El viaje de los Reyes a Nueva Orleans y San Antonio es muy oportuno como gesto hacia la comunidad hispana de Estados Unidos, que cuenta con senadores y congresistas muy influyentes y millones de mexicanos y
centroamericanos que con su trabajo contribuyen al bienestar de los Estados Unidos.
Es curioso el asunto de como llamarlos, para los estadounidenses son hispanos, pero estos hispanos les gusta llamarse latinos. Es una curiosa discrepancia entre hispanos y latinos. Los españoles tenemos que denominarlos hispanos y no latinos.
En San Francisco un monolito recuerda a la guerra hispanoamericana, pero al mismo tiempo nadie cuida mejor que los californianos nuestro patrimonio cultural. Las misiones de fray Junipero de Serra son mimadas y cuidadas con gran orgullo y amor. Los nombres de santos se conservan y todo recuerda a la presencia española. Muy oportuna repito pues la visita de Felipe VI a San Antonio la primera ciudad americana fundada hace trescientos años.
Otra curiosa discrepancia es la del nombre de Estados Unidos,que simplifican en América, arrogandose el nombre de todo el continente. Recuerdo la indignación mexicana, la que el Presidente Cárdenas
despachaba como pobre México tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos y claro cuando se habla de Norte América remachan que se trata de Canada, Estados Unidos y México y emplean el adjetivo estadounidense que nunca se escuchará en Estados Unidos.
Esta doble identidad de América y de hispanos se confronta con Latinoamerica y latinos. Es como si nuestros hispanos renegaran de su pasado y lo malo es que nos contagian y nosotros mismos les llamamos latinos, a quienes los americanos llaman hispanos.
Por ello aconsejo a mis queridos lectores de hablar siempre de hispanos y no de latinos. En todo lo referente a la lengua la denominación es Hispanoamerica, respecto a las naciones que tienen como idioma oficial el español o el castellano hablemos de americanos y no de latinoamericanos.
Si alguien se suicida no tenemos porque imitarlos, no reneguemos de nuestro pasado, ni siquiera en el lenguaje. Las academias de la lengua lo son de la española y demos razón a nuestros hermanos mexicanos cuando reivindican ser americanos para todos los pueblos del continente.
En resumen decir siempre hispanos amigos y muy buena visita la de nuestros Reyes, que no son recibidos en la Gerona de los episodios nacionales de Galdós, pero si aclamados en Nueva Orleans y San Antonio, por los hispanos.
Joaquín Antuña
joaquinant@hotmail.com
