Maria Teresa Fernández de la Vega en su época de Vicepresidenta del gobierno realizó una notable labor en Africa y de estos contactos y de su empatía por el continente africano nació una espléndida iniciativa, la ONG Mujeres por África, que ha suscitado muchas simpatías entre ellas la de la Reina Letizia.
Marta Villa Hidalgo su nueva directora esta continuando la tarea emprendida por María Teresa, nombrada recientemente presidenta del Consejo de Estado y la última iniciativa es un ciclo "Ellas son cine" en la sala Berlanga del 9 al 13 de julio. Asisto a la inauguración con mis alumnas Serena Hoost de la Universidad de Harvard y mi chica genio la francesa de grenoble Amélie Morin, a quien le pido que redacte una nota, que os transcribo por su precisión y excelente castellano.
El lunes 9 de julio en Madrid comenzó en la Sala Berlanga el ciclo de cine dirigido por realizadoras africanas Ellas son Cine, que ofrece cinco películas hasta el próximo viernes 13 de julio. El ciclo se abrió con una película 'I Am not a Witch' (no soy una bruja) de la anglo zambiana Rungano Nyoni, que ha obtenido un gran reconocimiento internacional.
Sobre ella y en general sobre las cinematografías africanas y especialmente sobre sus creadoras versó el coloquio posterior a la película, para el que contaron con la periodista y crítica franco burkinesa Claire Diao, gran especialista en estas temáticas. Junto a ella estuvieron la presidenta de Mujeres por África, María Teresa Fernández de la Vega, su consejera audiovisual y cineasta Inés París y la comisaria del ciclo, Guadalupe Arensburg.
La programación de Ellas son Cine continua hoy, martes 10 de julio con 'La belle et la meute', de la tunecina Kaouther Ben Hania, que realiza un análisis profundo del estatus de la mujer y su peso en la sociedad tunecina contemporánea. A través de una noche de pesadilla kafkiana que vive la protagonista, la directora advierte sobre aquello que no resolvió la revolución: la importancia de la ley y su aplicación como protección de los ciudadanos, en especial de las mujeres.
El miércoles llega High Fantasy, de la sudafricana Jenna Bass, refleja la historia de su país, donde el milagro de la llegada al poder de Nelson Mandela en 1994 fue sólo el principio de una historia mucho más larga y dolorosa, en la que la reconciliación sigue siendo tan necesaria como antes.
El jueves, la argelina Sofía Djama convierte la ciudad de Argel en protagonista de su película para retratar un país congelado en un inmovilismo desconcertante. Les Bienheureux muestra el estado mental de la posguerra, observando de qué manera el conflicto construyó la percepción de la gente y transformó sus expectativas.
Y para cerrar, el viernes 13, Frontières, de la burkinesa Apolline Traoré, presenta la historia de cuatro mujeres comerciantes en su viaje desde Dakar a Lagos en una brillante road movie a la africana.
La película que fue difundida el lunes 'I Am Not A Witch' (No soy una bruja), es una película dirigida por Rungano Nyoni y salida en 2017. Fue iniciada y desarrollada por la productora francesa Juliette Grandmont.
La historia se desarrolla en un pueblo tradicional de Zambia dónde la población es víctima de las supersticiones. Shula, una niña de nueve años acusada de brujería, es condenada a vivir en un campamento de brujas en el medio del desierto. Al igual que los otros prisioneros, en gran parte fotografiados por los turistas curiosos, ella está vestida con un adorno tradicional y atada por una cinta a un gran mástil para evitar que robe y cometa sus malas acciones.
Sin embargo, puede desplazarse unas decenas de metros y disfrutar de cierta libertad con una bobina que le permite desenrollar la cinta. Se le ofrece la opción de cortar la cinta para liberarse, y así convertirse en una cabra libre, a riesgo de servir como presa de cazador, o permanecer atada y vivir la vida de una bruja.
Esta ultima obtiene la protección de un funcionario y su esposa y gana su respeto, incluso si la franja plebeya de la población prefiere verla muerta. También, para algunos, se convierte en una especie de divinidad. Se espera de Shula poderes sobrenaturales capaces de desencadenar la lluvia. De hecho,hace mucha falta en la región que se está desertificando a pasos agigantados.
Después de esta película que tiene un toque claramente surrealista se abre un coloquio con la mencionada cineasta africana Claire Diao y la intervención de la embajadora de Ghana Ms Elizabeth Adjei y las puntualizaciones de María Teresa. Asistieron también el embajador de Kenia Bramwell Waliaula Kisuya, decano de los embajadores africanos y la nueva embajadora de Marruecos Karima Benyaich.
África es un continente que enamora y Mujeres por África contribuyen a difundir le mal d'afrique enhorabuena por la labor de esta organización y ánimos Marta esperamos mucho de ti.
Joaquín Antuña
joaquinant@hotmail.com
