En su intento por democratizar la política de Estados Unidos, nuestro conocido amigo de GD Jeffrey Sachs, entra en un tema que en muchos países es tabú, las relaciones entre finanzas y política. En Estados Unidos, Mick Mulvaney ha revelado esta escalofriante verdad, al decir que solo atiende a los lobbies, grupos de presión que dan dinero, mientras ignora a los demás. Este tecnócrata, que no es conocido entre nosotros, dirige una agencia de protección del consumidor contra los abusos financieros.
Según Sachs, la política en su país está dominada por las grandes empresas. La ventaja que tiene este sistema, es que es transparente, aunque lo sea de forma escandalosa.
En España y en otros países europeos, reina la hipocresía. Un determinado partido, apoya un ambicioso proyecto de obras publicas, en recompensa de los apoyos económicos que reciben de estos magnates. El famoso palco del Bernabéu, donde se gestionan los grandes negocios no es en absoluto transparente. Véase la investigación actual sobre OHL y los manejos de ACS que se trae el amigo Florentino con los amigos de Benetton y de Atlantia. De ahí se pasa a las presiones al gobierno, no hace falta ser un águila para comprender que puede existir una connivencia de intereses.
Es cierto que regular el mundo financiero, con sus tentáculos mundiales, es una tarea muy ardua, muy difícil, pero como nos contaban en la serie italiana La Piovra se pueden poner trabas a este gigantesco pulpo y sacar a la luz el papel que juegan unos y otros. En la misma Unión Europea existen lobbies que trabajan en Bruselas, defendiendo su legítimos intereses.
No se trata de desmontar el capitalismo ni poner en riesgo miles de empleos, se intenta librar a los ciudadanos de personajes corruptos que hacen su agosto.
La corrupción no puede ser legalizada, exclama Sachs porque esto pondría a la democracia americana de frente al precipicio. Aquí trata un tema local, ya que en Estados Unidos, es necesario registrarse en los partidos para poder votar en las elecciones, a diferencia de los países europeos donde el voto es libre y universal, aunque se recomienda votar por ser un derecho y un deber de los ciudadanos. En Brasil, por ejemplo, es obligatorio y quien no vota tiene que pagar una multa.
Estos manejos del llamémosle gran dinero, han socavado el índice de aprobación del Senado USA, que ha bajado del 30 al 12%. Es un tema, realmente apasionante el que nos plantea este prestigioso Profesor. Para los marxistas, está claro que la culpa de todo la tienen las multinacionales. Curiosamente fascistas, nazis y comunistas atacaban también a las multinacionales. Los extremos se tocan.
En las grandes obran internacionales en Sudamérica, ha explotado el escandalo de la empresa brasileña OBRET, que ha dado con los huesos en la cárcel de dos Presidentes peruanos y otros políticos del continente.
Debería elaborarse un código ético, que no se quede solo en generalidades y pueda ser efectivo sobre las relaciones entre estas empresas mundiales y los gobiernos, entre sus poderosos directivos y los políticos de turno. Una especie de tribunal de la transparencia que podrían supervisar las Naciones Unidas.
La FIFA, el máximo organismo del futbol mundial y el Comité Olímpico
Internacional que organiza los juegos olímpicos. Estas dos poderosas asociaciones han sido sacudidas por escándalos sin cuento que han obligado a dimisiones en cadena.
Las grandes obras publicas internacionales con sus licitaciones y subastas es un mundo de Ali baba y los cuarenta ladrones. Detrás de la obtención de una megaobra, como la ampliación del Canal de Panamá, está claro que están en juego enormes cantidades de empleo, influencia y fortalecimiento de la economía.
Amnistía Internacional, se ocupa de los prisioneros de conciencia y de los desmanes arbitrarios de los países respecto a sus ciudadanos. En este campo de finanzas y política es necesario que entre todos hagamos lo mismo.
La creatividad humana, la audacia y el instinto es necesario también en este campo. Cuando Enrico Mattei impulsó la creación del ENI, la empresa estatal italiana de los hidrocarburos, para establecer una competencia real con las grandes compañías petroleras, las siete hermanas, y romper el monopolio, a base de ofrecer el 75% de beneficios, obteniendo importantes concesiones en países como Irán y Egipto. Fue un ejemplo de riesgo y de audacia para abrir nuevos horizontes en la industria del petróleo.
Las diferentes nacionalizaciones como las de Mohammad Mosaddeq en Irán o las de Nasser en Egipto con el Canal de Suez demuestran el trasfondo de los intereses encontrados que pugnan entre sí y que mueven los hilos del destino de millones de personas.
Nuestro Rey emérito, Don Juan Carlos, al parecer fue decisivo en la obtención del metro de La Mecca. Por esto los personalismos siempre existirán, pero en frase hecha es necesario luz y taquígrafos y, por favor, queridos políticos no robar en los supermercados.
Joaquin Antuña
joaquinant@hotmail.com
