Como es sabido Oscar Wilde es autor de una obra denominada La importancia de llamarse Ernesto.
Sin dudar de la cultura y la erudición de Mr. Wilde creo sinceramente que hubiese sido más adecuado el título que propongo, puesto que históricamente el nombre de Antonio tiene mucho más abolengo y tradición que el de Ernesto, tanto por su origen romano Antonius, que significa aquel que es digno de alabanza, como por los ilustres personajes que dieron lustre y esplendor a tan histórico nombre. Santos y pecadores, creyentes y libertinos, que desde Marco Antonio a Antonio Banderas, pasando por Antonio Machado constituyen una herencia insoslayable para quienes tienen el honor y la responsabilidad de llevar tan relevante gentilicio.
En honor de todos los Antonios, que hoy celebran su onomástica acometo la osadía de versificar sobre La importancia de llamarse Antonio, con más entusiasmo en el empeño que acierto en la métrica.
Les ruego disculpen esta breve agresión poética
De todos los santos del ritual.
no hay santo tan especial
como nuestro San Antonio.
docto y augusto varón
que dominaba a las bestias
por medio de la oración.
Y por ello los Antonios
que heredaron del santo las maneras
en lugar de la oración
para amansar a las fieras
se valen de la seducción
y convencen a cualquiera
Quien lleva por nombre Antonio
es sin duda persona relevante
mixtura mágica de ángel y demonio,
a veces humilde otras arrogante.
pero siempre receptivo
al problema o dolor del amigo
Antonio es siempre excesivo:
práctico, didáctico, mayestático
cordial, afable y afectivo
Todo menos vulgar,
¡hasta ahí podíamos llegar!
Ir de Antonio por la vida
es una cosa muy seria
pues la herencia recibida
de otros ilustres antonios
debe ser administrada
con sensatez y prudencia
Si habéis llegado hasta aquí
alabo vuestra paciencia
qué tengáis un buen día
pleno de amor y alegría
