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Pasión en Las Ventas

sábado, 02 de junio de 2018
En víspera de una moción de censura de alto calado político en que puede surgir un gobierno Frankenstein se vivió en Las Ventas una corrida muy emotiva, en que un torero francés Sebastián Castella se jugó la vida y salió por la puerta grande.

Unos tendidos muy alborotados, muy nerviosos, conscientes de las horas dramáticas que vive nuestro pais‎, un torero venezolano, no se veía uno desde la época de Morenito de Maracay, Jesús Enrique Colombo, un gran maestro Enrique Ponce y nuestro héroe Sebastián Castella se median en el coso de Ventas del Santo Espíritu con una corrida de Garcigrande, broncos y difíciles.

Colombo pasa desapercibido en la res de su confirmacio y rayando en lo cómico en el sexto que lo desarma en cinco ocasiones, puede ser un digno seguidor del portero del Liverpool, el de las manos blandas.

Enrique Ponce no tuvo suerte con sus dos toros, no se acopló con ellos y aunque tuvo algunos muletazos con cambio de manos tan clásicas en su Pasión en Las Ventastoreo y dos excelentes estocadas, sobre todo la primera. Dejó buen sabor de boca, pero no fue una de sus tardes memorables.

Catella no pudo con su primer enemigo, estuvo apresurado y precipitado. Mató mal. Su gesta llego de forma inesperada en el quinto de la tarde y segundo de su lote, a las primeras de cambio con su muleta apenas desplegada el toro se arranca y le da un tremendo topetazo lanzándole por los aires como un pelele y arremetiendo contra el diestro francés. Escalofrío en los tendidos, gradas y andanadas.‎ Se teme lo peor. Todas las cuadrillas rodeando al diestro y mientras Ponce le da un quite se oye un murmullo el torero aparece con un pie vendado.

Se dirige vacilante hacia el toro y empieza la apoteosis el triunfo del hombre sobre la bestia, pases largos que quitan el aliento, diálogo con el toro de poder a poder, un pase cambiado con el engaño en el último instante, entre la vida y la muerte. Finalmente se cuadra para matar y con decisión de kamikaze fulmina al toro jugándose la vida. Los pañuelos blancos y dos orejas, que en mi siete juzgamos excesiva la segunda. Somos intransigentes, pero reconocemos el valor, la entrega, la verdad Pasión en Las Ventassin tapujos en los toros.

A la salida de esta emotiva corrida me encuentro en el autobús 21 con Pedro Rocamora, Presidente del Colegio de Doctores, disfrazado de Sherlock Holmes, incluso con su gorra característica y su aire de Lord inglés con su toque extravagante, me comenta la maestría de Enrique Ponce, la elegancia hecha torero, me dice que es irrepetible por su dominio de la forma, respecto a Castella reconoce que se ha jugado la vida. Pasa a referirse a mi artículo sobre Fernando de Salas un maño universal, desea organizarle un homenaje en septiembre.

Como veis queridos lectores en la noche triste de Rajoy y la alegría rozando el orgasmo de un Sánchez crecido que ve alcanzar su sueño, pasan otras muchas cosas en Madrid como la Pasión en Las Ventas y el encuentro con el científico y sus proyectos, mi hermana contempla entre lágrimas la foto de su marido que falleció el sábado, dos amantes se hacen carantoñas por la calle, la vida sigue como un torrente mientras los políticos están a lo suyo, el poder y los toreros valientes se juegan la vida.

Joaquín Antuña
joaquinant@hotmail.com
Antuña, Joaquín
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