Queridos lectores hoy tenemos tres ilustres representantes de lo que en tiempos de la Inquisición se llamaba la posesión diabólica, que políticamente encarnan los movimientos populistas y nacionalistas. El
líder del Movimiento 5 estrellas Luigi di Maio, el líder de La Liga Matteo Salvini y el hombre de paja de Carles Puigdemont, Quim Torra.
Líderes de la discordia, del enfrentamiento en un caso contra la Unión Europea, a quien aquejan todos los males que padece Italia y en otro caso, que nos atañe a los españoles, de restaurar la República catalana, desestimando los lazos históricos, sociales, culturales y de sangre que les unen a España.
En el caso italiano, que nos afecta como europeos, se pretende un Brexit light, una ruptura a medias, denunciando tratados y haciendo mangas y capirotes con el déficit presupuestario y atacando al euro, proponiéndose incluso una vuelta a la lira, la de las constantes devaluaciones, mediante un referéndum sobre la abolición del euro.
En el tema español, un candidato títere Quim Torra se presenta a la investidura diciendo que él no tenía que estar ahí, sino el Presidente legítimo Carles Puigdemont, nuestro inefable Carlitos el Tramposo, y referiéndose constantemente a los presos políticos y a los exiliados, a los que hay que liberar para recuperar la democracia.
Compaginar dos programas políticos antisistema,que pretende según brillante definición del inexperto Di Maio "hacer la politica de la gente" es tarea muy ardua. Complaciendo a todos y prometiendolo todo. Política de inserción social, que viene a ser un sueldo para todos, una renta mínima. Rebajar la edad de jubilación y aumentar las prestaciones. Medidas draconianas contra la emigración acabando con el ius soli y proponiendo expulsiones masivas.
Sin programa y con un monotema Joaquín Torra, de victimismo, de persecución a los legítimos representantes del pueblo catalán, de sus penalidades y sus exilios. De restaurar o de instaurar la República donde reine la libertad y la democracia. Ignorando la violación de la Constitucion española y del propio Estatuto de Autonomía. Sin ninguna referencia a la oposición, ni al españolismo de muchísimos catalanes. Recitando en 50 minutos un alegato por la nación catalana y echando mano a todos los topicos, como el España nos roba disfrazado de los 16.000 millones de déficit fiscal y la represión que padecen del Estado Español que le permite pronunciar un tan ofensivo como xenófobo discurso.
En italia, país donde he vivido más de catorce años, se detecta en los últimos años un gran descontento social, al que da pábulo también un Papa impregnado de justicialismo argentino. Italia no ha sabido adaptarse al reto de la globalizacion, tiene una gran densidad de población, un problema Norte Sur muy grave, por su desequilibrios. El Movimiento 5 Estrellas (M55) ha arrasado en todo el "meridione". Se crítica mucho al euro por no ser una moneda apta a las devaluaciones que fomentan las exportaciones.
En España se ha planteado una política de las autonomías, muy cara, con multiplicación de funcionarios y de políticos y con la exarbacion de todo lo que nos diferencia, sin apoyar paralelamente todo lo mucho que nos une. La cultura y la lengua que deberían enriquecernos se convierten en las manzanas de la discordia. Torra es el último ejemplo.
Frente a estos "energúmenos" se precisa una política cultural europea, que rescate a los ciudadanos de las garras de los líderes populistas y en España hacer otro tanto, con los movimientos secesionistas, no existe mayor satisfacción que en mi caso, que me siento asturiano, español y europeo. No se necesitan exorcistas,sino estadistas.
Joaquín Antuña
joaquinant@hotmail.com
