Habemus novus praesidens
lunes, 18 de junio de 2018
Duelo y esperpento en el Parlamento
Tras una insólita y singular investidura
más parecida a una subasta
que a una moción de censura.
Don Pedro Sánchez-Perez Castejón
es el nuevo Presidente del Gobierno de la Nación.
Demos la más cordial y emotiva bienvenida
al nuevo Presidente, audaz, versátil, convergente,
al que deseamos feliz y venturosa entrada,
y una prudente y oportuna retirada
El Sr. Sánchez a pesar de su declarada laicidad
supo aplicar como un creyente las virtudes teologales:
fe en sí mismo, esperanza a raudales
y en lugar de caridad sentido de la oportunidad.
Nadie discute la legitimidad de dicha investidura
la legitimidad es un requisito necesario, pero insuficiente,
para algo tan notable como la elección de un Presidente,
que además de audaz y ambicioso debe ser competente.
No vaya a suceder que para recuperar
el delicado estado de salud del enfermo España-
retiremos a un médico, aunque sea apocado o cicatero
y pongamos en su lugar a un mediocre curandero
Al margen de la legalidad del nombramiento,
nadie, ni siquiera el propio interesado,
podría en su delirio narcisista haber imaginado
que un candidato doblemente derrotado
en la legitimidad de la contienda electoral,
que ni siquiera tiene la condición de diputado,
de sus propias cenizas haya resucitado
expulsando de la Moncloa a un Rajoy abatido y desolado.
¡! Dios sea loado. La que se ha armado ¡!
El Sr. Rajoy sin dejar este mundo ha pasado a mejor vida
recompensa que tiene sobradamente merecida
Y los sufridos ciudadanos nos preguntamos
¿quién va a pagar la gravosa y tóxica factura
que le van a pasar los socios de tan diversa catadura,
que le apoyaron en tan singular investidura?
Cumplidos sus dos objetivos preferentes:
Echar a Rajoy y ser nombrado Presidente.
estimamos que los más sensato y prudente
es que el Presidente electo Sr. Sánchez Castejón
presente de inmediato su dimisión
y se incorpore al Consejo de Estado,
cargo atractivo y bien remunerado.
Vázquez Liñeiro, José Ramón
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