enfermos ancianos de Alzheimer con un gran déficit de servicios en todos los municipios gallegos para atenderlos, le iba a conceder una subvención de 60 millones de pts. a la Academia de teatro para que montase su show anual en Galicia.

La Xunta, después de lo que paso con el numerito del cine, retiró la subvención, pero como la demagogia y la politiquería no tienen limites, el alcalde de Vigo, del Bloque Nacionalista, ha concedido dicha subvención para que siga la manipulación y el sectarismo progres, izquierdistas, nacionalistas, chapapoteiros.

Con lo cual, si ya dicho malgasto en un solo acto por parte de la Xunta de Galicia era un absoluta irresponsabilidad, la concesión por un ayuntamiento como el de Vigo (y el resto) que tienen un inmenso déficit en servicios de primerisisma necesidad como la atención a los enfermos ancianos, crónicos, terminales, mentales, etc. (aquí tienen las Obras Sociales de las Cajas, las fundaciones de bancos, seguros, etc. un buen campo mucho mejor que el de movidas varias en lo que gastan miles de millones), es un completo despropósito, un malgasto municipal inadmisible.

En España y Galicia es una prioridad absoluta el cambio del sistema electoral para que los ciudadanos pueden elegir y controlar a sus representantes, al margen de las oligarquías, las nomenklaturas de los partidos y/o sus complejos político-mediatico-corporativos, que son los que dictan la ley actualmente. Son urgentes y las listas abiertas, las demarcaciones pequeñas; la elecciones de alcaldes a doble vuelta; el voto secreto, es decir, la obligación de votar en las cabinas y la supresión de la entrega previa de las papeletas; la puesta en marcha del referendum vinculante convocado con un 10-15% de firmas del censo electoral; la existencia de una justicia y unos medios de comunicación honrados, profesionales e independientes comprometidos humilde, deontológica y rigurosamente con la verdad.

Lo que se paga en España (central, autonómica y localmente) a los artistas, cantantes, etc. es muy alto debido a las subvenciones y/o precios públicos, y, así, casi no hay industria, ni iniciativa, ni circuitos privados. Por ahí, aunque muchos hablan de la dictadura del mercado, autores, artistas, emprendedores, etc. han montado, al margen del Estado, grandes iniciativas altruistas como, por ejemplo y entre otras muchas, el Actor’s Studio para mejorar en la profesión; y se dan inmensas donaciones privadas para grandes centros universitarios y de investigación, artísticos, culturales, etc., que figuran entre los mas prestigiosos del mundo en el campo de la ciencia y cultura, consiguen el mayor numero de premios Nobel y grandes avances para el bien de la humanidad, etc., y son privados.