Jeffrey Sachs el prestigioso Profesor de la Universidad de Columbia y amigo de GD ha sido entrevistado por la CNN y por su interés reproducimos una síntesis de esta entrevista.
Para Sachs, Donald parece el títere de algún potentado extranjero, en una función del teatro chino de Manolita Chen. Es calcado y demuestra su narcisismo y su mente desequilibrada. Se está esforzando en destruir rápidamente el liderazgo mundial, las alianzas y los intereses de Estados Unidos.
Su anuncio de imponer nuevos aranceles sobre las exportaciones del
acero y el aluminio de Canadá, México y la Unión Europea es la última ocurrencia extravagante y autodestructiva.
Prosigue Sachs que acaba de volver de un viaje por toda Europa y no ha registrado ni una sola palabra de respeto hacia Trump. La constante cantinela ha sido el asombro y la consternación por la política del Presidente. Como ha sido posible llegar tan lejos y tan rápido, como se pueden recomponer los platos rotos.
Nos describe el desmadre de un líder que un día dice una cosa y al día siguiente la contraria. Es una veleta permanente. Es un hombre sin políticas definidas. Las guerras comerciales se declaran y en envainan en seguida, lo mismo con las cumbres y las reuniones políticas, que son de quita y pon, es imposible seguirle en sus disparatadas declaraciones. Se imponen sanciones y se quitan alegremente a las compañías extranjeras. Lo mismo ocurre con la retirada y el envío de tropas. Idéntico sucede con los acuerdos internacionales que Trump se complace en hacer trizas. No hay quien pueda seguir su embarullado pensamiento que además se expresa con una sintaxis atroz.
A su juicio nunca ha habido un Presidente tan desnortado, que habla estupideces, insulta a quienes tiene al rededor incluso a sus íntimos colaboradores y desconcierta a todo quisque. Nos volvemos tarumba intentando descifrar alguna estrategia secreta, cuando no tiene ninguna.
La imposición de aranceles es también según Sachs absolutamente ilegal. Se trata de justificarla nada menos que por razones de seguridad nacional. Un total desatino. Fastidiando a nuestros principales aliados, aumentando los precios de productos internacionales claves
no se puede conseguir la creación de puestos de trabajos, ni incrementar los salarios, ni mejorar la balanza comercial. Y el mayor desproposito sería taxar a los coches alemanes. Un verdadero dislate.
Con este tipo de ocurrencias se ponen en peligro las alianzas de los Estados Unidos. No se consigue nada tocando las narices a los países amigos.
A Trump le gusta sembrar el caos, prosigue Jeffrey su implacable filípica, no sigue reglas ni ningún tipo de normas, ni respeta los intereses ajenos. Es un "psicópata" de la guerra comercial. El resultado será minar el papel del dólar como divisa mundial. Hacer disparar la deuda pública y fulminar la presente expansión económica mediante la introducción de medidas proteccionistas y sembrando incertidumbre en el mundo de los negocios.
Como no bastara con sus desmanes económicos Trump se mete en el peligrosisimo berenjenal de la guerra caliente con Irán y Corea del Norte. Es un irresponsable aprendiz de brujo, pero sin estrategias ni ideas, añado por mi parte.
La respuesta ante el acumularse de despropósitos es aplicar la enmienda 25 de la Constitucion que permite deponer al Presidente, por su incapacidad y falta de aptitud para desempeñar su máxima magistratura.
Lo resume de forma apocalíptica Sachs "es un peligro para Estados Unidos y para el mundo".
El hombre feliz no tenía camisa y el Emperador estaba desnudo y este disparatado Presidente carece de sentido ni común ni del otro.
Joaquín Antuña
joaquinant@hotmail.com
